El Sol
recién ha ingresado en Piscis, el último signo del Zodiaco, en él, el astro rey
amalgama todas las características de los 11 signos anteriores y forma una
nueva unidad. El Sol está a punto de terminar así su recorrido anual. Estamos,
dicho de otra forma, cerca, muy cerca de iniciar un nuevo año zodiacal.
Este martes
18 de febrero el Sol inició su travesía por el mundo oceánico de los Peces, su
travesía terminará el 20 de marzo, cuando se encuentre ya brillando en el signo
del Carnero. Con la entrada del Sol en Piscis, el frío invernal va poco a poco
mermando en el Norte y la promesa de la Primavera se siente cada día más, en el
Sur, el calor del verano va quedando poco a poco, y se inicia los preparativos
para darle la bienvenida al Otoño. Vemos así que Piscis es un signo de
transición entre dos estaciones, a este grupo formado por cuatro signos, se le
ha dado el nombre de signos mutables.
Los signos mutables además de ser
los representantes de ese mes de transición estacional, poseen otras características
en común, la más notoria, es la capacidad de adaptación. Son signos inquietos,
incluso el propio Virgo, representante mutable del elemento tierra, es el menos
rígido de este elemento.
Sagitario y
Géminis son los otros dos signos mutables, y aunque su adaptabilidad a simple
vista es más vistosa que la de Virgo, ninguno de estos tres se compara a la
manera en que Piscis se ajusta, se transforma según su entorno. Por eso,
durante este tránsito solar por este signo acuático, es muy probable, que
estemos demostrando una y otra vez que somos capaces de nadar a favor o en
contra de cualquier corriente.
Los signos
mutables también son signos duales, Géminis, el primero de ellos se debate
entre la dualidad de ser y pensar, su mundo aéreo lo hace ser el más racional
de estos cuatro signo. Virgo, vive en la dualidad del mundo práctico y el
personal, es la dualidad humana entre comportarse o no de forma gregaria.
Sagitario, lucha con la bestia interior, el Centauro pasa en duelo constante
entre la ferocidad animal y la compasión humana.
Sin embargo,
la complejidad de Piscis es suprema, este signo, como mencioné anteriormente,
es en sí, una amalgama de todos los 11 signos anteriores, su dualidad, es la
sempiterna batalla entre el “todo y la nada”, sin embargo, al final Piscis
descubre que el todo y la nada son exactamente lo mismo.
Por eso,
muchas veces el paso del Sol por Piscis, tiende a crear cierto grado de
confusión en algunas personas, por lo general, aquellas que no poseen mucha
actividad en sus cartas natales, relacionadas con Piscis, Neptuno o la casa 12.
El Sol es
sin duda alguna la fuente de vida en la tierra, es nuestra estrella más
cercana, es luz y calor, por eso, se le relaciona astrológicamente con nuestro
Ego, con el deseo de separarnos de los demás, de subirnos en un pedestal y
proclamar ante todos nuestra individualidad.
El sentido
heroico se manifiesta con mucha facilidad en aquellos con fuertes aspectos
solares, o incluso en los nacidos bajo el signo de Leo (regido por el Sol) o en
Aries (signo de exaltación del Sol). El Sol en cambio en Piscis, es un sol
paradójico, pues esa gran masa de fuego ha caído en el signo más acuático de
todos y como sabemos el fuego tiende a apagarse cuando está en contacto con el
agua.
Sin embargo,
lo que no todos saben, o no han prestado atención, es que luego del paso solar
por un signo acuático, el Sol renace en un signo de fuego, en este caso, el
nacimiento es muy evidente, pues Aries, además de ser el signo de exaltación
del Sol, es el signo de los inicios.
Así que
vemos en esta analogía que el Sol en tránsito por Piscis, se encuentra, de
alguna manera en un proceso previo al nacimiento, algo planea, algo se está
gestando. Piscis para aumentar aún más el sentimiento paradójico es el signo de
la fusión, en el cual todo tiende a ser UNO.
El ego se
disuelve, el ídolo baja del pedestal y se da cuenta que es simplemente uno más.
Es la misma paradoja de los peces nadando en sentido contrario, peces que en
apariencia no van hacia ningún lugar, pero, que en realidad sin darse cuenta
han estado en todos.
Piscis se le relaciona con la
casa 12 de toda carta astral, una casa con un significado complejo e incluso
místico, se le involucra con tantos temas, desde los encierros (cárceles y
hospitales, entre los favoritos), la perdida de la cordura, el tiempo de Ocio,
la vejez, lo paranormal.
Pero, de
todas esas posibilidades, para mí, la casa 12, al igual que Piscis y Neptuno,
son simplemente, el mundo de nuestros sueños, el de todas las posibilidades, un
mundo en apariencia intangible pero tan real, como el mundo que crees que te
rodea. Por esta razón, ante la pregunta que seguro te estás formulando en este
momento: ¿Qué será eso que se gestará durante este mes pisciano? ¿Qué será eso
que está a punto de nacer? Te diré que la respuesta es muy simple…
Lo que ha de
nacer, lo que hemos de retomar y convertir en realidad son todos esos sueños
truncados, sueños que en su momento por falta de tiempo, de incentivos (ya sean
estos emocionales o materiales) quedaron en el olvido. El Sol en Piscis
representa ese deseo de materialización, de trabajar desde bambalinas para
convertir todo en realidad.
Además el
Sol pisciano te dará grandes oportunidades al encontrarse en conjunción con
Neptuno su regente (23 de febrero), la realidad será tan soñada que te
pellizcarás para ver si sueñas o no. Estará en conjunción con Quirón también (3
de marzo), se encuentran respuestas porque estamos listos para aprender y
aplicar las lecciones a nuestro diario vivir.
Este Sol
también estará en trino con Júpiter rx en Cáncer (28 de febrero), las
oportunidades están ahí, el mar te hará participe de sus riquezas siempre y
cuando tengas fe y creas que eres merecedor de ellas y finalmente nos
encontramos con un Sol pisciano en trígono con Saturno rx en Escorpio(13 de marzo),
sé paciente, mantén la certeza de que cuando trabajas arduamente por algo
siempre terminarás obteniéndolo, lo que es tuyo siempre lo será, pero,
necesitas momentos para reafirmarlo y si es necesario ajustar la estrategia,
necesitas transformación y eso lo obtendrás con el sextil de este Sol pisciano
con Plutón en Capricornio (3 de marzo)
Sin embargo, Durante este
tránsito el Sol estará por tercera vez (en muchos años) en conjunción con
Neptuno, señor de los siete mares, regente indiscutible de Piscis. Y para mí es
esta conjunción la que hará siempre de este paso solar por Piscis, uno de los
momentos más alucinantes de todo el año, aunque puede ser que esta conjunción
te haga sentir sumido en un trance, será una conjunción que despertará en ti,
todas esas ideas que habías desechado.
Sí, el Sol
una vez más ha llegado al Mar, pero, no es un mar cualquiera es el Mar de tus
sueños, en él, una ola va y se lleva tus frustraciones y otra te trae de nuevo
la esperanza y las ideas que necesitas para que puedas empezar un próximo año
zodiacal enfocado en recuperar lo que habías perdido: “TU CAPACIDAD PARA SOÑAR
“.
Es la
disolución total, lo que encontramos con el Sol en Piscis, una disolución
homogénea en la que la parte y el todo son la misma como lo son las gotas del
agua al mar. Una disolución oceánica en las que tú eres parte de tus sueños
como ellos son parte de ti.
Fuente: D.
B. Gómez - Mónica de Luca