Según Jung, la sincronicidad consiste
en dos o varios acontecimientos relacionados significativamente de un modo no
causal conocido.
Trata de responder al
siguiente cuestionario con un sí o un no:
1) Llegabas tarde a alguna
parte, pero todos los semáforos se han ido poniendo verde a su paso.
2) Pensabas llamar por
teléfono a alguien y esa persona le ha llamado antes.
3) Necesitabas dinero y éste
ha aparecido como por arte de magia: lotería, herencia, préstamo, trabajo…
4) Has encontrado aparcamiento
a la primera en la calle más ajetreada de la ciudad un sábado por la noche.
5) Descubriste de pronto
información que necesitaba desesperadamente.
6) Viste un amigo en un sitio
totalmente inusual.
7) Hallaste un objeto perdido
de forma inesperada.
8) Experimentaste una
serie de coincidencias que te llevaron a un lugar particular
9) Estuviste en el momento
adecuado para rescatar a alguien o ha sido rescatado por casualidad.
10) Te enfrentaste con una
dificultad para luego descubrir que era positiva para ti.
11) Pensaste en una pregunta y
recibió la respuesta justa en la radio, la televisión, un cartel publicitario o
la conversación con otras personas.
12) Descubriste que una
coincidencia confirmaba la dirección en la que ibas.
¿Cuántos “SÍ” tenemos?:
0-4
Aún
no se ha abierto a la magia de la sincronicidad.
5-8
Ha
empezado a notar que ahí afuera pasa algo interesante.
9-10
Sigue
los signos y presta atención a su entorno.
11-12
Está
preparado para enseñar a otros cómo entrar en el flujo de la vida y percibir
las coincidencias.
Fuente:
“Conectar con el fluir de la vida” (Charlene Belitz y Meg Lundstrom),
EDAF
No hay comentarios:
Publicar un comentario