Cerrad los ojos.
Nos imaginamos a dos personas ante nosotros. Una para la vida y otra para la muerte. Pero no sabemos quién representa a quién. Nos exponemos a las dos en la misma medida y esperamos.
(Silencio)
Esperamos hasta que nosotros y las otras dos nos veamos abarcados por un movimiento y lo acompañamos, siempre somos acogidos todos por un movimiento que nos lleva.
Eso es caminar con el espíritu. O más bien, el espíritu nos permite andar con él y esto nos lleva a unas dimensiones increíbles.
¿Quedó claro el trasfondo, el movimiento?
Bert Hellinger.
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