Cuenta una
historia que un estudiante recorrió el mundo para conocer y aprender de un gran
sabio. Luego de conocer a su maestro, el estudiante inmediatamente comenzó a
decirle todos los conocimientos que había adquirido en su viaje. Mientras el
maestro escuchaba atentamente, le sirvió una taza de té al pupilo. El
estudiante tomó un respiro de tanto hablar y observó que la taza se había
llenado y sin embargo el maestro continuaba sirviendo.
-"Maestro, mi taza está llena. ¿Por qué continúas sirviendo?" preguntó el estudiante.
-"Maestro, mi taza está llena. ¿Por qué continúas sirviendo?" preguntó el estudiante.
-"Eres muy
parecido a esta taza" dijo el sabio. "Tan lleno de conocimiento que
hay poco espacio para el crecimiento".
-El estudiante
había recibido su primera lección por parte de su maestro: El comienzo de la
sabiduría es saber que no sabes.
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