domingo, 29 de marzo de 2015

Volver a empezar.


Y reconstruirás Jerusalén las veces que sea necesario

porque ése es el mandato divino.

Buscarás las manos de tus hermanos
 para cumplir la tarea.


Y no levantarás más murallas a tu alrededor
 pues los enemigos 
han sido sepultados
 junto a todos los lamentos.


Y bendecirás las luces 
y las sombras de cada día de tu vida.


Y no tendrás más tiempo de señalar
 lo que está bien
y lo que está mal,
porque estarás ocupado forjando tu hogar.


Y vendrán a él los peregrinos en busca de luz.

 Aprenderás a sentir que tu hermano es parte de ti
 y no un semejante.



Daniel Chirom (Poeta argentino)

jueves, 26 de marzo de 2015

Abundancia



La mentalidad de abundancia significa que te sientes amado y valorado en este momento. Ahora puedes decir que te sientes así, pero, si suena el teléfono y descubres que has perdido mucho dinero en el mercado de valores o que tu esposa te abandona, ¿te sigues sintiendo digno? ¿Está el vaso medio vacío o medio lleno? ¿Sabes que en el momento de oír esas noticias aparentemente malas, eres completamente digno de ser amado? 

Si la respuesta es sí, entonces has aprendido el pensamiento de abundancia. Si la respuesta es no, entonces estás batallando con el pensamiento de escasez. El simple hecho de reconocer tu proceso mental basado en el temor ya es un gran paso hacia su transformación. La honestidad emocional es esencial para el crecimiento espiritual. 

No puedes forzarte a ti mismo a pensar positivamente, pero puedes reconocer tu negatividad. Reconocer tu negatividad es un acto amoroso. Es un gesto de esperanza. Dice: "Veo lo que está sucediendo y sé que hay un camino mejor. Sé que puedo elegir otra opción". Darte a ti mismo otra opción es la labor de la redención individual. Perdonar el pasado y dejarlo ir prepara el escenario para elegir de otra manera.

Paul Ferrini

Los peligros de desahogarse



Hay terapeutas que nos aconsejan expresar nuestra ira para sentirnos mejor. Nos sugieren que digamos o hagamos cosas para sacar la cólera que sentimos, como coger un palo y golpear un neumático..., o dar un portazo con todas nuestras fuerzas, o también golpear una almohada. Estos terapeutas creen que es el método para eliminar la energía de la ira que hay en nosotros,y lo llaman «desahogarse».


Cuando tu habitación está llena de humo, quieres ventilarla para que salga el humo. La ira es una especie de humo, una energía que te hace sufrir. Cuando el humo de la ira surge, quieres abrir la puerta y encender el ventilador para que salga la ira. Así que te desahogas golpeando una piedra o un árbol con un palo, o aporreando una almohada.


Pero en realidad, con este método sólo te sientes mejor temporalmente, y además los efectos que tiene son muy perjudiciales, te harán sufrir mucho más. La ira necesita energía para manifestarse. Cuando intentas descargarla golpeando algo o aporreando la almohada con todas tus fuerzas, al cabo de media hora estarás agotado. Y como estarás hecho polvo, no te quedará más energía para alimentar la ira que sientes y pensarás que ha desaparecido, pero no es cierto, lo que ocurre es que estás demasiado cansado para estar enfadado.


La ira que sientes surge de las raíces de la ira que hay en ti. Las raíces de la ira se arraigan en la ignorancia, en las percepciones erróneas y en la falta de comprensión y compasión. Cuando das rienda suelta a la ira, simplemente estás abriendo la energía que alimenta la ira en ti, pero sus raíces siguen estando ahí, y al expresar la ira de este modo, las fortaleces. Éste es el peligro que comporta desahogarse.


Cuando aporreas una almohada, en vez de calmar y disminuir la ira que sientes, la estás fortaleciendo. Si lo haces a diario, la semilla de la ira que hay en ti crecerá cada día. Y algún día, cuando veas a la persona que te ha hecho enfurecer, tal vez practiques lo que has estado ensayando. La golpearás y puedes acabar en la cárcel.

Thich Nhat Hanh; “Los peligros de desahogarse”

miércoles, 25 de marzo de 2015

60 consejos para una vida increíblemente grande.


1. Haga ejercicio a diario.
2. Toma en serio la gratitud.
3. Vea trabajo como un arte.
4. Espere lo mejor y prepárese para lo peor.
5. Mantenga un diario.
6. Lea "La Autobiografía de Benjamin Franklin".
7. Planifique un horario para la semana.
8. Conozca las 5 principales prioridades de su vida.
9. Diga no a las distracciones.
10. Beba mucha agua.
11. Mejore su trabajo diariamente.
12. Busque un mentor.
13. Cuando necesite contrate un Coach.
14. Levántese a las 5 a.m. cada día.
15. Coma menos alimentos.
16. Encuentre más héroes.
17. Sea un héroe para alguien.
18. Sonría a los extraños.
19. Sea la persona más ética que usted conozca.
20. No se conforme con menos que la excelencia.
21. Saboree los simples placeres de la vida.
22. Ahorre un 10% de sus ingresos cada mes.
23. Pase tiempo en galerías de arte.
24. Pasee por el bosque o un parque.
25. Escriba cartas de agradecimiento a las personas que le han ayudado.
26. Perdone a los que le han hecho daño.
27. Recuerde que el liderazgo es acerca de la influencia y el impacto, no el título y elogios.
28. Cree momentos inolvidables con sus seres queridos.
29. Tenga 5 grandes amigos.
30. Hágase increíblemente amable.
31. Desenchúfese del televisor.
32. Venda su televisor.
33. Lea todos los días
34. Evite las noticias
35. Viva contento con lo que tiene.
36. Persiga sus sueños.
37. Sea auténtico.
38. Sea apasionado.
39. Pida perdón cuando sepa que debería.
40. No pierda ni un momento para celebrar otro.
41. Tenga una visión para su vida.
42. Conozca sus puntos fuertes.
43. Enfoque su mente en lo bueno frente a la falta.
44. Sea paciente.
45. No se rinda.
46. Limpie sus líos.
47. Use palabras impecables.
48. Viajes más.
49. Lea "As You Think".
50. Honre sus padres.
51. De propinas.
52. Sea un gran compañero.
53. No de su  energía a los críticos.
54. Pase tiempo en las montañas.
55. Conozca los 5 primeros valores.  (Valores primarios)
56. Pase de ser ocupado al logro de resultados.
57. Innovar y repetir.
58. Hable menos. Escuche más.
59. Sea la mejor persona que conoce.
60. Haga que su vida importe.

Robin Sharma; autor del “Monje que vendió su Ferrari”.

Eres un diamante perfecto.


Se cuenta que un tratante en diamantes fue a comprar nuevas piezas y mientras lo hacía las  observaba durante  mucho rato. De vez en cuando separaba su vista del diamante que examinaba y la fijaba por unos minutos sobre el diamante que llevaba en el anillo de su mano, para de nuevo mirar el diamante que quería comprar.

Después explicó que al mirar mucho tiempo atentamente un diamante, la vista pierde la facultad de distinguir bien, por lo cual era preciso para él fijarse de vez en cuando en su propio diamante perfecto para poder apreciar el diamante que evaluaba.


En muchas oportunidades, para poder apreciar el valor de  otros es necesario volver la vista a nosotros mismos. Mantener la vista fija en las personas nos hace perder la facultad de ver bien. Mirar nuestro propio valor, reconociendo el diamante que somos, es la mejor manera de apreciar el valor en lo que nos rodea.