Casi todos hemos vivido la fascinación producida por los cuentos de hadas, los viejos mitos y las leyendas ancestrales. La mayoría de estas historias comparten una misma estructura: una intrépida persona (casi siempre joven) sale de casa en busca de aventura o escapando de alguien malvado.
Se enfrenta a peligrosos adversarios, desafiantes pruebas y finalmente, encuentra a uno o varios personajes que le colaboran para lograr el cometido y regresar a casa como héroe. Esta estructura también la encontramos en los cuentos tradicionales, en la literatura actual y en los guiones de muchas películas.
Es un esquema universal y muy antiguo que Carl Gustav Jung llamó el proceso de individuación a través de los arquetipos. Para alcanzar la trascendencia todo ser humano debe hacer este viaje que Joseph Campbell llamó el Viaje del Héroe. Quienes logran hacer esta tarea conectan con el si mismo, con lo que les hace únicos y con el destino que le llevará al cumplimiento de aquello para lo que ha nacido.
El viaje consiste principalmente en auto-conocerse utilizando el lenguaje del alma: los símbolos, las imágenes, las metáforas, los sueños y los arquetipos. En el inicio, la alquímica travesía nos lleva a contactar nuestras “sombras”, las partes rechazadas o no vistas de la psique. Este tiempo de oscuridad es llamado nigredo.
En una segunda fase, la persona realiza la boda alquímica con el polo que le complementa el sí mismo. Los hombres integran su parte femenina través del “anima” y las mujeres la parte masculina a través del “animus”. Esta etapa de responsabilizarse de uno mismo y amarse en todas sus partes es llamada albedo.
Finalmente, el personaje que ha penetrado en las profundidades de su interior obtiene el premio: una profunda conexión con la pasión, una sensibilidad especial hacia la vida y un entusiasta expresión de su creatividad que muestra la mayor potencialidad de cada ser. Esta fase es llamada rubedo.
Esta travesía nos pone en contacto con nuestros propios símbolos, transformando la víctima en héroe. A través del Viaje del Héroe nos ponemos en contacto con la propia maestría, para crear conscientemente nuestra propia existencia más allá de las circunstancias.
El día 5 del mes 8 (13), 33 mineros iniciaron su turno en una caverna, sin sospechar que su faena duraría 69 días y que las personas que entraron (más terrenales que el barro y las piedras que les rodeaban) saldrían transformados en héroes.
A los 9 meses del terremoto de Haití, la tierra permite a sus hijos (as) que se conviertan en parteros (as), y hace pública su labor de parto múltiple con los medios de comunicación más importantes por testigo. De este parto han nacido 33 (6) hijos que estuvieron alojados en su útero durante 69 (15-6) días.
Hace poco alumbró el último de los hijos que hizo su proceso contando 54 ((9) años de edad, y quien inició el "empuje" exactamente a la 9: 46 (19.1) p.m. logrando salir en un tiempo record de 9 minutos.
La Madre nos enseña varias cosas…nos envía un hermoso mensaje (a todos los hijos e hijas),…es el momento de escuchar a la madre…
Ya fueron alumbrados 33 hermanos. Ahora nos toca a nosotros (as) desde nuestro lugar, con asentimiento, humildad y confianza, penetrar a la mina interior, y tomar la ayuda que nos envían, para armar un amoroso rescate de nosotros (as) mismos (as), y resurgir con nueva vida dejando atrás el polvo y los escombros de derrumbes, terremotos y desgracias del pasado.
El mundo fue testigo de 33 víctimas de un “accidente”, una “desgracia”, una mala broma del “azar” que hoy son 33admirados y motivadores héroes. Y como en las historias, ahora regresan a casa para compartir lo que ya lograron e inspirar a otros (as) para hacer su propio trabajo…
Solo que los tiempos han cambiado. Antes todos creían la historia que contaba el héroe y hacían de él una leyenda, pero en un tiempo donde los héroes escasean y la confianza ha sido tan lastimada, la Vida se asegura de que no haya dudas y usa los recursos actuales: Según los medios, más de 900 millones de personas presenciaron la labor.
“Dios estuvo con nosotros en este momento” dijo el presidente chileno con unas palabras más propias de un pastor que a las de un primer mandatario; para continuar diciendo: "Quiero decirle a Dios que Chile ahora esta preparada para algo grande".
Todos los héroes reconocen con humildad que su grandeza no proviene de ellos. Ninguna historia muestra un personaje que lo logre solo. En el peor de los casos, la víctima no se convierte en héroe si no vence un oponente, adversario o anti-héroe por quien tiene valor.
Mi “caverna” queda en el polígono central de la ciudad de Santo Domingo. Mide 230 mts y queda a unos 4 mts de altura de la tierra. Mis ventanas me permiten ver las cavernas desconocidas de otras personas que al igual que yo están haciendo su viaje.
Estoy comunicada, tengo teléfono fijo, un BB, Internet y un televisor que me muestra lo que ocurre en otras cavernas en todo el mundo. Así fue como supe de estos sencillos hombres, y empecé a ver como hacían su viaje frente a mis ojos y los de millones de personas.
Todas las épocas nos han mostrado historias en las que personas sencillas se convierten en héroes, el asunto es que en la antigüedad esas lecciones se conservaban y valoraban por mucho tiempo. El desafío que tenemos en la actualidad es conservar este legado aunque hoy CNN o Telemundo me muestren otra docena de historias.
La invitación es mantener en pie el "campamento la esperanza" para realizar el viaje arquetípico: rescatar a tu “Víctima” y re-nacer como “Héroe”…
Karina.
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