“En las antiguas tradiciones mágicas se ha
dado siempre una gran importancia a la palabra. Así, cuando un mago lucha para
combatir una enfermedad recita encantos, y las religiones hacen uso de rezos,
oraciones en voz alta, votos, mantras, etc. La constante repetición de ciertas
palabras sagradas unifica la mente, sacándola del círculo vicioso de su continuo
diálogo interior. Una nueva idea, repetida con fe y voluntad, puede abrir
puertas en la cárcel mental que provoque la necesaria mutación liberadora”
Cada vez que te aqueje un temor, Alejandro Jodorowsky
propone que repitas en voz alta estos encantos psicomágicos:
TENGO MIEDO…
A Cambiar:
Para avanzar por el camino de la
Conciencia,
debo aceptar la muerte de las concepciones
que tengo de mí mismo.
A desear:
La energía sexual es sagrada.
Dejo de negarme a mí mismo y de ocultarme.
A enfermar:
Las enfermedades corporales son maestras
que pueden curar mis enfermedades del alma.
A envejecer:
El tiempo es mi aliado,
me aporta sabiduría
A fracasar:
Todo es fracaso porque nada es eterno.
El único triunfo verdadero es
la realización de mi Conciencia.
A la humillación:
Si venzo mi orgullo,
nadie me puede humillar
A perder la
seducción:
Si me libero de mis deseos,
la seducción me parecerá inútil.
A la noche:
La noche siempre está unida al día.
A la pobreza:
La creatividad del Ser Esencial
es mi riqueza.
A la soledad:
Si me abro al mundo,
todo me acompaña.
A la muerte:
La muerte es una ilusión del ego
individual.
El universo del que yo formo parte es
eterno e infinito.
De una forma u otra, existiré siempre.
A la violencia:
Dominaré mi propia agresividad,
dejaré de proyectar mi cólera en el mundo.
A no poder
comunicar:
Mi Dios Interior conoce todos los
lenguajes.
A no poder resistir
la verdad:
Lo que la Verdad destruye en mí es la
escoria,
lo que no soy, los límites implantados por la
trampa del pasado.
Dejaré afirmar mi ego,
me entregaré a mi Ser Esencial.
A no progresar:
Si me identifico con el universo,
me uno a su incesante expansión.
A no ser deseado:
El universo me ha dado la fuerza de nacer.
La Conciencia divina me desea.
A no ser lógico:
El universo no obedece a leyes lógicas.
La “Lógica” del cerebro humano es “locura”
para el universo.
A perder la
definición:
La suma de todas las definiciones es mi
definición.
Incluso la no definición me define.
A perder la identidad:
Los límites de mi ego sólo son útiles por
cierto tiempo,
no debeo aferrarme a ellos creyendo que son
mi identidad.
Mi mente, obedeciendo a los proyectos del
futuro,
luchará por expandirse, hasta llegar a ser
lo que es:
Conciencia cósmica.
A perder mis
capacidades:
Mi Dios Interior es inextinguible.
A que me roben:
Lo que me pueden robar, nunca fue mío.
El Ser Esencial es permanente.
A ser decepcionado
en el amor:
Mi certeza emocional es amar sin ser amado.
A ser desfigurado:
Si no me identifico con mi cara,
me integro en la impersonalidad
de mi indestructible Ser Esencial.
A ser estéril:
En todo momento el infinito me insemina.
El Alma es mi hija suprema.
A ser encarcelado:
Sólo me pueden encarcelar el cuerpo,
mi espíritu es esencialmente libre.
A ser herido,
amputado, disminuido físicamente:
Soy un espíritu que tiene un cuerpo,
y no un cuerpo que tiene un espíritu.
Aunque pierda todo mi cuerpo,
continuaré existiendo en otra dimensión.
A ser invadido:
Soy infinito, el universo es mi cuerpo.
A ser violado:
Vejar mi carne no es ensuciar mi
espíritu.
A ser violado:
Si dejo de identificarme con mi ego
(el vacío donde temo caer),
mi Ser Esencial cae en mí.
Extraído de:
"Manual de psicomagia. Consejos para sanar su vida", de
Alejandro Jodorowsky
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