Tradicionalmente, el 24 de junio es un momento
para la purificación. El sentido de la purificación es librarnos de la energía
negativa que acumulamos por la resistencia que ofrecemos a lo que es, y la
energía negativa que absorbemos de personas y/o lugares con los que hemos
entrado en contacto.
Algunas prácticas para la purificación acostumbradas en la
tradición son:
- La auto-limpieza o purificación del ser en playas y ríos.
- Saltar sobre una hoguera o un caldero para lograr protección, fertilidad, salud, dicha, y fuerza para llegar a la cosecha de otoño.
- Quemar símbolos de aquello de que necesitamos purificar.
- Ungir el cuerpo con aceite como símbolo de bendición.
- Meditar, respirar profundamente, y comer frugal a fin de purificar la mente, las emociones y el cuerpo.
- Parase en una ráfaga de viento y visualizar como el viento se lleva la negatividad, bloqueos y resistencias.
- Usar mezclas de hierbas como albahaca, romero, yerbabuena, etc en un baño.
- Llevar un plato de sal a la bañera, frotar el cuerpo con la sal, mientras visualizamos la negatividad como manchas negras que al ser frotadas por la sal se desprenden, y se van por el desagüe junto con el agua.
- Tocar algún instrumento; tambores, maracas, flautas, etc.
- Hacer un "sahumerio", prender incienso y pasarlo por todo el cuerpo, visualizando como las energías paralizadoras se alejan con el humo del incienso.
- Limpiar energéticamente los espacios; casa, habitación, oficina, vehículo, etc y deshacernos adecuadamente de las energías perturbadoras encontradas.
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