viernes, 31 de octubre de 2014

Soy mujer curadora

 
"Soy mujer de esfuerzos,
Soy mujer de llanto,
Soy mujer de palabras,
Soy mujer creadora,
Soy mujer curadora,...
Soy poseedora de la sabiduría de las plantas.
Así es como se ve cuando voy al Cielo.
Dicen que allí es como la suavidad.
Dicen que es como la Tierra.
Dicen que es como el día.
Dicen que es como el rocío..."
Curandera María Sabina

miércoles, 29 de octubre de 2014

Posición de los hermanos en la familia.


 

-EL PRIMOGÉNITO intenta conquistar el mundo.

-EL SEGUNDO intenta vivir en armonía con el mundo.

-EL TERCERO se inclina a eludir el contacto con el mundo.
 

El cuarto, quinto y sexto hijos repiten las tendencias del primero, segundo y tercer hijo. Lo mismo para los siguientes.

Como el 1º: el 4º, el 7º, el 10º…

Como el 2º: el 5º, el 8º, el 11º…

Como el 3º: 6º, el 9º, el 12º…
 
En psicogenealogía contemplamos más variables para determinar el estilo de relación entre una persona y el mundo. Una de las claves para empezar a interpretar el árbol genealógico era ésta, la posición en la hermandad. No es simple concluir como influye la hermandad en el desarrollo de la personalidad, ya que son múltiples las variables que intervienen. Pongamos diez de ellas con una pequeña reflexión en cada una:
 
1.-Número de hermanos.
 
Cuando no hay hermanos, la estimulación y la seguridad pueden estar aseguradas, pero a cambio, en un hijo único se concentran todos los proyectos que los padres tenían para los hijos que pudieran venir, lo que suele traducirse en una sobre-exigencia, amplios contratos de lealtad y una fuerte prohibición de fracaso. Cuando son varios hermanos, cualquiera tiene que esforzarse para ser visto, se comenten abusos, se roba la infancia y hasta el territorio, pero a cambio se aprende a compartir.
 
2.-Posición en la hermandad.
Mientras que el primogénito goza de privilegios incuestionables, también siente ser príncipe destronado. Mientras que el segundo se acompleja por no ser “tan” como el primero y sufre de la impotencia de no poder hacer nada por cambiarlo, luego se adapta con gran facilidad a los diferentes papeles que le toca interpretar en la vida.
Los benjamines puede que triangulicen con sus padres, quedando atrapados entre ellos como contraveneno de la vejez y de la muerte, o que establezca con ellos contratos sadomasoquistas, pero también pueden ser seguros, maduros y precoces, por haber tenido muchos mayores siempre como ejemplos a seguir.
 
3.-Aparecer después de varios hijos del sexo contrario o del mismo sexo. Haber sido deseado de otro sexo.
Es frecuente que el primogénito sea deseado como varón y el segundo como mujer. Detrás de varios chicos, el deseo de una chica puede dar lugar a un chico con un fuerte nudo homosexual. Detrás de varias chicas, el deseo de un chico puede originar una chica también con nudo homosexual.
 
4.-La diferencia de edad entre los hermanos.
Poca diferencia de edad da lugar al conflicto de territorio compartido. Los padres desean un sólo hijo y tienen dos, de manera que reparten talentos y derechos entre ambos, a ninguno se le permite contar con el territorio completo que le corresponde, ni desarrollarse en sus cuatro egos tal cual son.
Mucha diferencia de edad entre hermanos, da lugar a hijos únicos y a que el más pequeño tenga varios padres y madres, pues los hermanos mayores funcionan a veces como segundos padres y madres.
 
5.-Abortos o fallecimientos de hermanos antes o después.
El que vive puede cargar con el que muere, en especial si es del mismo sexo o le colocan el nombre del muerto, con el agravante de que el que muere es idealizado, de tal manera que el hijo de reemplazo vivirá con un sentimiento de frustración constante, por sentir que no cumple las expectativas que los padres han depositado sobre él.
 
6.-Ocupar el mismo lugar en la hermandad que el padre o la madre, o alguno de sus hermanos con el que tuvieran una relación significativa.
Los conflictos que los padres vivieron en su hermandad son proyectados inconscientemente en la hermandad de sus hijos, produciéndose identificaciones inevitables e influyendo en que se repitan conflictos, vínculos y relaciones entre sus hijos, para resolver los antiguos.
 
7.-El nombre como primer contrato o como pantalla de proyección.
Nombres repetidos del árbol en una misma hermandad, favorecen que entre los hermanos se revivan conflictos vinculados a dichos nombres. Celos, rivalidades, relaciones incestuosas, narcisismo, etc.
 
8.-La fecha de nacimiento, si coincide o no con otro acontecimiento significativo del árbol.
La ley del árbol es la repetición y éste tiende a reparar heridas haciendo crecer una rama nueva en el lugar en el que se traumatizó con anterioridad. El hermano que nació el mismo día que murió el abuelo, será tratado de manera diferente a los demás, pues el inconsciente familiar sabe que viene a sustituirlo.
 
9.-El evidente parecido físico con algún progenitor o miembro de alguna de las castas.
A veces, cuando los padres tienen un físico muy diferente o son de razas distintas, el hijo que tiene un parecido evidente con uno de ellos, es absorbido por el árbol de éste. Depende de la salud de la pareja, puede haber una aceptación o un rechazo por parte del otro árbol de origen. El sistema se complica con la llegada de un segundo hijo que pertenezca a la otra casta, pudiendo entre ellos reproducir el tipo de relación que exista entre sus propios padres.
 
10.-El nivel de consciencia del árbol en el momento del nacimiento.
El que lo anterior llegue a ser sombra o llegue a ser luz depende del nivel de consciencia de nuestro árbol en el momento en que nacemos.
(Si no encajas en estas definiciones, ten en cuenta que no hay regla sin excepción)
 
Hipótesis de Karl König
 
 

lunes, 27 de octubre de 2014

La búsqueda de la felicidad.

 
El Filósofo francés Voltaire dijo: “Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una”. La imagen de esta frase es simpática, pero la vivencia es de una total confusión, indefensión y desorientación. Una famosa historia sufí ilustra claramente lo absurdo de nuestra búsqueda de felicidad:

Una tarde, Rabiya -una mística sufí- estaba buscando algo en la calle, junto a su pequeña choza. Se estaba poniendo el sol y la oscuridad descendía poco a poco. La gente fue congregándose, y le preguntaron:

-¿Qué haces? ¿Qué se te ha perdido? ¿Qué estás buscando?

Ella contestó:

-Se me ha perdido la aguja.

La gente dijo:

-Se está poniendo el sol y va a resultar muy difícil encontrar la aguja, pero vamos a ayudarte. ¿Dónde se te ha caído exactamente? Porque la calle es grande y la aguja pequeña. Si sabemos exactamente dónde se ha caído resultará más fácil encontrarla. 

Rabiya contestó:

-Más vale que no me preguntéis eso, porque en realidad no se ha caído en la calle, sino en mi casa.

La gente se echó a reír y dijo:

-¡Ya sabíamos que estabas un poco loca! Si la aguja se ha caído en tu casa, ¿por qué la estamos buscando en la calle?

Rabiya replicó:

-Por una razón tan sencilla como lógica: en la casa no hay luz y en la calle aún queda un poco de luz.

La gente volvió a reírse y se dispersaron. Rabiya los llamó y dijo:

-¡Escuchadme! Eso es lo que hacéis vosotros. Yo me limitaba a seguir vuestro ejemplo. Os empeñáis en buscar la dicha en el mundo exterior sin plantear la pregunta fundamental: «¿Dónde la he perdido?». Y yo os digo que la habéis perdido dentro. La buscáis fuera por la sencilla y lógica razón de que vuestros sentidos están abiertos hacia el exterior: hay un poco más de luz. Vuestros ojos miran hacia fuera, vuestros oídos escuchan hacia fuera, vuestras manos se tienden hacia fuera; por eso estáis buscando fuera. Por lo demás os aseguro que no la habéis perdido ahí, y lo digo por experiencia propia. Yo también he buscado fuera durante muchas, muchas vidas, y el día que miré dentro me llevé una sorpresa. No hacía falta buscar y registrar; siempre había estado dentro.

jueves, 23 de octubre de 2014

Mujer Montaña

 
 
"Nací cerca del mar, una serpiente me trajo al mundo entre la arena. Me dio un nombre y me mandó a vivir. Conforme caminé por el sendero me encontré con la muerte varias veces y morí en pedazos y ya no me llamaba igual por...que yo ya no era la misma. Cambió mi cuerpo y mi voz, cambió mi mirada y mi corazón, a veces duro, a veces blando

Y seguí caminando con mis diferentes nombres, con mis diferentes pasos. Fui mujer venado, mujer humo, mujer musgo, mujer cántaro. Y mi cabello creció y mis manos se hicieron más hábiles, tanto que pude tejer historias tanto con las gotas de lluvia como con los rayos del sol. Aprendí a usar máscaras y a sentir culpas y remordimientos, y luego tuve que desaprender todo eso.

Recorrí desiertos y floté a la deriva no una vez, sino mil veces. Y en mis naufragios encontré fantasmas que lloraron conmigo. Y me perdí y me encontré para perderme de nuevo. Me aferré a cadáveres y me solté de ellos.

Dancé entre las lunas y dormí entre los soles. Fumé muertes y sembré vidas. Soñé luciérnagas y viví entre moscas. Me convertí en mujer águila y abrí mis alas.

Fui mujer de manos morenas y sonrisa mestiza. Me desangré hasta vaciarme para llenarme de nuevo y me llamaron vacía, y me llamaron repleta.

Me defendí del mundo y me hice coyote. Y mostré mis dientes y destacé con mis garras, después lamí mis heridas y aprendí de mis batallas. Me llamaron salvaje o me llamaron guerrera.

Corrí en cuatro patas hasta entender que no podía escapar de mí y me abracé con fuerza, y me perdoné por todo y por nada. Por la nada y para la nada.

Descuarticé la ilusión de la materia, prendí fuego a los recuerdos y me miré al espejo: Allí estaba yo, mujer niebla, mujer nube, mujer montaña observándose a si misma hacia dentro."

Paola Klug, La Pinche canela

miércoles, 15 de octubre de 2014

Solo fluyo y me va bien…


 

Chuang Tzu dice:

“Sólo tienes que comprenderlo. Has nacido.

¿Qué esfuerzo realizaste para nacer? Creciste

¿Qué esfuerzo realizaste para crecer? Respiras

¿Qué esfuerzo realizas para respirar? Todo se mueve por sí mismo

Entonces, ¿para qué preocuparse? Que la vida fluya por sí misma y entonces estarás en un continuo soltar.

No luches y no trates de ir contracorriente, ni siquiera intentes nadar; solo tienes que fluir con la corriente y dejar que esta te lleve allí donde se dirija.

Sé una nube blanca moviéndose en el cielo… sin objetivo, sin ir a ninguna parte, solo fluyendo. Este fluir es la esencia"

Osho

jueves, 9 de octubre de 2014

El resentimiento


 
 
...El resentimiento es la emoción que acompaña a las lamentaciones y a los rótulos mentales, y refuerza todavía más el ego. El resentimiento equivale a sentir amargura, indignación, agravio u ofensa.


Resentimos la codicia de la gente, su deshonestidad, su falta de integridad, lo que hace, lo que hizo en el pasado, lo que dijo, lo que no hizo, lo que debió o no hacer.


Al ego le encanta. En lugar de pasar por alto la inconciencia de los demás, la incorporamos en su identidad. ¿Quién lo hace? Nuestra inconciencia, nuestro ego. Algunas veces, la "falta" que percibimos en otra persona ni siquiera existe.


Es una interpretación equivocada, una proyección de una mente condicionada para ver enemigos en los demás y elevarse por encima de ellos.


En otras ocasiones, la falta puede existir pero la amplificamos al fijarnos en ella, a veces hasta el punto de excluir todo lo demás. Y fortalecemos en nosotros aquello contra lo cual reaccionamos en otra persona.
 
No reaccionar al ego de los demás es una de las formas más eficaces no solamente de trascender el ego propio sino también de disolver el ego colectivo de los seres humanos.


Pero solamente podemos estar en un estado donde no hay reacción si podemos reconocer que el comportamiento del otro viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva de la humanidad. Cuando reconocemos que no es personal, se pierde la compulsión de reaccionar como si lo fuera.
 
Al no reaccionar frente al ego logramos hacer aflorar la cordura en los demás, es decir, oponer la conciencia incondicionada a la condicionada.
 
En ocasiones quizás sea necesario tomar medidas prácticas para protegernos contra personas profundamente inconscientes. Y podemos hacerlo sin crear enemistad. Sin embargo, la mayor protección es permanecer en la conciencia. Una persona se convierte en enemiga cuando personalizamos la inconciencia de su ego.
 
No reaccionar no es señal de debilidad sino de fuerza. Otra forma de expresar la ausencia de reacción es el perdón. Perdonar es pasar por alto o no reparar.
 
No reparamos en el ego sino que miramos la cordura alojada en la esencia de todos los seres humanos. Al ego le encanta quejarse y resentirse no solamente con respecto a otras personas, sino también a las situaciones.
 
Lo mismo que se le hace a una persona se le puede hacer a una situación: convertirla en enemiga. La implicación siempre es: esto no debería estar sucediendo; no quiero estar aquí; no quiero tener que hacer esto; es una injusticia conmigo.
 
Por supuesto el peor enemigo del ego es el momento presente, es decir, la vida misma. No se deben confundir las quejas con el hecho de hacer ver a una persona una deficiencia o un error a fin de que pueda corregirlo. Y abstenerse de quejarse no significa necesariamente tolerar la mala calidad o la mala conducta.
 
No es cuestión de ego decirle a un mesero que la sopa está fría y que debe calentarse, siempre y cuando nos atengamos a los hechos, los cuales siempre son neutros.
 
Renegar es decir "Cómo se atreve a traerme una sopa fría". Hay allí un "yo" al cual le encanta sentirse personalmente ofendido por la sopa fría y que va a sacar el mayor provecho de la situación, un "yo" que disfruta cuando encuentra la falta en el otro.
 
Las quejas a las cuales nos referimos están al servicio del ego, no del cambio. Algunas veces es obvio que el ego realmente no desee cambiar a fin de poder continuar quejándose.
 
Trate de atrapar a la voz de su mente en el momento mismo en que se queja de algo, y reconózcala por lo que es: la voz del ego, nada más que un patrón mental condicionado, un pensamiento. Cada vez que tome nota de esa voz, también se dará cuenta de que usted no es la voz sino el ser que toma conciencia de ella.
 
En efecto, usted es la conciencia consciente de la voz. Allá en el fondo está la conciencia, mientras que la voz, el pensador, está en primer plano. Es así como usted se libera del ego, de la mente no observada. Tan pronto como tome conciencia del ego que mora en usted, deja de ser ego para convertirse en un viejo patrón mental condicionado.
 
El ego implica inconciencia. La conciencia y el ego no pueden coexistir. El viejo patrón o hábito mental puede sobrevivir y reaparecer durante un tiempo porque trae el impulso de miles de años de inconciencia colectiva, pero cada vez que se lo reconoce, se debilita.

 
Eckhart Tolle; del libro "Una Nueva Tierra"