“Cuando los padres miran al niño y se preocupan, el niño no puede cambiar. La preocupación impide que el niño cambie. Con ella, el niño se ve encasillado en algo y con ella los padres evitan mirar lo que tendrían que ver. En vez de mirar a lo que pide ser visto y que es importante, miran hacia el niño. Y así, el niño está bajo una carga. Los niños son increíblemente sensibles, hay que acercarse a ellos con sumo respeto y cuidado.”
Bert Hellinger.
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