Un maestro estaba dando las últimas indicaciones a un grupo de discípulos que estaba punto de embarcarse hacia un destino desconocido para buscar sabiduría (conocimiento, iluminación, etc.)
El maestro les dijo
entre otras cosas:
-Nunca os apresuréis
ni corráis, porque eso no os llevará a ninguna parte
-Si alguien os muestra
un atajo no lo sigáis, siempre tienen trampas
-Si alguien os ofrece
lo que andáis buscando, deteneros y aceptad el ofrecimiento .
En eso que alguien
llega y dice que el barco está a punto de partir y la mitad de los discípulos
salen corriendo. Otra mitad sigue a un individuo que dice conocer un atajo para
llegar hasta el barco. Solo queda un discípulo frente al maestro, que comenta
que ha decidido no correr ni tomar atajos como le acaba de indicar su maestro.
El maestro le dice que
en ese caso él le va a ofrecer lo que andaba buscando, (la sabiduría) ya no va
a necesitar viajar a ninguna parte.
Citado por A.
Jodorowsky.
No hay comentarios:
Publicar un comentario