A veces la lealtad invisible a la familia sobrepasa los límites de la sensatez y sin embargo se repite. Solemos mantener una poderosa e inconsciente fidelidad a nuestros designios familiares: a sus tradiciones, a sus traumas, a sus secretos, a sus proyectos más o menos advertidos. Adoptamos los sentimientos de la familia como si fueran propios…
Anne Ancelin Shützenberger.
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