Es una palabra de origen sánscrito que significa
hacerse amigo de uno mismo, despertar al amor incondicional hacia sí mismo,
asentir a quien se es. Es mucho más
que autoestima, es autoafecto, autovaloración, disposición a cuidar de sí
mismo, autoternura, plena aceptación, cuidado de nuestra dignidad. Implica el
trato amable hacia quien se es en una actitud cotidiana de benevolencia.
Es ejercer la no-violencia dentro de uno mismo, para vivir una cultura de gentileza, bondad y
paz. Es mirarnos con compasión y amor para construir una vida plena de
significado. El proceso de ser
amigables con nosotros mismos comienza con una mirada compasiva hacia lo que emerge mientras tomamos
conciencia de aquello que somos y hacemos.
Al asentir a nuestras luces y sombras iniciamos un proceso de
transformación, donde el organismo recupera su capacidad innata para
autorregularse y desarrollarse hacia su mayor potencial. Además, retomamos el
contacto con nuestras necesidades genuinas, aprendemos a escuchar al cuerpo,
calmamos la mente, y la energía restaura su fluir natural, lo que nos fortalece
de modo tal que se facilita el logro de lo que deseamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario