El
rostro mate, los ojos oscuros y profundos, Tiene la majestad de una reina y
está en silencio. María la virgen es la que gesto, en su condición de humana, a
aquello que es más que humano, al Cristo. Por eso guarda silencio y es dueña del
más grande secreto que atesoran los alquimistas. Dios la eligió pata tener su
experiencia iniciática mas perturbadora ¡su propia encarnación!
Hania
Czajkowsky; “La conspiración de los alquimistas”.
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