Las diosas son patrones arquetípicos que descansan potencialmente en la
psique de todas las mujeres. Un arquetipo es un molde original de un diseño,
del que sacamos copias en el momento que se requiera. Para comprender como
funcionan estas fuerzas, debemos referirnos al modelo de la piscología
analítica de Jung.
Para él, todo el conocimiento de la humanidad se
encuentra archivado en un gran disco duro Universal al que llamó “inconsciente
colectivo”. Los arquetipos son una especie de folders en los cuales el programa
almacena -y organiza- la información adquirida.
El alcance de los arquetipos es infinito. Pero
me referiré a las diosas de la mujer como arquetipos de poder, y modelos de
comunicación. Cuando una mujer tiene una experiencia emocional significativa,
su psique entra en contacto con este banco de conocimientos y accede a estos
patrones, que le permitirán sintonizar con la fuerza que mejor le ayude a
responder, desde un buen lugar, a la situación que enfrenta.
Los arquetipos son parecidos a los
"códigos" contenidos en las semillas. El crecimiento de las semillas
depende del tipo de tierra en las que sean sembradas, de las condiciones
climatológicas, de los nutrientes que contenga el terreno, de los depredadores
ambientales, de los cuidados que les brinde el agricultor, y de la resistencia
de la propia semilla.
Del mismo modo, una mujer puede tener varias
diosas presentes al mismo tiempo, que se activarán en un momento específico. La
facilidad o dificultad de incorporarlas -y usar su poder- dependerá de la
combinación de elementos que interactúan en la propia psique; familia, cultura,
disposición mental, y fase de la vida que esté atravesando.
La analogía entre la mujer y la semilla es
grandiosa. Igual que una semilla, la mujer atraviesa por diversos periodos.
Cada etapa, puede tener la influencia de las diosas que más actúan en los temas
que resuenan en ese ciclo. Algunas mujeres, pueden pasar toda la vida bajo la
regencia de una diosa particular, que la acompañará a lo largo de sus distintas
etapas.
Cada diosa tiene una forma de conciencia
determinada que favorece ciertos roles. Según la vibración energética, podemos
agrupar a las diosas por categorías. Cada clan comparte actitudes hacia el
mundo, modos de relacionarse, y manera de expresar el amor.
En su libro "Antigua vida mía", Marcela
Serrano dice: “Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus
células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores.
Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en
él fecundaron, o las que no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento
aquél, el único en que se es diosa.
Una mujer es la historia de lo
pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de los silencios. Una mujer es
siempre la historia de muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y
de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer
que fue alimentada por la anterior para que ella naciera. Una mujer es la
historia de su sangre. "Pero también es la historia de una conciencia y de
sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía".
Si quieres entrar en el mundo de las diosas y
ver quienes te habitan, podrías hacerte las siguientes preguntas:
¿Qué
significa para mí ser mujer?
¿Qué es para mí una diosa?
¿Qué es sagrado en mí?
¿Cómo celebro la vida?
¿Cuál es mi pasión?
¿Qué me gustaría sembrar?
¿Cuál es
mi herencia más preciada?
¿A quiénes -o a qué- le guardo devoción en mi altar
personal?
¿De qué modo contacto mi poder interior?
Comparto con ustedes un grupo de diosas
distribuidas en tres categorías: las diosas vírgenes, las diosas vulnerables y
las diosas transformadoras o alquímicas.
1-Diosas vírgenes: Artemisa (diosa de la caza y de la luna), Atenea,
(diosa de la sabiduría y la artesanía), y Hestia (diosa del Hogar)
Representan la cualidad de independencia y
autosuficiencia. Son desapegadas emocionalmente, por lo que no se desvían con
facilidad de lo que consideran importante. Se alejan del arquetipo de la
víctima. Ya que su atención está sobre sí misma, no sufren por los demás.
Como arquetipos expresan la necesidad de autonomía en las mujeres, y la
capacidad que tienen de centrar su conciencia en lo que tiene sentido para
ellas.
2-Diosas vulnerables: Hera (diosa del matrimonio, la esposa), Demeter
(diosa de las cosechas, la madre), y Perséfone (la doncella, la hija)
Son los arquetipos orientados hacia las
relaciones, cuyas identidades y bienestar dependen de tener una relación
significativa, expresan las necesidades de las mujeres de afiliación y
vinculación.
3-Diosa alquímica: Afrodita (diosa del amor y la belleza)
Es la encargada de la atracción erótica,
sensualidad, sexualidad y nueva vida. Facilita el entablar relaciones por
decisión propia, sin ser victimizada por el otro. Afrodita mantuvo su autonomía
como diosa virgen y tuvo relaciones como diosa vulnerable. El
arquetipo de Afrodita motiva a las mujeres a perseguir intensamente las
relaciones más que la permanencia, a valorar el proceso creativo y a estar
abiertas al cambio.
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