Una
vez establecida la pareja, sus miembros dejan de ser libres y el vínculo que
formaron perdura para toda la vida. Aún si algún día llegan a separarse. Creer
que uno vuelve a ser libre cuando se separa
es una ilusión. No es algo sobre lo que realmente tenemos control. Tomar
una decisión no es suficiente. Nos podemos divorciar, separar, romper la unión,
olvidar a la persona, etc, pero la unión seguirá.
Lo que no podemos hacer desaparecer es el impacto
que dejó su energía en nuestras vidas. Es como mezclar naranja con zanahoria en
un jugo. Lo que resulta es la combinación de ambas naturalezas, pero ninguna
volverá a ser lo que era originalmente, ya que se formó una nueva naturaleza
con la mezcla. Podemos añadirle más cosas, pero no podemos regresar a lo que
fue originalmente…
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