El Palo Santo, cuyo nomnre científico es Bursera
Graveolens, es de la familia de las Burseráceas como el incienso. Este árbol es
oriundo de Sudamérica, especialmente Ecuador y Perú. Tiene un aroma
sorprendentemente intenso y penetrante, con un toque sutilmente cítrico,
ligeramente dulce.
La madera de Palo Santo que se comercializa proviene
de los árboles que han finalizado su ciclo de vida y “caen” de forma natural.
Misteriosamente, la madera del árbol recién cortado carece del olor característico.
Cuando el árbol “muere”, se inicia un proceso
alquímico de transformación espóntanea que dura de 3 a 4 años. Sólo después de
ese tiempo, la madera adquiere características aromáticas y curativas, por lo
que no se tala ni un solo árbol.
Usos:
-Rituales de limpieza y purificación, ustilizado desde
tiempos inmemoriales por curanderos y chamanes andinos y amazónicos,
-Relajante, su olor es muy agradable y produce una
sensación de bienestar.
-Levanta el estado de ánimo, se usa en casos de
gripe, alergias, dolor de cabeza y de huesos;
-Repelente de mosquitos, el olor cítrico desagrada a
los zancudos.
-Facilita la conexión con lo sutil, encamina hacia
lo sagrado, lo “indescriptible”, y lo insondavble.
Modo de empleo:
Exponer el palo al fuego hasta que arda, déjalo
quemar durante unos segundos y luego sopla hasta que se detenga la quema y sólo
de humo. El aroma llegará a todo el ambiente cercano.
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