1.- ¿Respeto lo que el otro piensa, no
le obligo a ver el mundo como yo lo veo?
2.- ¿Puedo expresar lo que pienso
delante de mi pareja sin sentirme mal?
3.- ¿Me siento con derecho a explorar el
mundo, dando cauce a mi curiosidad?
4.- ¿Obstaculizo el deseo de explorar de
mi pareja?
5.- ¿Respeto la forma de amar de mi
pareja, no exigiéndole que me ame a “mi forma”, o a la forma de amar ideal que
me he construido en base a patrones conocidos?
6.- ¿Respeta
mi pareja mi estilo de amar?
7.- ¿Aceptamos -e incluso fomentamos-
que nuestro amor se expanda a otras personas, grupos humanos, aficiones, etc.?
8.- ¿Aceptamos nuestras diferencias, sin
empeñarnos en que nuestra pareja logre la igualdad?
9.- ¿Somos conscientes y aceptamos que
no estamos unidos por nudos eternos, sino por lazos que siempre se pueden
deshacer?
10.- ¿Me ocupo de tener mi “área
privada” en la que me muevo con libertad?
11.- ¿Respeto que mi pareja tenga su
parcela le libertad?
12.- ¿Entendemos la sexualidad como algo
que evoluciona a base de la exploración mutua de nuestros cuerpos, un
desarrollo sin límites?
13.-¿Nos permitimos expresar nuestros
deseos en el terreno sexual?
14.- ¿Me intereso por satisfacer
sexualmente a mi pareja?
15.-¿Tenemos el derecho a negarnos a lo
que no deseamos?
16.- ¿Compartimos el espacio, el tiempo
y dinero sin problemas de celos o competencia?
17.- ¿Contamos con un espacio personal e
íntimo en el territorio que compartimos?
18.- ¿Contamos con un dinero propio que
administramos de forma personal?
19.- ¿Construimos alguna obra juntos, en
colaboración? ¿Hay proyectos de cualquier naturaleza en los que trabajamos en
conjunto?
A mayor cantidad de respuestas afirmativas, más salud en la pareja. La
interpretación es más cualitativa que cuantitativa; lo importante es la reflexión
resultante de buscar las respuestas a
las preguntas.
Nota: Esta prueba está
basada en la visión de pareja sana de Alejandro Jodorowsky tomado de Plano sin
fin.
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