La
fuerza ancestral y la sanación.
El vocablo Chamán deriva de
la palabra tangus que significa sacerdote, curandero, o sabio capaz de curar enfermedades
por vía de la relación que tiene con la naturaleza, y el conocimiento que por
ella le llega. La sintonía del Chamán con las energías sutiles, le permite
servir de canal para expresarlas en el mundo físico.
El Chamán reconoce y respeta
las leyes espirituales, las leyes del universo, y los ciclos de la naturaleza,
por lo que se mantiene en armonía con ellas. Conoce el valor del toque de las
manos, la palabra, los cantos, el sonido, los rituales, y ceremonias mágicas,
por lo que mantiene su cuerpo puro. De este modo, cuida la calidad de las
energías de sus centros.
Tanto el chamanismo como
las constelaciones familiares sostienen la honra y el agradecimiento a los
ancestros, como vía de mantenernos en el lugar que nos corresponde para
disfrutar el propio destino. La sanación guarda escasa relación con la remisión
de los síntomas físicos, refiriéndose más
bien al retorno a un estado de armonía
con nosotros mismos, con la familia, la comunidad, y la naturaleza.
Para estos sanadores, el
regreso al estado de bienestar puede ir, o no ir, acompañado de la curación
física, e incluso puede llevarnos a la muerte. Ellos han comprendido que la
vida y la muerte son dos aliados de igual valor. Un curandero indio lo expresa
de esta forma: “Con la medicina del hombre blanco, uno sólo vuelve a ser como
antes; con la medicina india, uno puede llegar a ser incluso mejor”.
Información:
Días: Viernes 29 al domingo 1ero de diciembre.
Facilitadora: Karina
Pereyra.
Lugar: Be live. Punta Cana
Inversión: R.D. $15,000*
Teléfono: 809-482-2845.
Nota: Los cupos son limitados. Solo se
reciben reservas con abono económico
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