domingo, 22 de septiembre de 2013

La prosperidad solo llega cuando decimos “si” a nuestro destino.


-Maestro, me pregunto cómo progresar, cómo actuar en las adversidades, cómo administrar un poder, como comprender a los otros, cómo vengarme. Necesito sus consejos.

-Si quieres progresar, no tomes ejemplo de aquella vela, que viendo la inmensa luz del sol pretendió ser cómo él, colocándose a su lado. ¡Fue derretida!


En cambio otra vela, sin delirios de grandeza, en la sombra de un cuarto, logró encender su mecha y dar luz durante el plazo de vida que el destino le había concedido…quien puede guardar su calma en medio de las adversidades es porque asiente a su destino, eso es vivir en prosperidad. 

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