Al igual que la
Esmeralda, la Morganita es una de las variedades del Berilo, un mineral
compuesto principalmente por silicatos de aluminio y de berilio. La Morganita
tiene en su composición manganeso y Cesio, que le aportan el bello color
rosáceo característico de esta linda gema, a la que también llaman "Esmeralda
Rosa".
En la antiguedad, las
primeras bolas de cristal que usaron los druidas fueron hechas de Berilo, por
lo que la Morganita se relaciona con el misterio, lo invisible, la videncia y
el desarrollo de la conciencia superior.
También fue conocida
por los Egipcios, quienes veían en la Morganita "la piedra del amor
sagrado", porque constataron sus efectos en la activación del chakra del
corazón. Este centro es el que regula el ritmo respiratorio, por lo que el uso
de la gema favorece una mejor oxigenación de las células.
A nivel físico, la
Morganita actúa estabilizando y serenando el sistema nervioso, y se suele usar
en los casos de asma, tos nerviosa, bronquitis espasmódica, espasmos
musculares, estrés, tics nerviosos, insomnio de origen nervioso, etc.
La piedra ha probado
actuar eficientemente en casos de: tuberculosis, enfisema, vértigo, impotencia,
presión arterial, trastornos sanguíneos y todo tipo de desarreglos
generalizados de los órganos relacionados con los sistemas pulmonar y coronario,
regidos por el chackra del corazón.
Las cualidades de esta
gema le permiten ayudarnos en la liberación de los lastres emocionales que nos
impiden avanzar. Así, nos abre el camino para ir hacia los ocultos lugares
donde hemos escondido y maniatado algunas dolorosas experiencias y recuerdos,
cargadas de emociones negativas que nos desconectan de la sintonía con la vida.
La Morganita también
nos muestra de un modo amable lo que realmente necesita nuestra alma, para
encontrarse a gusto en el presente. Nos imprime la fuerza, el coraje y la
decisión necesarios para seguir adelante y hacia más.
Algunos profesionales
de la conducta la usan para eliminar bloqueos insconscientes de los clientes a
la terapia, como suelen presentar las personas con un patrón afianzado de
victimismo, o de negación a la realidad como se presenta.
Además,
la piedra es usada en casos en los que el egoísmo o la ceguera espiritual nos
privan del disfrute de un estado consciente de salud, paz, sosiego y bienestar.
Esta gema nos sintoniza
con el “sí” a la vida tal y como es, permitiéndonos confiar en las nuevas
experiencias, mostrar quien auténticamente somos, y expresarnos libremente
desde el corazón, el núcleo y centro de nuestro ser.
¿Te motivas a usar una
Morganita?
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