Este es un
ejercicio paradójico de psicología inversa, diez prácticas para no ser feliz.
Haz cosas que odias.
Consigue un
trabajo que todos a tu alrededor aprueben, pero que realmente no disfrutes
hacer. Quéjate de cuánto detestas hacer cada día eso mismo que, desde un
principio, sabes que no quieres hacer.
Evita enfrentar tus
problemas.
Busca todo lo que
te permita evadirte del presente: alcohol, drogas, sexo, dormir, procrastinar,
comer en exceso (o no comer del todo), al igual que comprar cosas que no
necesitas para sentirte mejor por un asunto interior que no estás enfrentando.
Trata de cambiar a todos
a tu alrededor.
El mundo debería
girar en torno tuyo. No dejes que nadie te convenza de lo contrario: si alguien
se comporta de manera que no apruebes, haz que lo sepa. Tú no eres el problema,
son ellos.
Quéjate.
Fíjate siempre en
el lado negativo de todo lo que se te presente, y busca que los demás también
lo vean. Eso te hará parecer más inteligente con los pocos que quieran
escucharte hablar de todo lo que detestas.
Vive en el pasado.
Todas esas
horribles memorias de infancia y adolescencia son lo más preciado que tienes,
el único lugar al que tienes derecho. Olvida el presente: vive tu vida como si
recordaras la vida frustrada de alguien más.
Obsesiónate con el
futuro.
Pensar en el
pasado eventualmente te agotará. Cuando quieras quitarte un poco de estrés,
piensa en todo lo terrible que te espera en el futuro: todas las tragedias,
todos los malentendidos, todo lo que podría salir mal.
Mantén relaciones
tóxicas.
Frecuenta la
compañía de gente que, como tú, odie lo que hace y viva atado a reproches del
pasado. Prefiere especialmente a aquellos que no crean en tus talentos, que no
dejen de reprocharte cosas, que quieran que cambies quién eres para “poder
amarte”.
No confíes en nadie.
Recuerda: el mundo
gira en torno a ti, así que todos están esperando la manera de aprovecharse de
ti. Sin embargo, procura comportarte hipócritamente, para que nadie sepa que en
realidad guardas profundas sospechas sobre ellos.
No te cuides.
El cuerpo es un
parque de diversiones desechable que puede ser educado para dormir poco y mal,
no hacer ejercicio, comer comida chatarra y procesar alcohol en lugar de agua.
Cuando te enfermes, la ciencia ya habrá encontrado una solución para tu
problema.
No le digas a la
gente que quieres, que los quieres.
Recuerda que la
gente quiere aprovecharse de ti. Amar a alguien es peligroso. Lo mejor es ir en
contra de esos violentos sentimientos y cambiarlos por una pasiva
condescendencia, por una tolerancia distante o simple y llanamente por
indiferencia.
Tomado de plano sin fin.
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