“Algunas personas, sumergidas en las brumas de sus
egos, convierten al otro, sin verlo como realmente es, en una pantalla de sus
proyecciones. (…) En un momento dado, el Yo personal emerge de su autismo y
puede escuchar, ver al otro, lo otro limpio de sus proyecciones neuróticas.
Entonces cesan las interpretaciones, ya nada es convertido en el símbolo de
angustias psicológicas, las cosas son como son. En el budismo zen se dice que,
para quien se ilumina, la montaña es otra vez una montaña y el río. otra vez un
río.”
Alejandro
Jodorowsky; “Cabaret místico”.
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