viernes, 31 de diciembre de 2010

2011 y el espíritu Avatar.

“El color de los ojos habla del origen, el color de la mirada habla del destino”.
Anónimo.


Hoy es el último día del año y quiero aprovechar la ocasión para enfocar la atención en el espíritu Avatar: El respeto y amor a todo y a todos. ¿Qué cambios seríamos capaces de establecer en este nuevo año si nuestra mirada fuera inclusiva a la diversidad?

Los momentos difíciles encierran el gran propósito del re-encuentro con la esencia de la vida Estamos en un tiempo que nos extiende la invitación a un cambio de conciencia…a vivir desde la sabiduría del corazón. Hace un año, Jake nos mostró en la película Avatar que nacer, morir, re-nacer y evolucionar en el verdadero amor es una ley universal de la vida.

El año nuevo siempre es un llamado al cambio, un recordatorio a que tenemos poder para crear en cada instante de nuestra existencia un inicio si tenemos la conciencia de que el principio es inmutable. El origen no se cambia, y quien tiene la humildad para tomar esto con gratitud y amor, contacta su poder personal y recibe como aliado a todo el Universo.

Este blog me permitió en septiembre crear un espacio de comunicación y me he emocionado, reído, aprendido, sanado, sentido y desplegado mis alas, que en este caso son tecleos con los que escribo desde la humildad, desde el inmenso espacio que me ofrece la bendición de mis padres.

En este 2011 te deseo que contactes la fuerza y el poder para que con los ojos del interior veas las alas que todos tenemos, y en especial que despliegues las tuyas y emprendas tu propio vuelo…unas alas como las que consiguió Jake para realizar su viaje y tomar su destino.


Feliz y venturoso año, Feliz espíritu Avatar,
Karina.



La visión sistémica en la profecía india de "Los Guerreros del Arco Iris".

      


Hubo alguna vez una anciana llamada Ojos de Fuego, nativa de la tribu Cree de Norteamérica. Esta mujer lanzó una profecía que resuena hasta nuestros días.

Llegará el día en que la codicia del hombre blanco, del Yo-ne-gi, hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie.
Y la humanidad, como la conozco, dejará de existir.

Llegará el tiempo en que habremos de necesitar a “los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos” para que ellos nos muestren cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes. Ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como "Los Guerreros del Arcoiris".

Llegará el día en que algunas personas despierten de su letargo para forjar un Mundo Nuevo de justicia, de paz, de libertad y de respeto por el Gran Espíritu. Los Guerreros del Arco Iris transmitirán el mensaje, para difundir sus conocimientos a los habitantes de la Tierra, a los habitantes de Elohi.

Ellos enseñarán a vivir como vive el Gran Espíritu, y mostrarán cómo ese mundo futuro se ha alejado del Gran Espíritu y por qué razón se encontrará tan enfermo. Los Guerreros del Arco Iris le enseñarán a la gente que este Ser Ancestral, el Gran Espíritu, es un ser de amor y comprensión, mostrarán cómo devolverle a la Tierra, a Elohi, toda su belleza.

Estos Guerreros del Arco Iris proporcionarán a la gente los principios y reglas para hacer una vida acorde con el mundo. Estos principios serán los mismos principios que seguían los pueblos del pasado. Los Guerreros del Arco Iris le enseñarán a la gente los viejos hábitos de la unidad, del amor y de la comprensión.

                      

Y enseñarán por los cinco rincones de la Tierra cómo alcanzar la armonía entre las personas. Le enseñarán a la gente cómo orar al Gran Espíritu de la misma manera como lo hacían los pueblos del pasado, dejando que el amor fluya como las hermosas corrientes que descienden de las montañas, por cauces que las llevan a unirse con el océano mismo de la vida.

Y una vez más renacerá la alegría de estar en compañía, como también en la soledad. Estarán libres de envidias mezquinas, y amarán a sus semejantes como a sus hermanos, sin importar el color de su piel, su raza o su religión. Sentirán cómo la felicidad inunda sus corazones mientras se vuelven cada uno con el resto de la creación.

Sus corazones serán puros e irradiarán calidez, comprensión y respeto por la humanidad, por la naturaleza y por el Gran Espíritu. Y una vez más colmarán sus mentes, sus corazones, sus almas y sus actos de los pensamientos más puros, para así aspirar a la magnificencia del Maestro de la Vida, ¡el Gran Espíritu!. Hallarán la fortaleza que se oculta en la belleza de una oración y en los momentos de soledad de la vida.

Y sus hijos nuevamente podrán correr libres y disfrutar los tesoros de la Naturaleza y de la Madre Tierra, libres de venenos y de la destrucción generada por el Yo-ne-gi y sus prácticas codiciosas.

Los ríos fluirán limpios otra vez, los bosques serán abundantes y llenos de hermosura, y otra vez habrá aves y animales sin número. Nuevamente se respetarán los poderes del planeta y de los animales, y la conservación de todas las cosas bellas se convertirá en una forma de vivir.

El pobre, el enfermo y el necesitado recibirán cuidados de sus hermanos y hermanas de toda la Tierra. Y estas prácticas serán de nueva cuenta parte de sus vidas cotidianas.

Los líderes de los pueblos volverán a ser elegidos a la vieja usanza… no por el grupo político al que pertenezcan, ni porque griten más fuerte o presuman más, tampoco por un proceso de intercambio de insultos o acusaciones mutuas; serán elegidos aquellos cuyas acciones digan más que sus palabras.

Serán elegidos como líderes o Jefes aquellos que den muestras de su amor, su sabiduría y su valor, que hayan sido capaces de actuar por el bien de todos. Serán elegidos por sus cualidades, no por la cantidad de dinero que posean. Y al igual que los Jefes devotos y considerados de la antigüedad, usarán su amor para entender a la gente y para asegurarse de que sus niños y jóvenes sean educados en el amor, en el trabajo y en el conocimiento de su entorno.

Les mostrarán que los milagros pueden hacerse realidad para curar a este mundo de todos sus males, devolverle la salud y la belleza que antes tuvo.

Las tareas que les esperan a los Guerreros del Arco Iris serán muchas y mayúsculas. Habrá enormes montañas de ignorancia que será necesario vencer; se enfrentarán contra prejuicios y odio. Tendrán que ser dedicados, firmes en su fortaleza y tenaces de corazón. Porque en su camino hallarán mentes y corazones dispuestos a seguirlos en esta senda que le devolverá a la Madre Tierra toda su belleza y su plenitud.

Ese día llegará pronto, ya no está lejos. Llegará el día en que nos demos cuenta de que todo lo que somos, nuestra existencia misma, se la debemos a las gentes que han reservado su cultura y su herencia, a esas personas que han mantenido con vida los rituales, las historias, las leyendas y los mitos.

Y será gracias a este conocimiento que ellos han preservado, como volveremos a estar otra vez en armonía con la Naturaleza, con la Madre Tierra y con la humanidad misma. Y descubriremos que este conocimiento es nuestra clave para la supervivencia. Éstos serán los Guerreros del Arco iris, y ésta es la razón que me impulsa a proteger la cultura, la herencia y los conocimientos de mis antepasados. ”


sábado, 25 de diciembre de 2010

44 Navidades.

 
A mis 44 años, el 2010 ha sido una invitación a seguir el camino espiritual. El trabajo de auto-descubrimiento me ha llevado a bucear en mi interior para reconocer mi destino.

El 44 es un número maestro y entrar en contacto con él me ha proporcionado la confianza y la fuerza interior necesarias para la tarea del año, al tiempo que me ha ayudado a tomar acertadas decisiones y a incrementado mi liderazgo permitiéndome acompañar a las personas en sus propios procesos.

Este tiempo me ha hecho pensar en las navidades pasadas y en esa evaluación he podido dividirlas en etapas:

Cuando era niña y estaba pendiente de la fecha, de la ropa que estrenaría, del regalo que me traería Santa Claus y de la película de estreno que solía ver el 25 de diciembre, luego de visitar todas las casas en las que Santa había dejado un presente con mi nombre.

Las navidades de la época de adolescente cuando la preocupación mayor era que las fiestas fueran divertidas, que la peluquera me recibiera e hiciera un buen trabajo con mi pelo y que mi ropa estuviera espectacular.

El tiempo de navidad como adulta-joven en que mi atención estaba en tener el dinero suficiente para comprarles ropa nueva a mis tres hijos y poder satisfacer su lista de regalos comprando los juguetes de moda.

Las navidades cuando no podía estar con quien amaba, las que me recordaron con rudeza que estaba sola, aquellas en las que me sentí perdida porque aún no descubría lo que la vida quería de mi, las que vi partir a alguien querido porque su destino les llevaba a otro lugar…en ocasiones la muerte…y las que me hicieron ver que ninguna navidad era igual...


La época de adulta-madura donde el corazón se sensibiliza con la inocencia de los niños, la ternura de los enamorados, la fragilidad de los envejecientes, la sabiduría de los padres, la calidez de los abrazos y la alegría de los mensajes cargados de buenos deseos.

Sin embargo, la navidad número 44 ha sido memorable; hace cuatro meses mi padre hizo su cambio para morar en la eternidad, es el primer año en que Santa trae regalos para mi nieto. Por si fuera poco, me siento maravillosa y satisfecha por vida.

Las navidades del 2010 me sobrecogen y me llenan de profundo agradecimiento por la vida, a la vez que me embarga un sentido sagrado de celebración por el tiempo vivido, por los que me han amado y por los que amo, y sobretodo por el amor incomparable del Padre celestial, que un día envió a su hijo para recordarnos quienes somos y mostrarnos el camino de regreso a casa.

Esta navidad es la oportunidad para reconocer que podemos re-nacer y vivir en la Luz.

Felices fiestas,
Karina



jueves, 23 de diciembre de 2010

Ritual de Papá Noel


Toma una vela roja o verde en la mañana de Nochebuena, lávate bien las manos, enciende algún incienso. Sostén la vela con ambas manos, cierra los ojos. Visualiza la energía de la Navidad representada en la figura de Papá Noel y di algo como:

”Invoco a la fuerza benefactora de la navidad, para que consagre esta vela como un símbolo del amor, la unión familiar, el bienestar, el re-encuentro, la salud, el progreso y la prosperidad. Pido su bendición y protección para que me acompañen…Gracias por haberme escuchado y actuado.”

Felicidades!

Dar la bienvenida al niño interior.


Busca un lugar tranquilo y silencioso.
Sintoniza tu respiración...coloca tus manos sobre el corazón.
Cierra los ojos. Permítete no solamente ver sino ser tu niño interior.

Por tu voz hablan tus padres que le dan la bienvenida al niño
y lo alientan para que llegue al mundo y a sus vidas.

Escúchales decir a través de ti:
Nos sentimos tan felices de que hayas venido!
Te hemos estado esperando…
Hemos deseado tanto que vinieras a formar parte de nuestra familia!
Eres muy importante para nosotros.

Nos sentimos felices de que seas un niño.
Nos sentimos felices de que seas una niña.
Amamos lo único y especial que hay en ti.
La familia no sería la misma sin ti.
Te amamos.
Queremos abrazarte con ternura.
Deseamos estar presentes para ti y guiarte hasta que crezcas
y seas lo que eres capaz de ser.

No tienes por qué ser como nosotros.
Te bendecimos para que seas tú mismo.
Eres tan hermoso, tan inteligente, tan creativo.

Es un placer tan grande para nosotros tenerte aquí!
Te amamos más que a nada en el mundo.
Gracias por escoger a nuestra familia.

Eres bienvenido y nos bendices con tu llegada.
Te amamos.
Realmente te amamos con todo nuestros corazones.
Es un gozo y un privilegio verte nacer.

Un curso de milagros

Agredece a Dios.


Esta es una corta entrevista hecha por Paul Bradshaw a Rick Warren, el autor de "Una Vida con Propósito," y pastor de la iglesia Saddleback Church en California, en momentos que su condición económica es extraordinariamente buena por la venta de sus libros y que su esposa tiene cáncer.

"La gente me pregunta, '¿Cuál es el propósito de la vida?' Y yo les respondo: La vida es la preparación para la eternidad. No fuimos hechos para durar para siempre, y Dios quiere que estemos con el en el cielo. Un día mi corazón se detendrá y ése será el fin de mi cuerpo, pero no el fin de mí.

Puedo vivir de 60 a 100 años sobre la tierra, pero voy a pasar trillones de años en la eternidad. Este es el acto de calentamiento, el ensayo general. Dios quiere que practiquemos en la tierra lo que haremos por siempre en la eternidad.

Fuimos hechos por Dios para Dios, y hasta que usted no se dé cuenta y entienda esto, la vida no tendrá sentido.

La vida es una serie de problemas: O está ahora mismo en uno, o saliendo de uno, o está a punto de meterse en otro. La razón para que esto sea así es que Dios está más interesado en su carácter que en su confort. Dios está más interesado en hacer su vida santa, más que en hacer su vida feliz.

Podemos ser razonablemente felices aquí en la tierra, pero ésa no es la meta de la vida. La meta es crecer en carácter, a la imagen de Cristo.

Este año que pasó fue el año más grandioso de mi vida y a la vez el más duro, con mi esposa Kay teniendo cáncer. Yo pensaba que la vida era montes y valles – atraviesas por un momento oscuro, entonces vas hasta la cima de la montaña ida y vuelta varias veces. Pero ya no creo eso. Más que la vida sea montes y valles, creo que es como un camino de rieles de dos vías y que en todo momento tienes algo bueno y algo malo en tu vida.

No importa cuán buenas sean las cosas en tu vida, siempre hay algo malo que necesita ser arreglado. Y no importa cuán malas sean las cosas en tu vida, siempre hay algo bueno por lo que puedas dar gracias a Dios.

Puedes enfocarte en tus propósitos, o puedes enfocarte en tus problemas. Si te enfocas en tus problemas, vas a ser egocéntrico, o sea 'mi problema, mis asuntos, mi dolor.' Pero una de las formas más fáciles de deshacerte del dolor es quitar tu foco de ti mismo y ponerlo en Dios y en los demás.

Descubrimos rápidamente que a pesar de las oraciones de cientos de miles de personas, Dios no iba a sanar a Kay o hacerlo fácil para ella. Ha sido muy difícil para ella, y aún así Dios ha fortalecido su carácter, le ha dado un ministerio de ayudar otras personas, le ha dado un testimonio, la ha acercado más a El y a la gente.

Debes aprender a lidiar con ambos, lo bueno y lo malo de la vida. De hecho, algunas veces aprender a lidiar con lo bueno es más duro. Por ejemplo, este año que pasó, de repente, cuando el libro llegó a la venta de 15 millones de copias, me hizo muy rico instantáneamente.

También trajo mucha notoriedad con la que nunca antes yo había tenido que lidiar. No creo que Dios te dé dinero o notoriedad para tu propio ego o para que tengas una vida de comodidades.

Así que empecé a preguntarle a Dios qué El quería que yo hiciera con ese dinero, con esa notoriedad y esa influencia. El me dio dos pasajes diferentes que me ayudaron a decidir qué hacer, en 2 Corintios 9 y Salmo 72.

Primero, a pesar de todo el dinero entrando, no cambiamos nuestro estilo de vida ni someramente. No hicimos grandes compras. Segundo, cerca de mitad del año pasado, dejé de recibir salario de la iglesia. Tercero, buscamos fundaciones para dar dinero a una iniciativa que llamamos El Plan de Paz, para plantar iglesias, equipar líderes, asistir al pobre, cuidar del enfermo y educar la próxima generación.

Cuarto, sumé todo lo que la iglesia me había pagado en los 24 años desde que empecé en la iglesia y lo di todo de vuelta. Fue liberador poder servir a Dios de gratis.

Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Voy a vivir para las posesiones? ¿Para la popularidad? ¿Me voy a dejar llevar por las presiones? ¿La culpa? ¿La amargura? ¿El materialismo? ¿O me voy a dejar llevar por los propósitos de Dios para mi vida?

Cuando me levanto en la mañana, me siento al borde de mi cama y digo 'Dios, si no logro absolutamente nada en el día de hoy, sí quiero conocerte más y amarte mejor.' Dios no me puso sobre la tierra sólo para llenar una lista de quehaceres. El está más interesado en lo que soy que en lo que hago. Por eso es que nos llamamos seres humanos, no quehaceres humanos."

En los momentos felices, ALABA A DIOS. En los momentos difíciles, BUSCA A DIOS. En los momentos de quietud, ADORA A DIOS. En los momentos dolorosos, CONFIA EN DIOS. En todo momento, AGRADECE A DIOS.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Tú eres otro yo...

El ángel de la navidad.


Cuenta la tradición cristiana que desde hace más de 2,000 años, los 21 de diciembre de todos los años desciende a la órbita de la tierra el Ángel de la Navidad para acompañarnos durante 3 días hasta el nacimiento del niño Jesús.

Este es el ángel que acompañó a Gabriel para anunciar la llegada del Salvador del mundo. Es el mismo ángel que se quedó en aquellos días para cuidar y guiar a los pastores que fueron a honrar al Mesías.

El día 21 de diciembre es el momento de preparar y llenar de luz nuestro hogar para la conmemoración más importante -celebrada el 24- en la nochebuena. Los días a considerar son 3 antes y 3 después, que con el día del nacimiento suman 7, el número de la luz y la divinidad.

Durante este tiempo debemos estar en armonía con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con toda la creación, en actitud de recogimiento y agradecimiento a nuestro Dios.


El día 21 de diciembre se celebra la llegada de una fiesta de luz en los cielos, que anuncia un hecho divino en la tierra. Esa luz es representada por el Ángel de la Navidad que nos recuerda que “Como es arriba es abajo”.

Ese día se hace -o se compra- pan dulce, caramelos, chocolates, golosinas y alguna bebida especial, y se adorna una mesa para una fiesta, con velas doradas o blancas y algunos ángeles. Se invita a personas queridas con las que deseemos compartir este especial agasajo. También se pueden intercambiar regalos.

En el aspecto espiritual, la preparación de la casa se hace de la siguiente manera: Se compra incienso en grano de buena calidad y carbón vegetal. Luego de limpiar y ordenar la casa para la fiesta de los dulces, se encienden al rojo vivo los carboncitos y se colocan en un recipiente con mango resistente al calor para echar sobre ellos poco a poco el incienso.

También podemos usar un incensario de oscilación -similar al que usan en las iglesias católicas- para producir bastante humo. y que su fragancia penetre en los lugares más recónditos del espacio. Algunas personas agregan perfumes florales, maderales o frutales, según el gusto de cada quien.


De igual forma, se pueden encender varillas de inciensos. Es recomendable que cuando el incienso comience a quemar, caminemos por todo el espacio llevando el recipiente que lo contiene y de este modo facilitar la penetración del humo por todos los rincones.

Luego debemos abrir por unos minutos las puertas y ventanas para que salga la fragancia, después podemos cerrarlas nuevamente para proceder a hacer la bendición del hogar con las palabras que el Espíritu ponga en nuestros corazones.

Yo suelo usar esta oración que comparto con ustedes:

Bendito eres Dios nuestro Rey del universo. A tí, Altísimo te pedimos rendidamente que bendigas nuestra entrada, permanencia y salida de esta casa, y te dignes santificarla así como lo hiciste con la casa de Abraham y de Jacob, e hiciste habitar entre sus paredes a tus santos ángeles.

Asimismo haz que guarden bien y defiendan a los habitantes de esta casa de toda alma mala, nuestro cuerpo defiendan de cualquier ataque de la oscuridad. Da, Señor, a esta casa la abundancia de virtud celeste y la multitud de dichas de esta tierra. Te lo pedimos en el nombre de tu hijo amado Jesús. Amén, amén y amén.

Después se encienden las velas bendecidas hasta que se consuman. Se regalan los caramelos, dulces o panes que preparaste o compraste, y se hacen las 21 peticiones. Luego se procede a brindar y celebrar.

domingo, 5 de diciembre de 2010


Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren
el amor pasa por los parques
casi sin verlos amándolos
entre la fiesta de los pájaros
y la homilía de los pinos
cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
unos es el rostro del amor
y el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros
y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amo.

Mario Benedetti.