A la sombra de un templo, mi amigo y yo vimos a un ciego
sentado solo.
Mi amigo dijo:
- Mira al hombre más sabio de nuestro país.
Dejé a mi amigo y me aproximé al ciego, lo saludé y
conversamos. Después de un tiempo le dije:
- Perdona mi pregunta, pero, ¿desde cuándo eres ciego?
Respondió:
- Desde mi
nacimiento.
Dije:
- ¿Qué sendero has
recorrido para llegar a la sabiduría?
Me respondió:
- Soy astrónomo. Puso la mano en el pecho y agregó:
- Observo todo
esos soles, lunas y estrellas.
Khalil Gibran
No hay comentarios:
Publicar un comentario