Anualmente,
en la luna llena de Tauro (mayo) se celebra el Festival de Wesak, en el que la
Tierra recibe las bendiciones de Dios, por mediación del Buda y del Cristo.
Según la leyenda, este evento ocurre en un pequeño valle del Tibet, más allá de
los Himalayas.
En Wesak
nos guían de la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad. Toda la
ceremonia toma sólo ocho minutos. Año tras año, estos dos Grandes hijos de Dios
nos bendicen y facilitan nuestro despertar.
A través
del Buda, se derrama la sabiduría de Dios, y a través del Cristo, se manifiesta
el amor de Dios a la humanidad. Además del día del festival, los dos días
anteriores y posteriores al Wesak contienen una potencia muy alta de Luz, que
podemos tomar en forma de bendiciones.
Esta
sabiduría y este amor fluye sobre la humanidad cada luna llena de mayo. Podemos
establecer nuestra intención de recibir plenamente las energías de esta temporada, compartir
con otros que estén en el camino de la iluminación, aprovechar las
oportunidades de Wesak para acelerar nuestro despertar, abrirnos a todo lo
que podemos ser, y servir a los propósitos de la Luz para crear un mundo de
amor, mientras continuamos el viaje de descubrimiento de nuestra naturaleza
divina.
Este es el momento que nos recuerda a nosotros mismos que “Somos
Uno con la Luz de Dios”.
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