Conocí la visión andina de la vida hace casi dos
décadas. Desde ese tiempo, la Gran Madre, la Pachamama me invitó a mirarla con
nuevos ojos. Hoy día, la importancia tan fundamental que tiene la relación con
la madre, en todos los ámbitos es cada vez más clara. Bert Hellinger, creador
de las constelaciones familiares dice que Madre y Vida son lo mismo. Tal cómo
la relación con la madre, así es la vida.
Aquel que rechaza a la madre, rechaza la vida.
Muchas personas viven sin propósito, sin pasión, con miedo de vivir y miedo de
morir. Quien pierde a la madre en su corazón, pierde la vida y adelanta su
muerte. Toda pérdida que hayas tenido es una pérdida de tu madre, de igual
modo, toda ganancia es una ganancia de la madre.
Hoy, haz una revisión de la situación en que se
encuentra tu vida. Te guste o no, algún día tendrás un encuentro cara a cara
con la muerte, y tu vida pasará ante tus ojos. En chamanismo hablamos de “muerte
lúcida”, una manera de experienciar lo que ocurre durante la muerte,
quedándonos vivos.
Si al repasar tu vida encuentras episodios, acciones,
relaciones o vivencias que no te dan felicidad, hoy o cualquier otro día,
cierra los ojos y di en un susurro:
“SI MAMÁ…SOY TU HIJO (A)…BENDICEME…”
“GRACIAS…HE TOMADO TU BENDICIÓN Y ESO ME
BASTA…”
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