Cuando una situación se me repite una
y otra vez, cuando en alguna área de mi vida tengo un conflicto y pasan los
años y sin embargo, ese tema sigue siendo una problemática en mi vida, cuando
siento que remo contra la corriente o tropiezo una y otra vez con la misma
piedra, cuando algo que le resulta fácil a mucha gente y para mi es demasiado
complicado… Definitivamente me encuentro ante la presencia de un programa
inconsciente que está controlando mi vida.
Seguramente sabes que la ciencia admite que
somos consciente solamente un cinco por ciento, así que, imagínate por un
instante cuantas de las cosas que haces, piensas o sientes están controladas
por tu inconsciente.
Entre ellas encontramos los programas o
creencias que forman nuestro mapa mental y por lo tanto, vemos y percibimos el
mundo que nos rodea bajo esa visión, que solamente es nuestra. Y como la
alimentamos diariamente con nuestras emociones, se van haciendo realidad día a
día.
Nuestros programas inconscientes tienen sus
raíces desde tres vías:
-Las vivencias emocionalmente impactantes
vividas a lo largo de nuestra vida, incluyendo la infancia, que dejan
literalmente una huella en nuestra memoria inconsciente, en PNL se habla de
engrama, una especie de interconexión neuronal.
-El proyecto sentido, que es la impronta que
queda grabada en el bebé desde el momento de la concepción, durante los meses
de gestación y los primeros tres años de vida. Ya que nuestros padres nos transmiten
consciente e inconscientemente todos sus deseos y emociones, y esto puede
condicionar al adulto para toda su vida.
-Y finalmente, la tercera vía es el
TRANSGENERACIONAL o sea el árbol familiar. A través del inconsciente del clan
heredamos muchísimos programas que cumplimos fielmente al pie de la letra sin
darnos cuenta, es lo que denominamos reparación.
La reparación con algún miembro del clan es una
solución biológica de supervivencia, es una memoria muy primitiva de nuestro
cerebro reptiliano, que lo que busca es ser aceptado por el clan porque solos
nos morimos, nos comen los depredadores cuando salimos de la cueva.
Y se genera entonces desde nuestro nacimiento
una afinidad transgeneracional con algún miembro de nuestra familia, con algún
tema no resuelto o no elaborado por él y esto puede verse en nuestra vida a
través de fechas, situaciones o comportamientos.
Existen muchas formas de reparar, puedo estar
haciendo o viviendo las mismas situaciones, o teniendo las mismas actitudes que
esa persona, o puedo vivirlo desde la polaridad, haciendo lo contrario. Por
ejemplo: puedo estar reparando la historia de una abuela que tuvo 8 hijos y que
en realidad no deseaba tenerlos, solo los tenía por sumisión o vivió la muerte
de varios de ellos, por lo tanto fue muy dolorosa su maternidad, yo puedo estar
reparándola no teniendo hijos o no teniendo pareja (siento que nadie me mira,
no me funcionan las parejas, etc.), ya que el fin último de la biología es la
reproducción.
Esto puede darse con temas de dinero, de
trabajo, de profesiones, de enfermedades, divorcios, depresiones, etc.
El árbol tiende a repetir una y otra vez
problemáticas a través de lo que se denomina el síndrome de aniversario, hasta
que finalmente alguien logre hacer consciencia y deje de reparar, de esa forma
se liberan todos, vivos y muertos, porque finalmente alguien a consciencia
podrá hacerlo diferente y eso es lo que busca la fuerza del clan.
A través de las fechas de nacimientos y de
muertes, así como también los nombres, podemos ver cuál es el tipo de afinidad
que tengo con algún familiar: si soy doble, heredero universal, yaciente, línea
maestra.
Todos estos temas los estaremos abordando paso a
paso, en el próximo taller TRANSGENERACIONAL.
Fabiana Raso
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