domingo, 31 de julio de 2011

El fuego no aspira a permanecer y el Yang es el fuego.


Quien ha de permanecer es el Yin, la tierra, el femenino. El masculino ha de fecundar, calentar, quemar si es preciso, pero después de ello ha de transformarse en otra cosa, energía tal vez, o lo que sea. Pero el hombre que se obsesiona en permanecer, en conservarse, en escatimar su capacidad de amar para no gastarse, ese hombre va encerrándose en su propia cárcel y terminará convertido en estatua de piedra, en lugar de convertirse en un pájaro del paraíso o del manto de energía que alimenta a un pueblo.

Juan Trigo, “En memoria de mi padre”.

Un mensaje a ellos.


El dolor de los padres latinos.


Aunque muchos tenemos claro que somos 50% papá y 50% mamá, aún muchos padres señalan con dolor que el reconocimiento hacia ellos es mínimo comparado al que se les brinda a las madres. Tristemente esta es una verdad presente en muchas familias... ¿Cómo empezó esto? ¿Qué ocurrió con los padres dentro de las familias? ¿Cuál es la dinámica que se oculta tras esta situación? la respuesta está presente en nuestra historia...

Hace más de quinientos años, nuestros ancestros españoles salieron de sus tierras en busca de aventuras, poder, grandeza y nuevos territorios, dejando atrás a su familia y sus relaciones.

Llegaron a estas tierras para ellos desconocidas y se encontraron con una raza poderosa, aunque pacífica, que se alimentaba de maíz, yuca y rituales. Estos indígenas que fueron obligados a trabajos forzados iban muriendo poco a poco dejando solas a sus familias, y algunos que se sublevaron y pelearon, de igual modo se encontraron con la muerte, dejando viudas a sus mujeres y huérfanos a sus hijos.

Nuestra tercera raíz viene de la raza negra, los esclavos africanos que de manera cruel fueron arrancados de su África, tierra llena de magia y respeto ancestral, dejando desoladas a sus familias para ser explotados en unas tierras desconocidas, donde hicieron trabajos forzados sin ningún tipo de derecho, hasta morir sin ver nunca más a ningún miembro de su familia.


Hoy, vemos como muchos hombres encuentran dificultades para quedarse con su gente...les cuesta echar raíces en una familia...tienen varias mujeres y sus hijos son de diferentes mujeres. El efecto en la mujer se ve en los celos, necesidad de control y manipulación. Como frecuentemente siente el riesgo de que la dejen, o la abandonen, tiene un miedo inconsciente y visceral que la hace irrespetuosa con el hombre.

Las CF me han mostrado otro lado de la historia, donde el dolor de los hombres es inmenso, y las mujeres indisponen a los hijos con los padres, que aprendieron a mantenerse alejados emocionalmente de una familia que estaban condenados a perder.

Las mujeres hemos maltratado a nuestros hombres, los hemos irrespetado tanto y por tanto tiempo, que nos hemos creído con el derecho de traspasarles el dolor que sentimos al verlos partir, o la agonía que se dispara cuando por cualquier motivo salen de la casa y pensamos que no regresarán. Es fácil pelear, rechazar, celar, controlar...lo difícil es ver el dolor, reconocer la herida y sanarla.

En esta historia las madres han sido siempre las víctimas, las que han cargado con las calamidades, las abnegadas, las buenas, las bondadosas, las sacrificadas que levantaron y echaron adelante a la familia...las preguntas para mirar a papá son:

¿Qué secreto dolor viaja a través de tu memoria ancestral?
¿Cómo vives esa lealtad invisible que te convence de que si lo haces diferente a tus ancestros traicionas a la familia y corres el riesgo de no pertenecer?
¿Quién fuiste en la historia junto con todos ellos?
¿Qué peso tiene la relación con tu papá en la relación que tienes conmigo?

La sociedad actual ha hecho de los hombres niños eternos y en el mejor de los casos, adolescentes perpetuos. El trabajo de todos debe dirgirse a que los hombres puedan convertirse en hombres, y para eso las mujeres debemos estar en nuestro lugar. Dejar de pedir y comenzar a sembrar…"todos [opdemos ser sembradores sagrados".

A todos los hombres que han pasado la vida.

miércoles, 27 de julio de 2011

A través de tu padre puedes saber quién eres.


-¿Cómo fue el proceso con el que trabajó Alejandro Jodorowsky?

-“Siéntate en esa mecedora y empieza a mecerte”, me dijo Jodorowsky, “y comienza a hablar”. “Qué ves, qué sientes. Aunque sea difícil, tú habla”.

Y, efectivamente, llega un momento en el que el discurso se encarrila solo y salen cosas realmente sorprendentes entre la familia y mi relación con ella. Un poco porque yo mismo lo iba viendo y otras veces porque Jodorowsky lo iba provocando. Incluso salieron opiniones que yo desconocía y se oponían totalmente a lo que siempre había pensado. El resultado de esta sesión, verdaderamente muy fatigosa, fue que cambió radicalmente toda la opinión que yo tenía sobre mis padres, la relación entre ellos y sobre mi relación con ellos.

Pensaba que, si mi padre no hubiera muerto, yo hubiera sido un Hemingway a los dieciocho años, habría tenido el mundo a mis pies. Entonces Jodorowsky se quedó pensando y me preguntó:

-“Tú cómo te prefieres: ¿como eres ahora o el que hubieras sido?”.

-Me quedé pensando, y contesté: “Pues el que soy”. Y Jororowsky, me dijo:

-“Como ves, tu padre se inmola para que tú hayas podido ser quien eres. Si tu padre hubiera vivido habría cambiado tu vida”.

Y me di cuenta que le debo todo a mi padre, todo lo que soy, y eso se agudiza cuando me entero, dos días después, cuando una prima mía me trae la cartilla militar de mi padre, que murió el mismo día de su cumpleaños. Me quedé muy sorprendido, y se lo cuento a Jodorowsky, que también se sorprendió mucho. Entonces, me dice que las personas que mueren el mismo día que han nacido es que no han nacido para ser ellas mismas, sino para cumplir una función para otros. Entonces toda esta red de sincronías llega a su apoteosis.

-No llegaste a tomar aquellos hongos que me pediste para acudir a las fosas de la vergüenza, donde presuntamente descansa tu padre…

Es cierto, y así está contado en la novela, una novela que nunca acababa porque no me atrevía a matar a mi padre. Todas las noches le decía a Naoko: mañana mato a mi padre, de mañana no pasa. Y Jodorowsky, me decía:

-“Es que no quieres matarle, tu subsconciente se rebela y te obliga a no terminar la novela”.

Cuando ya por fin mato a mi padre, sin saber qué día era, miro el periódico y era el día de su cumpleaños: el mismo día que le habían matado.

No puedes saber quién eres si no sabes quién es tu padre. Gabriel García Márquez lo dice en una frase que recojo en la novela: “Una persona se da cuenta de que ha empezado a envejecer cuando al mirarse al espejo descubre que se parece a su padre”. Si no lo has conocido, no llegas a nada, es una vida incompleta. Yo juego con esa idea. Ahora estoy en paz con mi padre y él conmigo. Ambos hemos pagado una deuda.

Tomado de una entrevista a Sánchez Dragó.

La canción de la creación y la conciencia.


Todo lo que hacemos en nuestra vida cotidiana -aún las tareas más simples y rutinarias- es de una naturaleza espiritual. Reconociendo esto y sintonizándonos con la energía espiritual escondida en todas las tareas que realizamos, podemos ir más allá de la apariencia negativa que nos separa de la plenitud, que es nuestro verdadero destino.

Para mostrar la esencia espiritual que está siempre presente en la vida mundana, los antiguos hacen una analogía entre esta esencia espiritual y una pieza de música; una canción que ha existido desde siempre en un estado potencial y que solo se manifiesta cuando alguien la canta.

Los cabalistas dicen que todo lo que hay en la Creación tiene en su interior una hermosa canción que es parte del Creador. Nuestro trabajo es: 1-Creer que esa canción es real, y 2-Revelar esa canción en todo lo que sentimos, pensamos y hacemos. La revelación de esta canción ocurre a medida que incluimos a todo y a todos con amor en nuestros corazones.

martes, 26 de julio de 2011

El cinturón de poder de Afrodita.


Existe documentación sobre el uso del cinturón desde la edad de bronce. Antiguamente los cinturones o ceñidores tenían carácter apotropaico*, ya sea en la Península Ibérica, como en Oriente, entre los persas, hititas, fenicios, judíos y griegos.

En el mundo griego, el cinturón de Hipólita -la reina de las amazonas- era símbolo de su superioridad sobre todos. La historia de este cinturón era distinta según las diferentes leyendas, pero siempre lo llevaba una amazona como prenda que da superioridad en la lucha física o espiritual.

El texto más claro que prueba el carácter mágico y religioso de los cinturones en la antigüedad se lee en el Testamento de Job, obra judía, fechada entre los años 100 a. de Cristo - 100 d. de Cristo, pero cuyo significado en este punto remonta a tradiciones iranias muy antiguas, que los fenicios debieron llevar a Occidente a partir de la fundación de Cádiz hacia el año 1100 a. de Cristo.

Dioses y diosas fechados en el Bronce Medio, desnudos o vestidos, llevan con mucha frecuencia cinturones en sus vestidos. También los dioses cananeos fabricados en metal, ciñen sus cinturas con cinturones de gran tamaño. Algunos ejemplares, como los que proceden de Tell Judeideh, van desnudos y sólo cubren su cabeza con un casco, lo que refuerza el sentido mágico del cinturón, como pieza de la que no se puede prescindir, a pesar de la desnudez total.

Entre los israelitas el cinturón figura entre las vestiduras sagradas mencionadas en el Éxodo 28, 4,8 y en Levítico 8,7. El "Efod", tan utilizado por los israelitas, en el culto, como prenda ritual, era una especie de banda ancha, que ceñía la cintura. En el libro de Samuel se leen varios testimonios del carácter sagrado de los cinturones.

Algunos textos presentan a los cinturones como objeto de culto más que como adorno personal. En el mundo cartaginés, uno de los ejemplos más significativos de estos cinturones, se encuentra sobre una terracota con una dama de tipo egiptizante que lleva un cinturón ancho pintado de que cuelgan por delante de la figura, dos bandas terminadas en flecos.

La orfebrería visigoda muestra una gran predilección por las piezas de gran tamaño, adornadas con pedrerías de vivos colores, que se inspiran en el lujo de la indumentaria bizantina; estas joyas eran un símbolo de prestigio que se consideraba imprescindible en el ajuar de los difuntos.

Las fuentes griegas que hacen referencia al  cinturón de Afrodita son las siguientes: en la en Ilíada 14, 214-221, donde Hera quiere seducir a su esposo Zeus para que, dormido a su lado, deje de intervenir en la lucha entre los Aqueos y los Troyanos. Para ello, además de ponerse sus mejores galas, pide prestado a Afrodita su cinturón:

«Dijo (Afrodita), y de su cuerpo se quitó un cinturón de cuero perforado y ricamente adornado, donde habían sido encerrados todos los encantos. Allí estaba la ternura, allí el deseo y allí las palabras seductoras que arrebatan la mente de los más sensatos». (Afrodita) se lo puso en las manos (a Hera) y le dijo: «Toma, guarda en tu regazo este cinturón tan hermoso, que todo lo posee; y te aseguro que no volverás sin haber conseguido lo que has tramado en tu interior».

*Apotropaico es un adjetivo que proviene del griego apotrepein (‘alejarse’), indica en general un gesto, una expresión o un objeto que se utiliza para alejar un influjo mágico maligno. Ejemplos de expresiones apotropaicas son los conjuros lanzados en los cortejos triunfales romanos a los condottieros victoriosos.

Una reflexión consteladora 15.

lunes, 25 de julio de 2011

Las canciones como recurso terapéutico en las constelaciones familiares.


Estudios recientes indican que las canciones que escuchamos realzan nuestros sentimientos positiva o negativamente. La ley de atracción explica que atraemos aquello que refleja nuestros estados internos. Utilizamos las canciones que nos gustan porque sus vibraciones coinciden con las nuestras y las multiplican. 

Sabiendo esto, las CF utilizan las canciones como recursos para obtener datos de la información transgeneracional, que la persona identifica y valida de modo inconsciente. Nuestra primera relación es con la madre. Todas las emociones tienen su origen en ella y nos relacionan con ella.

Cualquier canción que nos “toca” lo hace porque mueve de manera sensible nuestros afectos. La relación con otra persona siempre es un reflejo de la relación primaria con nuestra madre. Tanto si escuchamos una canción triste o una alegre, lo hacemos porque resuena con algo que sentimos o estamos sintiendo.

Sea lo que sea que haya pasado el hijo, es posterior al hecho de que la madre consintió a su vida, y es así para cualquier persona sin importar su raza, cultura o educación. Philip Tagg dice: “Ninguna canción de cuna sería efectiva si diera alaridos bruscos a un ritmo rápido y ninguna marcha de guerra surtiría el efecto deseado si fuera una cadencia meliflua a paso de caracol”. 

Por medio de su composición, cada canción busca provocar una respuesta emocional particular. Como reza un popular dicho europeo: “La apariencia de un chino triste es muy parecida a la apariencia de un francés triste”. Esto es igual para otros estados de ánimo como alegría, enojo, ansiedad o miedo, ya que todos los seres humanos compartimos la experiencia de vivir nuestra primera etapa en el vientre de mamá. 
 


De manera sencilla, podemos decir que las canciones son un “llamado” emocional, provocando en quien lo recibe una “respuesta” también emocional. ¿Dónde empiezan las emociones? ¿Dónde empieza la alegría? ¿Dónde empieza la tristeza? Todo inicia en la madre.

Conocer el mensaje oculto en la letra de nuestras canciones favoritas, puede favorecer considerablemente nuestro proceso de maduración emocional. Las CF muestran que la manera en que vivimos nuestras emociones, puede facilitar o entorpecer de modo significativo nuestra sintonía con la vida, y en la mayoría de los casos, la reconciliación con la madre es la vía regia para una vida lograda.

De ahí que, las canciones son un valioso recurso para realizar el trabajo con nuestra actitud hacia la vida. Las emociones pueden apoyar o debilitar nuestras elecciones y decisiones. Mirar lo que nos impacta emocionalmente, sobre todo la música, es un importante paso en la formación de nuestro carácter.

El gusto que expresamos por determinadas canciones es una especie de termómetro, indica el grado y el modo en que una experiencia nos importa. Cuando un tema nos es indiferente, respondemos con emociones débiles y sin fuerza para el cambio. En cambio, cuando algo es de nuestro interés, nuestras emociones tienen el poder para poner en movimiento nuestra capacidad de acción.

La importancia que le dio a este tema Confucio debe ser de reflexión: “La música debe ser considerada como uno de los elementos básicos de la educación, y su pérdida o su corrupción es el signo más evidente de la decadencia de los imperios. ¿Queremos saber si un reino está bien gobernado, o si las costumbres de sus habitantes son buenas o malas? Examinemos la música vigente.”


La letra que cantamos debe ser coherente con la relación que tenemos con la vida. Asegurarnos de que el mensaje honre lo que deseamos manifestar, es una responsabilidad que debemos asumir. Un indicador de si estamos escuchando una canción que sana es observar a dónde va nuestro movimiento.

Si el llamado me lleva a contactar mi pasado, o me invita a una situación que puedo vivir en el futuro, estoy sintonizándome con la escasez, mirando lo que me falta, y por tanto sintiéndome pobre. Si estamos aquí es porque finalmente todo resultó bien y lo que nos dieron fue suficiente para crecer.

La vida es más grande que cualquier cosa que pueda necesitar. Cuando alguien vive en la lucha o en la frustración, es conveniente volver al origen para una solución sostenible, y ese origen es la madre. Si la persona no está en armonía con la madre, es inútil trabajar en una conciencia de abundancia.

Quien logra tomar a la madre, también logra tomar la riqueza abundante que muestra la vida. La plenitud y felicidad de cualquier niño comienza con la madre. Ella nos muestra la primera relación de amor.

El amor está en la base de todas las cosas, solo que a veces se trata de un amor ciego, y quiere algo que puede ir más allá de las fuerzas que la otra persona tiene. En otras ocasiones, lo que esperamos con respeto al amor está sobredimensionado, sobre todo en la relación con la madre.

Las letras de las canciones que más nos gustan pueden mostrarnos la calidad de las emociones que experimentamos, a la vez que nos muestran el camino para reconocer y disfrutar las muchas bendiciones que poseemos.

Hace poco compartí con una amiga terapeuta que fue a uno de mis talleres, y me sorprendió gratamente con una exquisita selección de canciones, que resonaban a la perfección con el trabajo que habíamos hecho. Me compartió que solo ponía en su reproductor música que se alineara en dirección al amor.

Ella había logrado ordenar las canciones por estados de ánimo: alegría, pasión, gozo, gratitud, plenitud, esperanza, etc. Muchos conocen la importancia de seleccionar cuidadosamente la música, para que refleje aquello que queremos experimentar, pero pocos logran sistematizar este conocimiento.

Cuando escuchamos una canción que encaja con lo que queremos conjurar, las imágenes fluyen a la mente, mientras el cuerpo responde a la experiencia como si fuera una vivencia real. La música puede ser utilizada para sanar.

Escuchar canciones optimistas, esperanzadoras, motivadoras, que nos energicen y muestren el agradeciiento que sentimos por nuestra vida, no solo puede ayudarnos a manejar sabiamente nuestros estados de ánimo, sino que también puede hacer mucho más agradable la tarea de re-conectarnos con nuestro origen.

lunes, 11 de julio de 2011

Conociendo un poco de Bioenergética.



Dr. Jorge Carvajal, pionero en Medicina  Bioenergética.

Del miedo:

El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

De la ira:

La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

De la tristeza:

La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

De la ansiedad:

La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

Del estrés:

El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar.Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

De la alegría:

La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas.. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia. La alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

sábado, 9 de julio de 2011

Cuando la ansiedad comienza en el vientre de mamá.


"El momento presente
carece de ansiedad.
La ansiedad
sólo está causada
por el pasado
o el futuro".
Osho, El libro de la vida y la muerte.

Hace unos días recibí un consultante que padece ansiedad desde que tiene recuerdos. La ansiedad es un sentimiento de inquietud o miedo ante un posible peligro que puede ser cierto o no. Generalmente el origen es desconocido y se alimenta de experiencias pasadas no agradables, que se re-instalan en el presente.

La dificultad y el malestar se incrementan cuando la persona intenta “solucionar” su problema y manejar su vida, ya que la ansiedad se alimenta de ella misma. Cada intento fallido de la persona le da poder a la ansiedad.

Este hombre ha estado durante años buscando alternativas y probando tratamientos, y sin embargo, cada vez es más difícil para él manejar su tema. La ansiedad no se puede solucionar con el pensamiento, porque el pensamiento mismo es una forma de ansiedad y la fortalece. 

Él era el segundo embarazo de su mamá. La primogénita había sido niña y el esposo se desilusionó tanto que tardó varios días en ir a ver a su esposa. Luego había estado con varias mujeres que le pudieran dar el varón. La madre de mi cliente quiso abandonar al marido pero no recibió el apoyo familiar, por lo que vivía con una gran angustia.

Tomé varias figuritas sistémicas que representaran las fuerzas que se pusieron en acción en aquel momento. Les asigné lo que representaban sin que mi cliente lo supiera, y le pedí que las configurara como él sentía que se relacionaban unas con otras. Colocó a su representante frente a la angustia y me dijo que se miraban mutuamente. Al lado izquierdo de la angustia puso su nacimiento (que lo miraba a él). Detrás de la angustia puso su origen que los miraba a todos.

Le dije lo que representaba cada figura y le comenté que su angustia venia con él desde el vientre de su madre. Hablamos de la importancia de la vida prenatal en el desarrollo del bebé, y como éste se forma una primera impresión del mundo exterior a través de las sensaciones que percibe en su madre, y a partir de éstas construye sus creencias sobre la vida.

Todo bebé sabe si es un hijo deseado o no lo es, percibe si la madre recibe el apoyo del padre y de su entorno familiar, que sexo esperan que tenga, en qué circunstancias fue concebido (con amor, alegría, miedo o incluso violencia). Estas primeras impresiones le llevan a desarrollarse con seguridad o inseguridad, sabiendo lo que le espera fuera. Dentro del vientre de su madre vivió sus primeras experiencias de angustia, y su inconsciente había anclado este estado con el poder sostenerse con vida.

Su genética tenía registrada toda la memoria de los hechos que acontecieron en su familia alrededor de su concepción y el nacimiento. Su angustia era como una alarma que había aprendido a ignorar, y gracias a eso pudo llegar al sistema familiar. Si entra un ladrón en nuestra casa durante la noche y cuando suena la alarma la apagamos para seguir durmiendo, nos despertaremos con la casa desvalijada. La angustia fue el precio que su madre pagó para seguir con su embarazo.

La relación con la vida nos llega a través de la relación que tenemos con nuestra madre. Todo lo que alimenta a la madre, alimenta al bebé, incluidos los pensamientos, sentimientos y emociones. La ansiedad fue la alarma que sonó para avisarle que algo no marchaba bien en el mundo de mamá.

Le dije que en aquel momento no podía hacer nada porque era uno con ella, sin embargo, ahora estaba separado y debía hacerlo diferente. Ya su mamá había pagado el precio por su vida y a nadie le sirve que insista en seguirlo pagando. Le hablé de las Constelaciones Familiares y como a partir de esa mirada, he podido tomar la vida como un regalo y agradecer a mis padres por pagar un precio por pasármela. Querer pagar por el regalo le quita el valor a quien lo ha dado.


Para Jodorowsky, los ataques de ansiedad son miedos fetales de ser abortado. En una Constelación Familiar sale a la luz las dinámicas ocultas presentes en el sistema, se muestra una imagen que permite ver las transgresiones de los órdenes, permitiéndonos ver la forma que deja a todos los miembros con más fuerza para llevar su destino.

El precio del hijo por tomar la vida es también tomar el destino que le llega por ser el hijo de esos padres. Con frecuencia, el destino está contenido en el nombre que recibimos al nacer. De ahí que, quienes rechazan su nombre también dicen no a la vida que sus padres le pasaron, y al precio que ellos pagaron por eso. Del mismo modo, pronunciar nuestro nombre nos reconecta con nuestro origen y con el destino que hemos traído.

Osho cuenta una historia que ilustra lo que ocurre:

Bokuju, era un maestro zen. Vivía solo en una cueva, sin embargo, durante el día, o incluso de noche, decía algunas veces en voz alta: "Bokuju", su propio nombre, y luego decía:"Sí, estoy aquí". Y no había nadie más.

Entonces sus discípulos solían preguntarle:" ¿Por qué te llamas a ti mismo 'Bokuju' con tu propio nombre, diciendo luego, 'sí señor, aquí estoy'?"

El respondió: "Cada vez que empiezo a pensar, tengo que recordar que debo estar alerta, por tanto pronuncio mi propio nombre, 'Bokuju' y digo, 'sí señor, estoy aquí', y el pensar, la ansiedad desaparece".

Luego, a final de sus días, durante dos o tres años, no volvió a pronunciar su nombre, 'Bokuju', y nunca tuvo que responder, "sí señor, estoy aquí".

Los discípulos le interrogaron:" Maestro, nunca más has vuelto a hacerlo".

Así que él dijo:" Es que ahora Bokuju siempre está ahí. El está siempre ahí, así que ya no hay necesidad. Antes solía echarlo a faltar. Algunas veces la ansiedad me poseía, nublándome por completo, y Bokuju ya no estaba más ahí. Por tanto tenía que recordar a 'Bokuju',y la ansiedad desaparecía..."

El chamanismo también ve a la mente como la trampa que hay que mirar. La mente nos entretiene con juegos disfrazados de preocupaciones que nos impiden “estar’ con nosotros mismos. Llamarnos por nuestro nombre cuando sentimos una profunda ansiedad es un recurso simple y a la vez muy poderoso. Simplemente te llamas por tu nombre y luego responde:"Sí señor, estoy aquí", y chequea que pasa contigo.

La ansiedad dejará de existir. Una vez nos hacemos conscientes que si estamos alerta la ansiedad no se produce, ella desaparece. La solución consiste en tener la humildad para tomar la vida como un regalo. No hay nada que pagar, nada que tenga que hacer a cambio, ningún trabajo para merecerlo…un regalo es un regalo...

viernes, 1 de julio de 2011

El precio del éxito es el fracaso.


“Los niños son creativos y no les importa equivocarse, se atreven hasta con lo desconocido y luego siguen a otra cosa. Pero el sistema educativo les mata la creatividad, porque no se admite el error. Todo el sistema está basado en la prohibición y la corrección del error. A los niños los educamos de cintura para arriba, y sólo un lado del cerebro. Nuestra tarea es educar a la totalidad de su ser, para que puedan enfrentarse a ese futuro”

Sir Ken Robinson.

7- Tips para sanar, soltar y seguir.


1- Mira con los ojos de la fe.

A medida que la Tierra avanza hacia la progresión, va a parecer y se va a sentir como si uno se quedara completamente solo. Como si no hubiera nadie a nuestro lado para sostenernos, para ayudarnos o asistirnos. El tiempo pide que nos sostengamos con lo que vive en nuestro corazón y en la pasión por nuestros sueños.

La fe es el lenguaje del amor, y el miedo se opone al amor. Los movimientos de la Tierra son reflejo de nuestro nivel de miedo, ella procesa lo que nosotros procesamos. Tememos a la guerra, a las deudas, las perdidas, la enfermedad, la pérdida del control y la muerte.

A partir de este verano, se integrarán niveles superiores de luz en los patrones de quienes lo hayan pedido. Cada uno tiene la oportunidad de pedir ayuda e intervención Divina. Cuando estamos en crisis, podemos llevar las energías a nuestro corazón, un lugar seguro para ver la totalidad de la situación y recibir guía para actuar. El milagro que buscas, te busca a ti…

2- Retorna a tu origen.

Todo malestar es generado por transgresiones a los órdenes. Cuando los órdenes no son respetados, el sistema nos detiene el crecimiento y terminamos enfermando, en cambio, cuando retornamos al orden y lo respetamos, el amor puede fluir nuevamente y sanamos...

Para que la sanación ocurra es necesario que nos coloquemos como “pequeños” frente a alguien que tiene algo para darnos, y que en ese sentido es “grande”. Quien no ha podido “tomar” de sus padres, termina expresando el desorden a través de síntomas que les obligaran a someterse a la autoridad del médico, el terapeuta, el psicólogo, los medicamentos, etc.

Desde un punto de vista filosófico, todos somos estudiantes de la Vida y nuestros principales maestros son los padres, nuestro vínculo más cercano a partir del cual modelamos otras relaciones… la pareja, los amigos, los colegas, etc. Son ellos los que muestran lo sano o enfermos que estamos.


3- Reconoce que tú tienes todas las preguntas y también todas las respuestas.

El aire caliente de este tiempo contiene el conocimiento que había estado oculto por mucho tiempo, entrando en contacto con nosotros a través del aire, de nuestra respiración e intención.

Los trabajos con los campos mórficos muestran que cada uno de nosotros contiene los registros de todo lo que ha sido. La ciencia también documenta que cada una de nuestras plegarias no sale del campo áurico energético de la Madre Tierra, sino que rebota en nuestros cuerpos energéticos y cae en un espacio que anuncia un deseo cumplido, un sueño concretado, un problema resuelto, un éxito asegurado…los pensamientos nunca abandonan la fuente que los generó.

Las oraciones no salen de la Tierra para ser enviadas mediante el correo cósmico a un dios que revisa su bandeja de plegarias automáticamente. Los pensamientos que genera nuestra mente están pidiendo soluciones no de Dios, la vida o el destino, sino de nosotros mismos.

Las soluciones a todos los pensamientos y problemas están en la misma fuente que los creó. Con cada pensamiento que sale de nosotros apostamos a la vida o a la muerte. No hay pensamientos neutrales. Cada pensamiento es un voto decisivo para crear o para destruir. Es necesario que sostengamos el enfoque en lo que auténticamente queremos vivir.


4- Suelta.

Todo cambia constantemente. Las posibilidades se reacomodan en nanosegundos a la vez, cambiando bases y resultados simultáneamente. El apego es una línea frágil y tensa como el cordón umbilical que necesita que lo corten a último momento en el parto.


 5- Utiliza tu poder creativo para diseñar tu futuro.

Los deseos del corazón moran por encima de los patrones de la materia. Quien mira con confusión, miedo o duda su futuro esta transgrediendo el orden. Quien se conecta con su corazón, siempre recibirá la guía para el siguiente paso. El futuro es una creación de la mente. No se ha producido aún y nosotros siempre estamos antes que nuestras creaciones.

Las semillas que será fruto en el futuro están en el presente. Nuestro trabajo consiste en asumir la responsabilidad de ser creadores y confiar en las semillas que estamos sembrando. Creer que lo que nuestro corazón desea es cierto, llegará y se manifestará. El Creador nos diseñó para que señoreemos la Tierra, somos al mismo tiempo parteros y parturientas que darán a luz el futuro.

El trabajo es simplemente sostener la visión el tiempo suficiente para que se manifieste. Dar a luz un mejor futuro es nuestra responsabilidad tanto como tomar la oportunidad de sembrar en el pensamiento de otros semillas de amor que les fortalezcan para sostener sus sueños hasta su manifestación. La preocupación y la fe no pueden compartir el mismo espacio, el mismo tiempo, la misma frecuencia. No podemos apegarnos y creer al mismo tiempo.

Para sanar y seguir adelante es preciso que soltemos aquello a lo que nos hemos estado aferrando con tanta fuerza y dar el salto al vacío, sabiendo que los espacios vacios son contenedores de Luz. Cuando no sabemos qué hacer, es el mejor momento para soltar y dejar que Dios haga el trabajo por nosotros.

En medio de la crisis, debemos sostenernos en la luz y bendecir a todo y a todos los que se crucen en nuestro camino…ser fuente de sanación y mirar lo sagrado más allá de cualquier apariencia.


6- Dale el poder a tu palabra.

Cuando alguien habla, dice quién es…se describe ante los ojos de los otros, y desnuda su espíritu para mostrar si se construye o se destruye a sí mismo. Los tiempos modernos nos han heredado un sistema de oración llamado la Ciencia de la Palabra Hablada, que incluye decretos, afirmaciones, canciones, mantras y cantos, así técnicas de visualización y de respiración.

El Principal propósito de esta ciencia es ponernos en contacto con el poder de la Creación y del creador que reside en nuestro interior, a fin de que nos proporcione lo que necesitamos en nuestras vidas. Una vez que hayamos experimentado por nosotros mismos la fuerza creadora de nuestra palabra, podremos utilizarla para manifestar los cambios espirituales y materiales que requiramos en nuestras vidas.

7- Confía, actúa y sigue adelante!

El ingrediente indispensable para llegar exitosamente a donde se desea es la acción. La acción es la pieza clave para la concreción de los deseos. Todo logro requiere de acción en la realidad que conocemos, pues la experiencia se registra en el cuerpo con el movimiento que proviene de la acción.

La Vida sigue un mover constante hacia algo más grande, en cambio nosotros tendemos a posponer el movimiento por temor a equivocarnos, a fracasar o ser desaprobados. Mientras, la naturaleza nos ensena que solo lo enfermo se detiene mientras se recupera. Si alguna criatura insistiera en bloquear el seguir adelante con la Vida, la consecuencia es de muerte.

Afortunadamente, podemos utilizar recursos como la creatividad, decisión, voluntad y confianza para seguir adelanta. Se requiere confianza para moverse, para avanzar, para arriesgarse. Confiar es creer que se dispone del potencial o los recursos para sintonizarnos con la Vida, en la certeza de que ella nos sostiene con amor.