martes, 31 de mayo de 2011

La relación de pareja siempre se trata de la relación con nosotros mismos.

«Amar a otra persona es ver la faz de Dios».
Letras de una canción de la obra teatral Los miserables.

Antes de conocer a las constelaciones familiares, tomé muchos talleres, seminarios, cursos, leí libros, hice terapias, y busqué en diversas fuentes que me ayudaron a avanzar de diferentes maneras. Sin embargo, pasado un tiempo volvía a sentir en mis relaciones decepción, impotencia, tristeza, desesperanza, rabia y frustración. Por mucho que avanzaba, llegaba siempre a un callejón sin salida.

Las CF me mostraron un camino terapéutico, que al transitarlo me ha fortalecido y empoderado para sostener y disfrutar las relaciones, al tiempo que me voy reconociendo más completa cada vez. La felicidad en las relaciones no es ni una persona ni una condición ni un estado, sino más bien «la conciencia de la perfecta unicidad».

Ver la inocencia y el amor detrás de las máscaras que todos usamos, es ver el rostro de Dios, y si somos capaces de entregar el corazón y amamos, logramos tener una experiencia con el amor Grande. Encontramos lo divino de nuestra condición humana y nos sentimos completos.

En todo momento en cada relación enseñamos una de dos cosas: a amar o a temer. Hay una máxima en educación que reza: «Enseñar es demostrar», por tanto, cuando demostramos amor hacia los otros, aprendemos que somos dignos de amor y aprendemos a amar con mayor profundidad.

En cambio, cuando demostramos temor o negatividad, aprendemos a rechazarnos y a tener miedo de la vida. «Las ideas no abandonan su fuente». Siempre aprenderemos lo que hemos decidido enseñar.

Si elijo bendecir a otra persona en nuestros encuentros, terminaré sintiéndome más bienaventurada que antes de estar juntos. Si proyecto culpa sobre otra persona, terminaré sintiéndome siempre más culpable.

Las relaciones existen para acortar nuestro camino de retorno a Dios. Cuando nos entregamos al obrar del Espíritu, cada encuentro se convierte en un encuentro sagrado. Las personas con las que nos encontremos serán quienes nos crucifiquen o nos salven, dependiendo de lo que nosotros decidamos ser con ellas: personas que creen en el amor, o personas que tienen miedo del amor.

Poner la mirada en la culpa, juicio, miedo o crítica del otro, clava en nuestra propia carne los clavos del desprecio hacia nosotros mismos. Mirar su inocencia nos libera. Cada relación nos adentra más en el Cielo o nos sume más profundamente en el infierno, ya que «No existen los pensamientos neutros».

Cuando nos encontramos con alguien vivimos un momento santo. Tal como consideremos al otro, así nos consideraremos a nosotros mismos. Tal como lo tratemos, así nos trataremos a nosotros. Tal como pensemos del otro, así pensaremos de nosotros. En nuestros semejantes o bien nos encontramos o bien nos perdemos a nosotros mismos.

Karina Pereyra.
Consteladora Familiar.
















Nuestra Señora de Guadalupe llegó a las montañas de Manabao.

Nuestra Señora de Guadalupe
Artista: Iris de Mondessert
Manabao, Rep.Dom.

Desde los primeros tiempos, la diosa ha representado a la madre dadora de la vida y del alimento que la sostiene. Ella, la virgen, nos guía en nuestro camino hacia la eternidad. En tiempos lejanos llamados paganos, la virgen era la esencia de la Tierra. De ese modo, Isis la madre de Egipto recorrió las tierras calientes, transformando el árido paisaje del desierto en un fértil jardín de vida.

En otras tierras, Ishtar era la patrona de los pueblos que sembraban en los meandros de los ríos Tigris y Eufrates, las cunas de la humanidad. Tara en cambio, era la madre de los tibetanos, Quan yin de los chinos, Ixcheel de los mayas, Chachihuitlicue la teotihuacana, himalma madre de Quetzalcoatl y Coatlicue Tonantzin Tlalli para los meshicas.

Cuentan antiguas historias que al cerro de Tepeyecac acudían las personas 52 días antes del nuevo año, para ofrendar y gradecer el milagro de la vida a la madre tierra, señora de la falda de serpientes.

Al otro lado del mundo el milagro de la maternidad se manifestó en María. Sus apariciones por muchos lugares de la Europa medieval la mostraban con el niño en brazos. En España, la tierra de nuestros colonizadores, y uno de los países con más fervor religioso, se habla de varias apariciones en Extremadura, durante la lucha de los españoles contra los musulmanes, en el Río de Lobos (Guadalquivir) por lo cual la llamaron la Señora de Guadalupe.

La protección brindada que hizo posible el triunfo sobre los musulmanes, hizo posible que nuestros ancestros españoles se lanzaran a la conquista de nuevas tierras acompañados del estandarte de la Diosa. Al llegar a Mexico, la sangre de la conquista bañó Tenochtitlan, mientras la peste recorría las calles buscando nuevas víctimas.

Los sacerdotes del nuevo culto quemaron los templos de sus conquistados, destruyeron sus costumbres y persiguieron a sus sabios. Los príncipes se transformaron en mendigos y sus hijos en esclavos, los viejos cultos fueron declarados en pecado y aquellas ofrendas a Tonantzin Coatlicue Talli en Tepeyacac, penadas con la misma muerte.

La Virgen recibiendo ofrendas de los indígenas en el jardin de la Basilica.

Las reuniones estaban prohibidas por resultar amenazadoras, el sonido del Huehuetl se convirtió en algo demoníaco, los Atecocollis que llamaban a los viejos y desparecidos dioses eran anatema. Solo las guitarras tenían permiso para ser tocada, las que los indígenasn fabricarían de las conchas de los armadillos, para no olvidar su amor por Tonantzin Tlalli.

En esa confusión y caos, cierto día apareció una pintura sellada en una humilde tilma indígena. Se trataba de una hermosa mujer morena, cubierta en un manto de estrellas, iba vestida con flores, llevaba como símbolo a la tierra y parecía brotar de la misma luna. La hermosa aparición fue testimoniada en 1556 con motivo de la remodelación de la ermita del ahora Cerro del Tepeyac. Se dice que fueron escritos por el indio Valeriano o tal vez por el mestizo Luis Lasso de la Vega.

En un principio los hechos se atribuyeron a ese año, pero después se corrigieron y se ubicaron en 1531, cuando según narra el Nicanpopohua, un indígena llamado Cuauhcuatoatl, bautizado luego con el nombre cristiano de Juan Diego, en camino hacia el cerro sagrado escuchó una voz que lo llamaba.

Él le contó a los frailes de una mujer tierna y morena como la tierra, quien además lo había llamado hijo y le solicitó un templo, permitiéndole por milagro grabar su hermosa imagen y así quedó para siempre en la humilde tilma de aquel indígena agraciado. La imagen surgida del milagroso encuentro en el Tepeyac fue llamada y venerada como Tonantzin Talli por los indígenas nahuas, quienes acudían a su santuario par agradecerle con ofrendas como lo hacían con su diosa muchos años atrás.


San Juan Diego

La milagrosa aparición resultó también conveniente para la religión en la que María, la Madre de Jesús, es la intercesora ante Dios de los pecados de los hijos, se apropiaron del culto y rebautizaron la imagen con el nombre de Guadalupe, en clara alusión a la virgen venerada en Extremadura, en su lejana patria.

Sobretodo, surgió de nuevo la Diosa, la virgen con el color de piel morena como el suelo y el manto igual al cielo profundo de México. Al lado del poniente llevaba las constelaciones del verano, y en el oriente las del invierno, tal y como se encontraban en aquella noche mágica. Su venerada figura vestida con flores, lleva al centro de su ombligo el símbolo sagrado del Nahui Ollin, con los cuatro movimientos de los rumbos que conformaron y rigen el viejo y nuevo mundo del Anahuak, imagen del pendón de Panquetzaliztli, se convirtió en guía y sustento de los anhelos de la nueva nación, que nació de un parto doloroso y difícil.

Ella bendijo a sus hijos cuando el cura Hidalgo motivó la rebelión en Dolores y cruzó las fronteras de la independencia en las manos de Félix Fernández, quien se hizo llamar Guadalupe Victoria. Su nombre se unió por siempre al primer indio que fue hecho santo.

Al visitar su basílica, sentí la paz de la reconciliación sellada cuando el Papa peregrino se arrodilló a sus pies para honrarla, mientras el dulce humo de los inciensos del copal de los antiguos ritos paganos lo envolvía, uniéndose con aquellas ceremonias antes prohibidas por sus homólogos.

Sin embargo, pocas veces mi cuerpo ha sentido un estremecimiento más profundo que cuando entre a la capilla de Juan Dieguito. La reverencia y el amor que sentí en aquel lugar, fue experimentado por mi amiga Yraida Carolina que se emociono al igual que yo hasta las lágrimas sin saber que allí descansaban los restos del indio.

Hace un par de meses, Yraida escribió una oración que fue puesta por Iris, autora de la imagen en barro de Nuestra Señora de Guadalupe de Manabao, en una tapa que sella la parte posterior de su cuerpo, mientras 8 amigas miembros del “Club de libélulas” escribían mensajes a la madre y honraban su nombre.

Antes de irse a su santuario en Manabao, la virgen de Guadalupe visito mi casa un domingo en la tarde. Ese mágico día, fuimos bendecida con la lluvia mientras hacíamos una silenciosa reconciliación con lo femenino en los cuerpos de cuatro mujeres (el numero de la tierra), que celebraban a la Señora compartiendo un té de aromáticas hierbas que Iris había preparado.

Honramos el fruto que nos alimenta en los tostitos de maíz con salsa de tomate, en tanto, a lo lejos los sonidos de los atecocollis acariciaban las conchas para enaltecer a la Diosa…la virgen…la madre… la eterna…la que vive y vivirá en nuestros corazones y los de miles de generaciones…

“Madre déjame estar junto al fogón,
déjame estar donde se goza el aroma del maíz,
en ese lugar donde tu creas nuestro alimento sagrado”.

lunes, 30 de mayo de 2011

Compartiendo la sabiduria del camino # 1.


El mensaje oculto de las fobias

Pregunta:

Tengo fobia a los aviones y estoy loca porque se me quite. Hay algún acto psicomágico que me pudieras recomendar? No puedo seguir con tantas emociones!!!

Respuesta:

Los miedos nos refieren a Afrodita la diosa del amor. Fobos es un dios en la mitología griega, hijo de Ares y Afrodita y simboliza el miedo. Su hermano Deimos representa el pánico. La diosa llamada Enyo era la que representaba al exterminio. Los tres conforman la corte de Ares, dios de la guerra, que en sus expediciones se hacía acompañar por el miedo, el pánico y el exterminio.

Una fobia es un miedo poco razonable, desproporcionado en relación al objeto o situación que lo provoca, y ya que los aviones son uno de los medios de transporte más seguros, el miedo a volar entra en esta categoría. El fóbico sabe que su miedo es absurdo, y pese a que intenta controlarlo, no puede. El miedo es más fuerte que él…

La persona que padece la fobia siente este miedo terrible e incontrolable frente a un determinado estímulo y esto le provoca angustia. Sin embargo, este estímulo, es sólo una causa aparente, en realidad está representando a algo o a alguien, siendo así el sustituto de un conflicto que está reprimido en el inconsciente.

Es por esto, que la fobia (como los sueños) tiene dos sentidos: un sentido manifiesto (evidente) y otro interno (oculto). Descubrir y trabajar el sentido interno de la fobia es el camino necesario para lograr la sanación transgeneracional, ya que lo que mueve a la persona está más allá de sus propias fuerzas, para abarcar las de su árbol y las de de su historia de vida.

A la vez, cada miedo enmascara un deseo reprimido, por lo que cada fobia podría ser una metáfora de un deseo prohibido por el árbol. Miedo y deseo es lo mismo a nivel inconsciente. Por eso, creo que el miedo a volar se relaciona con el deseo reprimido de “ser libres”, “ir más allá del límite seguro”, “dejarse guiar” (en el sentido de que en el aire no tenemos control, a menos que seamos el piloto), etc.

Jodorowsky afirma que cuando alguien tiene una fobia, hay que preguntarle muy en serio si de verdad se la quiere quitar, porque la fobia puede tener una utilidad oculta para la persona que puede estarle sirviendo para sostener la vida. De este modo, el inconsciente puede saber que ese miedo en apariencia irracional, puede salvar a la persona de morir.

El mismo Alejandro cuenta el caso de una paciente de Jung que tenía una extraña fobia a los guineos. Como parte de la psicoterapia, la mandó caminar sobre una avenida regada de bananas. La paciente lo hizo con gran esfuerzo y una bala perdida la alcanzó y la mató. Jodorowsky concluye que para hacer frente a la “fobia”, hay que ir hasta el fondo de la misma, sino el remedio puede ser peor que la enfermedad.

Alex Rovira dice que debemos salir de la zona de confort, hay muchos caminos para el desarrollo de la conciencia, y debemos buscarlos. El miedo a volar en avión se ve en 1 de cada 3 pasajeros (33%). Sin embargo el riesgo a un incidente aéreo es de un 0,00007%, o lo que es lo mismo, el riesgo es del 0,0001%.

Comparto contigo algunas asociaciones generales de las fobias con sus posibles sentidos ocultos:

- La acrofofia, temor a las alturas: miedo al padre
- La aelurofobia, miedo a los gatos: a la sexualidad
- La agorafobia, miedo a espacios abiertos: trauma del nacimiento
- La algofobia, miedo a experimentar dolores: miedo a la muerte
- La amatofobia, miedo anormal a la suciedad: miedo a pudrirme muerto
- La amaxofobia: miedo a estar en vehículos en movimiento: problemas en la gestación
- La androfobia, miedo a los hombres: Homosexualidad
- La antropofobia, temor a la gente: miedo al abuso sexual
- La astrafobia, miedo a las tormentas, truenos y relámpagos: temor al padre agresivo
- La autofobia, miedo a estar solo: temor a mis instintos suicidas negados.
- Claustrofobia, miedo a los espacios cerrados: miedo de estar solos con nosotros mismos y descubrirnos.
- La necrofobia: debemos preguntar al consultante si ha tenido alguna experiencia con ella, si no es el caso, concluiremos que en realidad a lo que le tiene miedo es a la transformación.

Recomendación:
Antes de emprender un viaje, pide la bendición a tus ancestros para ser libre…para tomar tus raíces…y volar…da las gracias por el regalo de la vida, mientras abrazas a un árbol y te llenas de valor. Cuando te montes al avión re-crea esa imagen. Lleva contigo una foto de tu padre (o algo que te lo represente) y recibe su permiso para que vayas más allá de tus fronteras. Cuando te pongas el cinturón de seguridad, piensa que es el cinturón de poder de Afrodita (quien lo usa se fortalece para vencer cualquier prueba).

Karina Pereyra.

Roja de rabia.


"Una persona que crea a través de la cólera tiende a crear lo mismo una y otra vez y no consigue ofrecer ninguna novedad.

La cólera no transformada puede convertirse en un mantra constante en torno al tema de nuestra opresión, sufrimiento y tortura.

Cualquier emoción, incluso la cólera, lleva aparejados el conocimiento y la perspicacia, algo que algunos llaman esclarecimiento.

En una vida cohesiva la cólera es una sustancia que está esperando nuestros esfuerzos de transformación.

El ciclo de la cólera es como cualquier otro: sube, cae, muere y es liberada como nueva energía.bEl hecho de prestarle atención da lugar al proceso de transformación.

Cuanto antes se cura una herida, tanto más breve es el período de recuperación.

Lo mismo ocurre en los traumas psicológicos. A muchas personas no las curaron por ignorancia o negligencia y ahora la persona regresa de la guerra por así decirlo, pero es como si todavía estuviera en la guerra, mental y físicamente.

Sin embargo, alimentando la cólera en lugar de intentar resolverla, buscar su causa y averiguar qué podemos hacer al respecto, nos encerramos para el resto de nuestra vida en una habitación llena a rebosar de cólera.

Y así no se puede vivir. Es necesaria una práctica consciente para poder contener la furia y curarla. Pero se puede hacer. Basta con subir los peldaños de uno en uno

Es bueno aplicar la paciencia a la furia reciente o antigua. El amoroso espíritu de la psique asume la tarea de buscar una cura para su furia y cólera de tal forma que la persona pueda vivir en paz y volver a quererse.

Pero en lugar de intentar "portarnos bien" y no sentir cólera, o en lugar de utilizarla para quemar todas las cosas vivas a cien kilómetros a la redonda, es mejor pedirle primero que se siente con nosotras a tomar un té y charlar un rato para que, de esta manera, podamos descubrir cuál fue su origen.

Al principio la furia no quiere hablar, no quiere comer, sólo quiere permanecer sentada con la mirada perdida en la distancia o insultar, o que la dejen en paz.

Es en este momento crítico cuando tenemos que acudir a la curandera, a nuestro yo más sabio, nuestros mejores recursos, para poder ver qué hay más allá de la irritación y la exasperación del ego.

La curandera es siempre la que ve a lo lejos y nos puede indicar el beneficio que obtendremos de explorar esta oleada emotiva.

Resulta muy tranquilizador saber que, por más que la devore la cólera, una persona sabe exactamente y con toda la habilidad de un experto lo que tiene que hacer al respecto: esperar, liberarse de las ilusiones, subir a la montaña, hablar con ella y respetarla como a una maestra."

Mujeres que corren con los lobos.
Clarissa Pinkola Estés.

Una reflexión consteladora 11

sábado, 28 de mayo de 2011

Domingo de servir a la madre; el inicio de una hermosa tradición.


Las celebraciones por el día de la madre se iniciaron en la Grecia antigua, en las festividades en honor a Rhea, la madre de Júpiter, Neptuno y Plutón. Durante el siglo XXVII en Inglaterra comienza la celebración de un día llamado "Domingo de Servir a la Madre", en la cual se honraba a todas las madres.

Los empleados domésticos tenían permiso para salir, ya que en aquel tiempo muchos de los pobres trabajaban como criados para los ricos. La mayoría de los trabajos estaban lejos de sus hogares, y los ellos vivían en las casas de sus patrones. Era de gran alegría para los criados que les pagaban su día de trabajo y podían volver a la casa de sus familias, y pasar el día con sus mamás. Después se comenzó a preparar una torta especial, llamada la “torta para servir a la madre", y se llevaba para celebrar ese día como un acto festivo en honor a ellas.


El origen del «Día de las madres» como lo conocemos, es la tierna historia de una joven que pierde prematuramente a su madre, y concibió la idea de dedicar un homenaje, un día sin igual, para rendirle tributo a ella. La estadounidense Ana Jarvis de Philadelphia, luego de la muerte de su madre en 1905, decide escribir, a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades, para que la apoyaran en su proyecto de celebrar el "Día de la Madre" en el aniversario de la muerte de la suya, el 2do domingo de mayo. Tuvo muchas respuestas, y en 1910 ya era celebrado en casi todos los estados de los Estados Unidos.

Viendo la joven Jarvis, la gran acogida a su iniciativa, logró que el Congreso de los Estados Unidos presentara un proyecto de ley a favor de la celebración del «Día de las madres» en toda la nación. En 1914, luego de deliberar y aprobar el proyecto, el Presidente Woodrow Wilson firmó la petición que proclamaba el «Día de las madres» como día de fiesta nacional, que debía ser celebrado el segundo domingo del mes de mayo.

Posteriormente, otros países se fueron sumando a la celebración y Ana Jarvis pudo ver a más de 80 países, de diferentes partes del mundo en este acontecimiento que tiene como único fin rendir homenaje y enaltecer a la persona que da parte de su ser para dar vida.

En la República Dominicana, el día de las madres es celebrado el último domingo del mes de mayo. Aún tenemos la costumbre de viajar a provincias para visitar a la madre o la abuela. La mayoría de las personas hacen todos los esfuerzos para agradarla con un regalo, y se comparte un almuerzo en familia.

Inspirada en una iniciativa de mi tercer grupo en formación de constelaciones familiares, donde cada uno ha presentado a su madre a través de una foto, a la vez que ha expresado una breve reflexión sobre ella, su carácter, sus gustos, su influencia o sus anhelos, les presento a la mía...
 
 
Su nombre es Dolores Ríos Guerrero, tiene 74 años y aún tengo la bendición de tener en ella una motivadora que me impulsa a correr riesgos, provar mis límites, consentirme a mi misma, viajar a los lugares que deseo, tomar las vacaciones que necesito, comprarme el vestido que me quiero, ir al restaurante que me gusta, o sacar un tiempo de reparación para mi cuerpo.
 
A ella le cuento la mayoría de mis cosas, y de esa forma ella me bendice con su aliento e inspiración, escuchando pacientemente mis argumentos sin insinuarme siquiera que me quejo o me saboteo. Cuando ve que me enfrasco en un desfile de ideas, queriendo encubrir mi miedo (casi siempre de riesgo económico), me responde con un sabio refrán como diciéndome: sigue adelante!
 
El año pasado mi papá volvió a casa...al Bosque del Padre donde todos son felices, las flores tienen los colores más espectaculares jamás vistos, el agua es cristalina, los coros de ángeles cantan dulcemente y la presencia de Pápa está en todas partes. Así lo describió un amigo que soñó con papi al mes de su muerte, y al que él le decía que en este lugar todo es bien-estar.
 
Tal vez por eso, este día de las madres es particularmente especial para mí...ahora tengo conciencia de que la vida es un ratico como dice Juanes. Este día va más allá del compromiso o la presión social, realmente quiero que mi madre sepa que es única, especial e insustituible. Yo tengo planes con la mía, y le deseo lo mejor a la tuya...
 
Bendiciones a todas las que sostuvieron la vida, y las que consciente o inconscientemente no lo hicieron.
 
K

jueves, 26 de mayo de 2011

"La paz en el mundo empieza en el vientre de la madre"


- ¿Qué es un niño?

- Una persona con todas las posibilidades por desplegar, que podrá ser todo lo que quiera.

- Fabuloso.

- Si los adultos no lo impiden.

- ¿Boicoteamos a los hijos?

- Los machacamos, les inyectamos complejos de inferioridad, les traspasamos neuras, les cortamos alas, segamos sus talentos, les impedimos desplegar todas sus posibilidades.

- Quizá educar sea eso...

- ¡Discrepo! Educar es guiar, es formar sin castrar las potencias del niño.

- ¿Dejándole a su aire?

- No. Contención, que no represión. Hay que fomentar en el niño su autorregulación: que aprenda a regular sus acciones en cada fase.

- Poniendo límites, ¿no?

- Las paredes del vientre materno son un cálido límite para el embrión. Los brazos paternos que le mecen son para el bebé un amoroso límite... Por tanto, hay contenciones, ¡pero con afecto y calidez y ánimo formativo!

- ¿Maltratamos a nuestros hijos?

- ¿Quién no ha abroncado a su hijo sólo porque en ese momento se sentía irritado, malhumorado? Nos vengamos en ellos de nuestros malos rollos, los humillamos, ¡y hasta llegamos a insultarlos!

- Mujer…

- Sí, sí: ¡los adultos somos muy cobardes! Lo que no osaríamos decirle o hacerle a un adulto en la calle o en el trabajo, ¡se lo decimos o hacemos a nuestros niños!

- ¿Tanto?

- Los hogares albergan las mayores violencias consentidas.

- ¿Con qué consecuencias?

- Fraguamos niños más inseguros, que no se valorarán, que tenderán a maltratarse o maltratar, a ser agresivos...

- ¿Cómo evitar eso?

- Con conciencia: ayudarlos a autorregularse, evitando fustigarlos con nuestros brotes de rabia y fragilidades. Todo lo que hagamos o digamos debe tener propósito educativo. Pero claro, como es más fácil conducir a un niño reprimido que a un niño sano y libre... ¡tendemos a modelar a niños reprimidos!

- ¿Y cómo modelar a un niño sano?

- Con la vacuna que la neurociencia nos confirma: cariño, afecto, amor.

- ¿Qué dice la neurociencia al respecto?

- Que el afecto estimula la sinapsis, las interconexiones entre neuronas.

- ¿Sí?

- ¡Sí! De 0 a 1 año se establece en el cerebro humano el mayor número de interconexiones neuronales de toda su vida. Y se ha constatado que el amor de los padres y cuidadores, el cariño, el afecto expresado en caricias, besos, cosquillas, abrazos, pedorretas, achuchones... ¡fomenta las sinapsis, multiplica las redes neuronales!

- O sea, que ese cerebro será más rico.

- Tendrá mejores cimientos sobre los que levantar ulteriores capacidades. Haber sido mecido, acunado, besado, acariciado, amado, respetado... ¡te hará más inteligente! A más amor recibido, más inteligencia futura.

- ¿Qué se entiende por respeto al niño?

- Tratarlo según lo que pueda esperarse de él en cada franja de edad.

- Ponga un ejemplo.

- De los 1,5 a los tres años, el neocórtex infantil es incapaz de procesar más de dos o tres prohibiciones. Si dirigimos 30 ¡noes! al niño... nos parecerá que nos desobedece 27 veces. ¡Y no es eso!

- ¿Y qué es?

- Que no es capaz de grabar las órdenes. Y que decirnos ellos no es un primer paso de su autonomía personal, de perfilar su identidad: es, pues, algo saludable.

- ¿Y cuándo estará el niño en condiciones de entender los “noes”?

- A partir de los 3,5 o cuatro años graban bien cualquier orden. Entonces sí hay que estar vigilante para evitar filiarcados.

- ¿Qué es eso?

- Hay patriarcado (hegemonía del padre), matriarcado (de la madre) y filiarcado (del hijo): ¡busquemos mejor la heterarquía, es decir, que cada cual tenga un lugar!

- ¿A qué edad aparece en el niño la conciencia de género?

- De los tres a los seis años se desarrolla la pulsión sexual a la par que la epistemofílica.

- ¿Qué pulsión es esa?

- Curiosidad de saber, de conocer, de explorar: si reprimes la pulsión sexual de un niño, ¡reprimes su impulso de saber!

- ¿Qué hicieron mal sus papás?

- Vivíamos en el campo y, por ignorancia, me pusieron a trabajar de muy niña, cargaron sobre mí altas responsabilidades familiares... Eso me ha hecho emprendedora, pero también sentirme imprescindible para el bienestar de los demás, cosa muy dañina...

- El Gobierno español propone escolarizar a los niños desde su nacimiento...

- Eso puede comprometer esa primera fase de formación de la persona, en la que el principal alimento es el afecto. ¡Alerta: la OMS anticipa que en 20 años la primera dolencia de la humanidad será la depresión!

- Dígame que es optimista y que pronto mejorará la educación de los niños.

- Seremos cada día más conscientes de la importancia de las primeras edades de la vida... o estaremos jugándonos el futuro de la humanidad. Nunca antes supimos tanto sobre la infancia: ¡si lo aplicamos, daremos lugar a la única gran revolución de verdad!

- ¿Sí?

- Sí, la paz sobre la Tierra empieza en el vientre de la madre.


Entrevista a Evânia Reichert, psicoterapeuta familiar y autora del libro "Infancia, la edad sagrada" (La Llave). En estos días se ha publicado en España su libro, el cual recomiendo por su claridad y seriedad. Abarca temas de vital importancia que hacen referencia a la educación y al respeto durante desarrollo y crecimiento del niño. Es clave para educadores, padres, terapeutas y toda aquella persona que se sienta motivada por conocer el aspecto sagrado de la infancia.

La vanguardia, 19 de Mayo 2011


domingo, 8 de mayo de 2011

La familia de origen y el destino.


Las Constelaciones Familiares ponen de manifiesto que muchas de las tragedias, implicaciones o embollos en nuestras vidas, tienen relación con algún hecho que ocurrió en la familia. La mayor parte de los padecimientos se originan cuando en la familia hubo un desorden, porque la familia como un todo se comporta como si dependiera de un alma, y ésta sigue un orden. Cuando hay desvío de ese orden uno se aparta, y por consecuencia hay alguien en la familia que se implica y sufre.

El primer orden que rige a esta alma y que lleva a sus miembros a que realmente se cumpla, es que cada miembro de la familia tiene el mismo derecho a la pertenencia, es decir, que si a alguien de esa familia se le niega el derecho a pertenecer, se queda excluido, entonces el alma trata de volver a establecer ese orden.

Un ejemplo de exclusión familiar puede ser: Las parejas anteriores de los padres o de los abuelos. Puede darse cuando un hombre o una mujer se separan de una pareja, excluyendo a esa persona de su corazón. Suele ocurrir cuando se enojan con él o ella, le hacen reproches, le echan la culpa de lo que ocurrió o le pasan juicio con el resto de la familia, los amigos o con ellos mismos.

Cuando el hombre o la mujer vuelven a encontrar una nueva pareja, y si con esa pareja tienen un hijo, entonces ese hijo puede representar a la pareja anterior bajo la influencia de esa alma grande que tratará de ordenar el desorden en un proceso que es inevitable.


Ni los padres ni el hijo saben que ese proceso se está dando. De un modo inconsciente, todos están expuestos a la influencia de esa alma grande, y entonces a veces ocurre que ese hijo se implica por ejemplo padeciendo una enfermedad similar a la que tenía esa pareja anterior. o podría querer ir a la muerte como lo quería hacer la pareja que fue excluida, y más tarde se comporta de manera similar a esa pareja.

Es decir, se une a esa pareja anterior haciendo una relación similar a la que el padre o la madre tenia con esa persona; o sea, que en esa relación de pareja ocurren entonces cosas similares a las que ocurrían con las parejas anteriores.

Una situación como esta se puede solucionar si uno conoce los ordenes del amor y es capaz de reconocerlos, es decir, si el hombre, la mujer o el hijo (una vez que sea adulto) pueden reconocer el orden y mirar con amor lo que antes se excluyó por dolor.

Quien reconoce el orden tiene un chance para ordenar el desorden. Por ejemplo, honrando a esa pareja anterior. Entonces el hombre o la mujer le dice a la pareja anterior: "yo no he estado bien, te he amado mucho y me duele que nos hallamos separado".


Un terapeuta puede utilizar con este hombre o esta mujer una historia que les permita mirar este mover del alma:

"Un hombre y una mujer emprenden juntos un camino. Cada uno lleva una mochila bien cargada con cosas buenas. Juntos caminan atravesando jardines floridos, campos maduros, tienen y sienten alegría, y cada tanto toman asiento, abren sus mochilas y comparten lo que han traído. Luego de un tiempo ese camino va cuesta arriba y uno de ellos siente dificultades, las mochilas están más livianas, pero uno de ellos se sienta para descansar mientras que el otro sigue subiendo esa cuesta. Cuando llega a la cima toma asiento exhausto y mira hacia abajo. A lo lejos ve a su pareja recuerda lo lindo que era y comienza a llorar..."

La pareja que mira hacia abajo o mejor dicho hacia atrás, tiene una determinación muy clara que le permitirá tener la oportunidad de asumir la responsabilidad de llevar toda esa vivencia a una nueva relación y al hijo. Al llorar esa persona toma al otro nuevamente en su corazón y con eso ha solucionado algo.

La vivencia en el trabajo de las Constelaciones Familiares demuestra que el orden siempre es amor, sin embargo, sin orden el amor no puede expresarse. Es así como el orden antecede al amor pero siempre lo muestra, en cambio el amor sin orden no fluye. El amor comprendido de esta forma especial, de que cada persona encuentre un lugar en el corazón, es un amor abarcativo.


Cuando se separa una pareja no hay culpables, ya que nadie es libre de comportarse de manera diferente a la que se está comportando. Cada uno esta unido a su familia de origen en modo muy estrecho. Si en la familia de origen existe un desorden, esa familia lo atraerá, llevando a la persona hacia atrás para tratar de ordenar algo. El asunto es que esta es una tarea inútil.

Mientras su familia de origen lo llama con una clase de amor ciego, repentinamente la persona pierde a su pareja de vista. La mirada está en otro sitio entonces la pareja se le escapa. Entonces los destinos de la familia de origen, se vuelven los destinos de esa relación de pareja y ninguno de ellos puede evitarlo, ya que ninguno de ellos es libre, y quien no tiene libertad no tiene fuerza ni poder para cambiar nada aunque quisiera hacerlo.

Es por esto, que las Constelaciones Familiares son un recurso valiosísimo para recorrer el camino de vuelta a casa, ordenar lo que está desordenado y tomar la fuerza para seguir adelante y ser capaces de tener una vida lograda.

Karina Pereyra.
Terapeuta en Constelaciones Familiares.
Primera parte.

Sanando con el Dalai.


Nunca te rindas
No importa lo que esté sucediendo.
Nunca te rindas
Desarrolla el corazón
Demasiada energía se gasta desarrollando la mente
En lugar del corazón
Sé compasivo
Trabaja por la paz
Y lo digo de nuevo
Nunca te rindas
No importa lo que esté sucediendo
No importa lo que esté pasando a tu alrededor
Nunca te rindas.

Una reflexión consteladora 10