domingo, 19 de febrero de 2023

Dios prospera



¿Qué me sostiene? 

¿En dónde me refugio cuando siento cansancio o angustia? 

¿Dónde busco apoyo cuando no encuentro sentido a lo que vivo? 

Dios es la Paz en la que descanso.

Si salgo con una amiga, voy al terapeuta o pongo una película buscando alivio de lo que me angustia, invito a Dios para que me hable a través de mi amiga, el terapeuta o la película.

¡La respuesta siempre llega de forma clara!

El cansancio, la angustia o el vacío continúan cuando uso la vida material para escapar, cuando uso a la forma como sustituto del Amor, y no escucho el mensaje de Dios en lo cotidiano.

El Amor de Dios me sostiene en cada cosa que pienso, siento y hago.

Nada me falta en unión a la Fuente.

Mi Fuente de suministro es ilimitada y es bondadosa.

El Salmista afirma que aquellos que saben que el Amor de Dios les sostiene, “serán como un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que dan fruto en su estación, cuyas hojas no caen, y todo lo que hacen prosperará. (Salmo 1:3)

Hoy, afirmo que “el Amor de Dios es mi sustento” (lección 50 UCDM)

jueves, 16 de febrero de 2023

Manifestar es lo natural


Muchas veces nos preguntamos qué hace que deseando algo no nos ocurra. ¿Cómo podría dar frutos una rama que se ha separado del árbol? 

 

Jesús recuerda que “la rama no puede dar fruto por sí sola”, sin embargo, cuando permanece unida a la vid, dar frutos es lo natural. ¡Ocurre sin esfuerzo!

(ver Juan15:4-5).

 

Cualquier límite es separación. Si hay esfuerzo, estamos intentando dar frutos separados del amor, apartados de la Fuente. Actuar desde la fuerza es la evidencia de que hemos escogido al ego, en vez de elegir la confianza.

 

La fuerza es separación.

La fortaleza es unión.

 

Sentirnos indignos, incapacitados, insuficientes, no-merecedores, o cualquier otra forma de miedo, tiene su origen en la creencia de que debemos hacer que suceda por nuestra propia cuenta.

 

Hoy, digo con dulzura: “Dios es la fortaleza en la que confío” (lección 47 UCDM)

sábado, 16 de enero de 2021

lunes, 4 de enero de 2021

Lección #4 UCDM (Un Curso de Milagros)

 


LECCIÓN 4

 

Estos pensamientos no significan nada. 

Son como las cosas que veo en esta habitación.

 

1. Estos ejercicios, a diferencia de los anteriores, no comienzan con la idea de hoy. 2Da comienzo a estas sesiones de práctica observando los pensamientos que crucen tu mente durante un minuto más o menos. 3Luego aplícales la idea. 4Si ya eres cons­ciente de pensamientos que no te hacen feliz, úsalos como sujetos para la idea. 5No selecciones, no obstante, sólo los pensamientos que a tu parecer son "malos”. 6Si te acostumbras a observar tus pensamientos, descubrirás que éstos representan una mezcla tal, que, en cierto sentido, a ninguno de ellos puede calificársele de "bueno" o de "malo". 7Por eso es por lo que no significan nada.

2. Al seleccionar los sujetos para la aplicación de la idea de hoy, se requiere la acostumbrada especificidad. 2No temas usar pensa­mientos "buenos" ni "malos". 3Ninguno de ellos constituye tus pensamientos reales, los cuales se encuentran ocultos tras ellos. 4Los "buenos" no son sino sombras de lo que está más allá, y las sombras dificultan la visión. 5Los "malos" son obstáculos para la visión, y, por lo tanto, te impiden ver. 6No te interesan ni unos ni otros.

3. Éste es un ejercicio importante, y se repetirá de vez en cuando de forma ligeramente distinta. 2Nuestra meta es entrenarte en los primeros pasos hacia el objetivo de poder separar lo que no tiene significado de lo que sí lo tiene.3Representa el primer esfuerzo en el objetivo a largo plazo de aprender a ver que lo que carece de significado se encuentra fuera de ti, y lo significativo dentro. 4Es también el comienzo del entrenamiento que le permitirá a tu mente distinguir entre lo que es lo mismo y lo que es diferente.

4. Al usar tus pensamientos como sujetos para la aplicación de la idea de hoy, identifica cada uno de ellos por la figura o aconteci­miento central que contenga. aPor ejemplo:

 

2Este pensamiento acerca de _______    no significa nada. 3Es como las cosas que veo en esta habitación, (en esta calle, etc.].

 

5. Puedes aplicar la idea asimismo a cualquier pensamiento en particular que reconozcas que es perjudicial. 2Esta práctica es útil, pero no sustituye al procedimiento de selección más al azar que debe seguirse al llevar a cabo los ejercicios.3En cualquier caso, no examines tu mente por más de un minuto. 4Aún no tie­nes suficiente experiencia como para poder evitar la tendencia a preocuparte innecesariamente.

6. Además, puesto que estos ejercicios son los primeros de su índole, tal vez te resulte especialmente difícil suspender todo jui­cio en conexión, con tus pensamientos. 2No repitas los ejercicios más de tres o cuatro veces al día. 3Volveremos a ellos más ade­lante.

 

Instrucciones para la práctica, de Robert Perry y Ally Watson

 

Propósito: 

 

Entrenarte a agrupar a todos tus pensamientos habituales, tanto “buenos” como “malos”, junto con todas las cosas que ves fuera de ti, en una sola categoría: no significan nada, y están fuera de ti (fuera de tu verdadera naturaleza). Esto abrirá tu mente al hecho de que hay otro reino diferente a aquel del que eres consciente, y que es completamente diferente, totalmente lleno de significado, y que se encuentra muy dentro de ti.

 

Ejercicio: 

 

Tres o cuatro veces (no más), de un minuto aproximadamente.

 

· Durante aproximadamente un minuto, observa tus pensamientos. Incluye tanto los “buenos” como los “malos”.

· Luego aplica la idea concretamente a cada pensamiento del que te hayas hecho consciente, diciendo: “Este pensamiento acerca de (nombre del personaje o acontecimiento) no significa nada. Es como las cosas que veo en esta habitación (en esta calle, etc.)”. Puedes también incluir pensamientos infelices de los que eras consciente antes del periodo de práctica. 

 

Respuesta a la tentación: 

 

Voluntaria.

 

Además de (no en lugar de) los ejercicios formales, durante el día utiliza libremente la idea como un modo de liberarte de pensamientos infelices concretos. Éste es el primer ejemplo de una práctica que se convertirá en un centro de atención del Libro de Ejercicios.  

 

Comentario:

 

La introducción al Libro de Ejercicios afirma: “El propósito del Libro de Ejercicios es entrenar a tu mente de forma sistemática a tener una percepción diferente de todas las cosas y de todo el mundo” (L. In.4:1). Esta lección empieza a enseñarnos a trabajar directamente con nuestros pensamientos, y lo primero que nos enseña es que no significan nada.

 

En esta lección se parte de la base de que somos muy inexpertos (5:4) y por lo tanto estamos completamente, o casi completamente, sin contacto con lo que la lección llama nuestros pensamientos reales (2:3). Los pensamientos a los que se refiere como sin significado son los pensamientos del ego. El Curso afirma que nuestras mentes están casi completamente “dirigidas por el ego” (T.4.VI.1:4). El tono de esta lección parte de esa base, por lo tanto, cualquier pensamiento en el que pienses puedes considerarlo como “sin significado”.

 

Nuestros pensamientos reales son los pensamientos del Cristo dentro de nosotros, y ésos sí que tienen significado (T.4.VI.1:7). Sin embargo, lo que nosotros llamamos “pensar” no es pensar (esto se aclara en la Lección 8). Nos hemos identificado con el ego. El ego es como un pequeño rincón de nuestra mente que hemos acordonado y separado del resto (T.4.VI.1:6), y nos hemos convencido a nosotros mismos de que es el todo. Los pensamientos que giran en este pequeño hueco de nuestra mente no representan para nada a nuestro verdadero Ser y, por tanto, ya sean “buenos” o “malos”, no significan nada. Cuando hayamos aprendido cómo mirar con claridad a estos supuestos pensamientos, nos daremos cuenta de lo vacíos que son (1:6-7).

 

Los pensamientos del ego ocultan nuestros pensamientos reales. Los “buenos” son sombras de los reales en el mejor de los casos, y las sombras hacen difícil que veamos. Los “malos” son obstáculos totales para la visión. “No te interesan ni unos ni otros” (2:6).  Darnos cuenta de que no queremos los pensamientos “malos” es bastante fácil, darnos cuenta de que no queremos los “buenos” es mucho más desconcertante y difícil. 

 

La lección se considera a sí misma “un ejercicio importante”, y promete repetir el ejercicio más adelante. Dice que el ejercicio es fundamental para tres metas de gran alcance y que sirve para empezar a llevar a cabo esas metas:

 

·  Separar lo que no tiene significado de lo que tiene significado.

·  Ver lo que no tiene significado como fuera de nosotros, y lo que tiene significado dentro.

·   Entrenar nuestra mente a reconocer lo que es lo mismo y lo que es diferente.

 

Primero, el ejercicio nos ayuda a aprender a distinguir los pensamientos sin significado de los   pensamientos con significado. Observa que existe un juicio en todo esto, incluso separación, aunque a estos dos términos normalmente se le da un sentido negativo. Esto de mirar a nuestros pensamientos es una forma de lo que el Texto llama el “uso acertado del juicio” (T.4.IV.8:6).

 

Segundo, aprendemos a considerar a los pensamientos sin significado como fuera de nosotros. Ahora podemos preguntarnos, si son nuestros pensamientos los que no tienen significado, ¿cómo es que los vemos fuera?, ¿no están los pensamientos dentro de nosotros? Aquí, yo creo, el Libro de Ejercicios quiere decir nuestro verdadero Ser cuando habla de “ti”. Nuestros pensamientos sin significado del ego no representan a nuestro verdadero Ser; en realidad no son parte de Él, sino que están fuera de Él.

 

Tercero, estamos aprendiendo a reconocer lo que es lo mismo y lo que es diferente. Pensamos que los pensamientos “buenos” son diferentes de los pensamientos “malos”, pero esta lección nos está entrenando a ver que todos ellos son realmente lo mismo, unos y otros son formas diferentes de locura. 

 

Al sugerir que podemos usar la idea de hoy para cualquier pensamiento en particular que reconozcas que es perjudicial (5:1), la lección introduce una nueva forma de practicar, que se volverá parte de su repertorio habitual. Además de las prácticas regulares de mañana y noche, podemos usar la idea como respuesta a cualquier tentación disfrazada en forma de pensamientos que nos causan daño.

 

Al avanzar, el Libro de Ejercicios te pide con mayor frecuencia que la respuesta a la tentación se convierta en una práctica habitual. Al pedir que hagamos la lección tres o cuatro veces, introduce la sesión del mediodía, añadida a las de la mañana y la noche.  

 

domingo, 3 de enero de 2021

Lección #3 UCDM (Un Curso de Milagros)

 


LECCIÓN 3

No entiendo nada de lo que veo en esta habitación.


1. Aplica esta idea de la misma manera que las anteriores, sin hacer distinciones de ninguna clase. 2Cualquier cosa que veas se convierte en el objeto adecuado para la aplicación de la idea. 3Asegúrate de no cuestionar si es adecuado o no aplicarle la idea a algo. 4En estos ejercicios no se trata de juzgar. 5Cualquier cosa es adecuada si la: ves. 6Tal vez algunas de las cosas que veas tengan una carga emocional para ti. 7Trata de dejar a un lado esos sentimientos, y simplemente aplícales la idea tal como se la aplicarías a cualquier otra cosa.


2. El objetivo de los ejercicios es ayudarte a despejar la mente de todas las asociaciones del pasado, para que puedas ver las cosas exactamente tal como se presentan ante ti ahora y también para que te des cuenta de lo poco que realmente entiendes acerca de ellas. 2Es esencial, por lo tanto, que tu mente se mantenga perfectamente receptiva y libre de juicios al seleccionar las cosas a las cuales vas a aplicar la idea del día. 3A tal efecto, una cosa es como cualquier otra: igualmente adecuada y, por lo tanto, igualmente útil.


Propósito: 

Retirar la espesa película de asociaciones pasadas que has proyectado, sobre todo, para que puedas volver a ver las cosas limpias y darte cuenta de que verdaderamente no las entiendes en absoluto.


Ejercicio: 

Dos veces, lo ideal sería por la mañana y por la noche, de un minuto de duración. Las mismas instrucciones básicas que en los dos días anteriores, pero la idea es diferente.


Observaciones: 

No hacer ninguna diferencia al seleccionar objetos es un reflejo directo del propósito de la lección, que es retirar de tu mente la película de interpretaciones que pones sobre todas las cosas y que pretende decirte lo que esas cosas son. Es esa misma película que pretende decirte que hay algunas cosas a las que no se aplica la lección. Por lo tanto, el acto mismo de aplicar la lección a cualquier cosa es también un acto de dejar a un lado esa película interpretativa.    


Comentario:

Si nada de lo que veo significa nada, y le he dado a todo lo que veo todo el significado que tiene para mí, entonces está claro que no entiendo nada de lo que veo. El Libro de Ejercicios está sentando las bases de nuestro aprendizaje. Para aprender una nueva comprensión de todo, tenemos que abandonar nuestra creencia de que ya entendemos.


Encuentro esta lección muy útil en muchas situaciones. Cuando sucede algo que yo interpreto como desagradable o molesto, puedo darme cuenta de que mi juicio de “desagradable” o mi molestia procede, no de la cosa o persona o situación, sino de mi imaginada comprensión de ella. Al repetir: “No entiendo nada de lo que veo…”, abro mi mente a una nueva comprensión: la del Espíritu Santo. A veces utilizo variaciones de esta idea, tales como: “No sé lo que esto significa” o “No sé de qué va todo esto”.


En el Curso, el comienzo de la comprensión es darse cuenta de que no entiendo nada.


Recuerda que éste es un ejercicio. ¡No intentes hacerlo a la perfección a la primera! Estás practicando darte cuenta de que no entiendes, lo que significa que estás en un estado mental que cree que entiende. Y eso es normal, está bien.

Lección #2 UCDM (Un Curso de Milagros)


LECCIÓN 2

Le he dado a todo lo que veo en esta habitación 

todo el significado que tiene para mí.


1. Los ejercicios que se deben llevar a cabo con esta idea son iguales a los de la primera lección. 2Comienza con las cosas que estén cerca de ti, y aplica la idea a cualquier cosa en la que tu mirada se pose. 3Extiende luego tu campo visual. 4Gira la cabeza de modo que puedas incluir lo que se encuentre a ambos lados de ti. 5Si es posible, da la vuelta y aplica la idea a lo que se encuentre detrás de ti. 6Sé tan imparcial como puedas al seleccionar los objetos a los que vas a aplicar la idea; no te concentres en nada en particular, ni trates de incluir todo lo que veas en una zona determinada, ya que eso causaría tensión.

2. Echa simplemente una rápida mirada a tu alrededor, tratando de evitar la selección de objetos en función de su tamaño, brillantez, color o material, o de la relativa importancia que tengan para ti. 2El simple hecho de ver un objeto lo convierte en tu selección. 3Trata de aplicar la idea con la misma facilidad a un cuerpo que a un botón, a una mosca que a un piso, a un brazo que a una manzana. 4El único criterio a seguir para aplicar la idea a algo es simplemente que tus ojos se hayan posado sobre ello. 5No trates de incluir nada en particular, pero asegúrate de no excluir nada deliberadamente.


Instrucciones para la práctica (Por Robert Perry y Ally Watson)

Ejercicio: 

Dos veces, preferentemente por la mañana y por la noche, de un minuto de duración.

Las mismas instrucciones básicas de ayer, sólo que usando una nueva idea. Al seleccionar objetos para hoy, mira a un lado y al otro y detrás de ti. 

Observaciones: 

Como en la lección anterior, ésta se centra en no hacer ninguna distinción en la selección de objetos. Los comentarios en el párrafo 2 sobre “evitar la selección de objetos en función de su tamaño, brillo, color, material o la importancia que tienen para ti” (2:1) son una breve referencia a la teoría del Curso de la atención selectiva. Según el Curso, somos muy selectivos en aquello a lo que atendemos. 

Prestamos atención a cosas que visualmente destacan y, por lo tanto, nos llaman la atención (M.8.1) y prestamos atención a cosas que valoramos (M.8.3:7). Fíjate en que estos dos factores (cosas que destacan a la vista y cosas que valoramos) están incluidas en la frase que acabo de citar. 

Esto conlleva que se nos pide que practiquemos la lección sin nuestra costumbre de atención selectiva, porque esa costumbre da por sentado que las diferentes cosas en nuestro campo visual son verdaderamente diferentes, y esta lección trata de enseñarnos que no lo son.

Comentario:

El significado de la lección de ayer está ahora un poco más claro: “Nada de lo que veo… significa nada” puede entenderse que dice: “Le he dado a todo lo que veo… todo el significado que tiene para mí” o lo que es lo mismo: no hay significado de por sí en nada de lo que veo.

La primera vez que practiqué la Lección 1, recuerdo que el primer objeto sobre el que se posaron mis ojos fue una excelente fotografía reciente de mis dos hijos. Al principio mi mente protestó al decir: “Esa fotografía no significa nada”, porque ciertamente significaba algo para mí. Pero a la mañana siguiente, con la Lección 2, empecé a entender lo que la lección intentaba enseñar. La foto, por sí misma, no tiene ningún significado en absoluto. Para la mayoría de las personas del mundo no significaría nada, pero para mí significaba algo porque yo le había dado el significado que tenía para mí.

Cuando empezamos a darnos cuenta de que nuestra percepción está formada por nuestras mentes, y no al contrario, puede ser una revelación sorprendente. Si esta lección te parece sin importancia o si te parece muy clara, la próxima vez intenta al aplicarla incluir en “todo lo que veo” a alguien que en tu percepción te está traicionando o mintiendo o abandonándote, intenta decirte a ti mismo que tú le has dado a la situación todo su significado. ¡No es tan poca cosa!

viernes, 1 de enero de 2021

Lección #1 UCDM (Un Curso de Milagros)


LECCIÓN 1

Nada de lo que veo en esta habitación 
[en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] 
significa nada.


1. Mira ahora lentamente. a tu alrededor, y aplica esta idea de manera muy concreta a todo lo que veas:


2 Esa mesa no significa nada.

3Esa silla no significa nada.

4Esta mano no significa nada.

5Este pie no significa nada.

6Esta pluma no significa nada.


2. Luego mira más allá de lo que se encuentra inmediatamente alrededor tuyo, y aplica la idea dentro de un campo más amplio:


2Esa puerta no significa nada.

3Ese cuerpo no significa nada.

4Esa lámpara no significa nada.

5Ese letrero no significa nada.

6Esa sombra no significa nada.


3. Observa que estas expresiones no siguen ningún orden deter­minado, ni hacen distinción entre la clase de cosas a las que se aplican. 2Ése es el propósito del ejercicio. 3La afirmación debe apli­carse sencillamente a cualquier cosa que veas. 4Al practicar con la idea del día, hazlo con total imparcialidad. 5No trates de aplicarla a todo lo que se encuentre dentro de tu campo visual, pues estos ejercicios no deben convertirse en un ritual. 6Asegúrate solamente de no excluir nada en particular.7Desde el punto de vista de la aplicación de la idea, una cosa es igual que cualquier otra.

4. Las tres primeras lecciones no deben hacerse más de dos veces al día, preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche. 2No deben pasar de un minuto más o menos, a no ser que eso cause una sensación de premura. 3Una cómoda sensación de reposo es esencial.


Instrucciones para la práctica

Fuente: Comentario a las lecciones de Robert Perry y Ally Watson


Propósito: 

Enseñar que todo lo que ves es igualmente carente de significado, que no existen diferencias reales entre ninguna de las cosas que ves.


Ejercicio: 

Dos veces, mañana y noche preferentemente, durante un minuto (pero sin prisa).

Mira lentamente a tu alrededor concretamente y sin hacer distinciones a cualquier cosa que veas, primero en tu entorno más cercano y luego más lejos. Di, por ejemplo: “Esta mesa no significa nada


Observaciones: 

Es muy importante no excluir nada en particular, no intentes incluir todo: No tengas prisa, la calma es fundamental.


Comentario:

Las primeras lecciones no les parecen muy inspiradoras a la mayoría de las personas, pero están cuidadosamente planeadas para comenzar a deshacer el sistema de pensamiento del ego. “Nada de lo que veo… significa nada”. Estamos seguros, desde la arrogancia de nuestro ego, de que realmente entendemos muchas cosas. 


Esta lección está intentando sembrar la idea de que realmente no entendemos nada de lo que vemos, de que nuestra cacareada comprensión es una ilusión. Mientras creamos que entendemos lo que algo es o significa, no empezaremos a preguntar al Espíritu Santo cuál es su significado. Nuestra creencia de que entendemos nos cierra la mente a una comprensión más elevada. Necesitamos volvernos como niños pequeños, que se dan cuenta de que no saben, y le preguntan a alguien que sabe.


La Mente Zen, la Mente del Principiante es el título de un maravilloso librito que introduce el pensamiento Zen. La idea que presenta es que progresamos más rápidamente y de manera más segura cuando aceptamos que somos principiantes que no saben y necesitan enseñanza en todo. “La mente del principiante” es una mente abierta, dispuesta a encontrar un nuevo significado en todo.