Al iniciar un año, muchas personas se agobian con
la idea de decidir qué van a hacer, qué ruta tomar, a dónde ir, con quién
acompañarnos. Con frecuencia, apoyamos mucho en nuestras ideas complica todo.
Cuando Alicia se encuentra al gato de Cheshire,
mantiene una conversación un tanto curiosa. La idea que representa el gato es
“el
cable a tierra”, esa parte divina en nosotros que ve la realidad de un modo
simple y confía en su propio movimiento.
No es necesario que te plantees grandes cosas, sólo
que continúes tu camino. Si avanzas, seguramente llegarás a algún lugar y no
hay posibilidad de que sea equivocado, pues a dónde quiere que llegues te
mostrará dónde estás con relación a tu consciencia.
Este diálogo me parece genial:
A-¿Me podrías indicar hacia dónde tengo que ir
desde aquí?
G-Eso depende de a dónde quieras llegar- responde
el gato.
A-A mi no me importa demasiado a dónde.
G-En ese caso, da igual hacia donde vayas.
A-“Siempre que llegue a alguna parte”
G-¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte, si caminas
lo bastante.
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