No corras
desatinadamente intentando sanar a todos tus amigos. Haz tu propio trabajo
mental y sánate a ti mismo. Eso será más benéfico que ninguna otra cosa para
quienes te rodean.
No podemos
hacer que los demás cambien. Sólo podemos ofrecerles una atmósfera mental
positiva donde tengan la posibilidad de cambiar si lo desean. No es posible
hacer el trabajo por otra persona, ni tampoco imponérselo.
Cada persona
está aquí para aprender sus propias lecciones y no les servirá de nada que se
las demos resueltas, porque tiene que pasar personalmente por el proceso vital
necesario para aprenderlas.
Lo único que
podemos hacer por los demás es amarlos y dejar que sean quienes son, saber que
su verdad está dentro de ellos y que cambiarán cuando quieran hacerlo.
Louise Hay.
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