domingo, 1 de agosto de 2010

Las Constelaciones Familiares.


Las Constelaciones Familiares es un tipo de terapia sistémica fenomenológica familiar desarrollado por Bert Hellinger (Alemania). Los expertos dicen que más del 80% de los problemas psicológicos que nos afectan a todos vienen de nuestra historia y relación familiar. El hijo por un amor ciego e infantil, adopta reacciones y soporta cargas que le dificultarán la vida de adulto.

Las constelaciones sacan rápidamente a la luz la dinámica que causa el sufrimiento y, si se dan las circunstancias apropiadas, la corrige en el mismo momento. Esta Terapia se diferencia de otras por su extrema rapidez. En una constelación (de una duración promedio de 1 hora) sale a la luz y se aborda el tema causante del problema presentado por el cliente, en oposición a procesos que pueden durar años en otros tipos de terapias.

En un grupo humano, cada persona ocupa un lugar y tiene una ubicación con respecto a las demás. En las familias hay un orden alrededor del padre y la madre, en el que los hijos sólo deben tomar de sus progenitores y hacer algo bueno con lo recibido. Este orden se afecta por muchas razones, teniendo como consecuencia el bloqueo del amor que ya no puede fluir. Las constelaciones Familiares nos recuerdan que el sistema funciona reconociendo el orden de cada uno de sus integrantes.

Todos los miembros del sistema son importantes y valiosos en igual medida. Es posible entonces cerrar ciclos pendientes inclusive con seres fallecidos, enfermos, distantes, que pueden ser de nuestra propia familia o pueden ser amigos, socios y parejas. Las Constelaciones Familiares tratan las conexiones que cada persona tiene con su familia en una o varias generaciones, así como con las personas que han sido significativas afectivamente.

Los miembros de un sistema familiar se vinculan entre sí con amor y lealtad. Lo que una generación deja sin resolver, será la siguiente generación la que inocente e inconscientemente tratará de solventarlo en un amor ciego, que las dejará atrapadas en temas o asuntos que no son en realidad su responsabilidad.

Existe una transmisión transgeneracional de los problemas familiares que crean una cadena de destinos trágicos, las injusticias cometidas dentro del sistema familiar -así como fuera del sistema- pueden inconscientemente afectar la vida de sus miembros con enfermedades inexplicables, depresiones, suicidios, relaciones conflictivas, trastornos físicos y psíquicos, dificultad de encontrar pareja, comportamiento conflictivo con algún miembro del sistema familiar, quiebras, etc. No obstante, el mismo amor que enfermó es el que tiene la sabiduría de la solución cuando se vuelve consciente.

Las lealtades invisibles emergen durante la configuración de la Constelación Familiar, permitiendo a la persona ver con qué o con quién está implicado. En el trabajo de las CF se busca a personas excluidas, olvidadas, difamadas, denigradas, las no honradas en el sistema, las tratadas con injusticia, las que se fueron para ceder su espacio a otras y las que sufrieron vidas particularmente difíciles. Una vez que se hace consciente, estamos libres para ocupar nuestro lugar y “tomar” la fuerza de nuestros ancestros para seguir adelante con nuestro destino.


¿Cómo es la dinámica para explorar un drama personal con la constelación familiar?

Puesto que el trabajo es energético, no se confronta directamente a las personas con quienes hay que cerrar ciclos, y esto es precisamente lo que permite a la energía moverse hacia la salud, el amor, la libertad y la armonía. Se necesita muy poca información del cliente, ya que la percepción emerge con mayor facilidad si nos limitamos a preguntar lo esencial, y eso se hace sólo justo antes de configurar
la constelación, no antes.

Las preguntas esenciales son:

  • ¿Qué quiero para mí?

  • ¿Quién pertenece a la familia?

  • ¿Hay niños fallecidos durante el embarazo, o alguno que murió temprano?,

  • ¿Hubo abortos voluntarios o involuntarios?

  • ¿Ha habido alguien con una suerte difícil en la familia, por ejemplo alguien discapacitado en algún sentido?

  • ¿Estuvo alguno de los padres o abuelos casado o comprometido en una relación anterior, o involucrado en una relación significativa antes de su actual matrimonio?
Cualquier pregunta adicional estorba la apertura a la información fenomenológica que emerge. Esto es verdad tanto para el terapeuta como para los representantes. Es también el motivo por el cual el terapeuta renuncia a cualquier conversación previa con el cliente o a hacer un cuestionario extenso. Además, es mejor si el cliente permanece en silencio durante la constelación, y que los representantes se abstengan de hacer cualquier pregunta.

Luego de obtener la información, en un grupo, una persona se centra en sí misma y selecciona a quienes van a representar a los miembros de su familia incluyendo a alguien para sí mismo, y los sitúa en un espacio unos en relación a los otros, siguiendo su propia intuición. Y tan pronto como las personas han asumido su lugar, sienten como a quienes representan, sin siquiera conocerlos. Así, por medio de la Constelación Familiar, obtenemos una representación de lo que realmente está sucediendo en la familia.


¿Para quién es la constelación familiar?

El trabajo está abierto para todas las personas que deseen mirar algún aspecto que les interese realmente en sus vidas:

  1. Problemas recurrentes.

  2. Dificultades con relaciones personales.

  3. Duelos no resueltos.

  4. Personas que ponen en riesgo su vida.

  5. Rastrear las necesidades primarias del niño y, al hallarlas, trabajar el crecimiento hacia el adulto (madurez).

  6. Liberarse de la identificación con miembros excluidos de la familia y ocupar el propio espacio dentro del sistema.

  7. Darle sentido a nuestra historia personal y familiar, descubriendo lo que hemos elegido como destino (una enfermedad; un estado de aislamiento; sabotaje de la abundancia; bloqueos para encontrar y/o conservar una pareja; insatisfacción laboral, relaciones de codependencia, etc.

  8. Reconocer y asentir un destino difícil (la enfermedad, e incluso la muerte).

  9. Abordar bloqueos en alguna área de la vida.

  10. Tomar decisiones en momentos de cambio, crisis, o dudas.

  11. Observar un asunto específico a partir de la energía misma de las almas involucradas en la historia.

  12. Aprender a tomar y a dar el amor.

  13. Personas que quieren mejorar el servicio que brindan desde sus profesiones (psiquiatras, psicólogos, terapeutas, trabajadores (as) sociales, maestros, abogados, entre otros).

  14. Todos los que quieran asumir su lugar en la familia dejando a los demás con su propia responsabilidad y sus respectivos lugares de dignidad dentro del sistema.

¿Qué se requiere para hacer la constelación familiar?

¡Tomar la decisión y asumir la responsabilidad de moverse! Este método no requiere de la presencia de toda la familia, una sola persona que haga su trabajo tiene la fuerza para impactar todo el sistema familiar. Ni los constelados ni los representantes necesitan tener conocimiento, habilidad o entrenamiento previo.

Nota: La autora es terapeuta en constelaciones familiares desde el año 2006. Ofrece consultas privadas, facilita talleres y es formadora de terapeutas en este campo. Si quieres conocer más sobre este trabajo puedes escribir a: karinapereyracursos@yahoo.es

Padre, papa, papi, pa



Carl Gustav Jung es quien da a conocer el término arquetipo en el ámbito académico cuando en su psicología analítica, lo emplea para designar el modelo a partir del cual se configuran las copias. El arquetipo del padre combina el talento para crear, con la capacidad de proteger a los demás.

Tiene una función simbólica que nos remite a: identidad, reglas, herencia, poder, conquista, protección, provisión, respeto, límites, orden, disciplina, honor y autoridad. Según haya sido la relación con el padre, será la relación que cada persona pueda tener con estas cualidades alas que les dará significados distintos de acuerdo a su experiencia.

Nina Canault en su libro sobre la función paterna: ¿“Comment paye-t-on les fautes de ses ancêtres”? (Cómo paga uno los errores de sus ancestros), hace referencia a una entrevista hecha a Didier Dumas, un psicoanalista especializado en el tratamiento de niños psicóticos, en la que el psicoterapeuta responde muchas dudas y preguntas sobre la relación padres-hijos.


El psicoanálisis le dedica un lugar muy importante al padre. Para Freud, el padre es el lugar en el que se forman los ideales con los cuales el niño construye mentalmente su futuro y crece. Para Lacan, el padre es aquel a través del cual llega la psicosis, en caso de que su función simbólica no haya sido reconocida en el seno de la familia.

Didier Dumas es un gran defensor de la función paterna aún en estos tiempos cuando esta función está perdiendo espacio en nuestra sociedad, tras haber sido una de las piezas clave de la organización jerárquica del poder y de la familia. Para él, acoger a un niño sin padre -tal y como lo favorecen hoy en día las leyes y la medicina- tiene consecuencias dramáticas para la psique humana.

Las mujeres que crían sus hijos ellas solas se ven obligadas a sustituir el padre por terapeutas. Una madre sin padre es, para un niño una situación sin puerta de salida. Si uno lo es todo para su madre, y viceversa, será muy difícil dejarla sin que se produzca cierto drama.

A nivel global, nuestra sociedad sufre una carencia espiritual cuya primera manifestación es la exclusión del padre. El individuo no puede ser completo si se considera a sí mismo solamente como el producto del cuerpo de su madre. El hombre y la mujer transmiten tanto el cuerpo como el espíritu. La madre se relaciona más con el cuerpo físico, ya que el niño se forma en su vientre y tiene un contacto estrecho con su propia carne.

En cambio, el padre es especialmente responsable de la construcción mental. Ya que no puede llevarlo en su vientre, sólo dispone de su cabeza para poder acogerlo, concibe al hijo como el producto de intercambios y transmisiones mentales. El padre determina la rectitud, la conciencia y el honor.

Si, en el seno de una pareja, la mujer no puede soportar o le disgusta que su hijo se identifique con el padre; si ella ya no está enamorada del padre de su hijo, la consecuencia es que la conexión mental queda rota. El padre al no poder hablar de estas cosas con su mujer, pierde el medio que le permite darse cuenta si su hijo se identifica con él.

De esta manera, la madre impedirá al niño construirse mentalmente, le impedirá pensar y comportarse de forma autónoma, ya que la identificación con el padre es la que modela esto.


Cuando un padre da su nombre a su hijo, no se limita a cumplir son una simple formalidad sino que lo está acogiendo en su psique, para que pueda echar raíces en la suya. Le ofrece un lugar a partir del cual el niño podrá establecer sus límites, sus ideales y su propio poder.

La construcción mental del niño sigue las mismas pautas que la del cuerpo, se elabora en base a unos materiales psíquicos recogidos desde el exterior: las palabras y pensamientos de sus progenitores. Si la madre no le proporciona al hijo un padre con el cual identificarse, corre el riesgo de no poder ser nada más que la fotocopia de su mamá.

Lo que permite a un niño ser él mismo y evolucionar es la posibilidad de extraer materiales psíquicos, tanto de su padre como de su madre, para luego poder proseguir esta búsqueda fuera de su familia e identificarse con todos los seres humanos. Pero en un principio, todo se apoya sobre el derecho a identificarse con el padre.


Aquí es donde las mujeres encontramos muchas dificultades; no le pedimos a los hombres que sean padres, sino que nos ayuden a ser madres. En fin de cuentas, les pedimos que se hagan cargo de las carencias que tenemos de nuestras propias madres. Cuando tenemos hijos, repetimos a la propia madre y esa carga que ponemos en la relación le impide a nuestros hombres ser auténticos padres.

Así llegamos a una situación cuya gravedad no debe subestimarse: el número de familias monoparentales es cada vez mayor, sin contar con el hecho de que uno de cada dos niños no vuelve a ver a su padre tras el divorcio de sus progenitores.


Las creencias materialistas han contribuido a disolver muchos pensamientos saludables con relación al arquetipo del padre. La paternidad ha sufrido una degradación en el seno de la familia, actualmente nadie parece saber a ciencia cierta para qué sirve un padre. La ciencia también ha contribuido, reduciendo al padre a unas gotas de esperma que se utilizan para que una mujer pueda ser madre, sin ninguna consideración hacia el padre.

El paso del estado de hombre a  padre no es tenido en cuenta en nuestra cultura. En cambio, es común que la mujer que está embarazada sea sostenida en su transformación por la pareja, la familia, los amigos, su médico y la sociedad en general. Tampoco suele ser respetado el duelo de un hombre cuya pareja ha decidido abortar en contra de la opinión de él .

Hoy día existe una alianza oculta entre las madres y los médicos, que ha relevado el tradicional dúo entre los sacerdotes y las devotas del siglo XIX, que en su momento dejaba a un lado a los padres.

Que las madres se apoyen en la Iglesia, en la medicina o en las leyes, en vez de hacerlo en el hombre con el que han concebido a su hijo, conduce irremediablemente a un incesto virtual madre-hijo en el cual el padre es excluido. Todas estas fórmulas llevan al niño a ser la única fuente de placer y satisfacción de su madre.

Nuestra mirada al mundo está filtrada por el nivel de consciencia que tenemos y ésta a su vez, está directamente relacionada con las ideas y pensamientos que nos hacen mirar la vida y su manifestación de una determinada manera.

Existen los siguientes niveles de consciencia y miradas al mundo:
1- Nivel de consciencia Animal - El mundo es un lugar para sobrevivir.
2- Nivel de consciencia Infantil - El mundo es un lugar para jugar.
3- Nivel de consciencia Adolescente-romántico - El mundo es un lugar para enamorarse.
4- Nivel de consciencia Adulto egoísta - El mundo es un lugar para poseer y ganar.
5- Nivel de consciencia Adulto altruista - El mundo es un lugar para compartir.
6- Nivel de consciencia planetario - El mundo es un lugar al que cuidar y desarrollar.
7- Nivel de consciencia cósmico - El mundo es un trampolín para expandirnos a otros mundos.
8- Nivel de consciencia divino - El mundo es Dios y Dios es el mundo, por tanto todo es sagrado.

Todos venimos de un padre y una madre. Solo cuando hemos podido "tomarlos" completamente a ambos, nos sentiremos completos. Para quien lo ha logrado, la vida es un lugar seguro y amoroso donde nos realizamos y expresamos a plenitud.

Extracto de la charla del mes de julio que la autora comparte el tercer lunes de cada mes en la librería Thesaurus.

Karina Pereyra.
Terapeuta en Constelaciones Familiares.

El centésimo mono y la masa crítica.


La teoría del centésimo mono es controversial. Algunos encuentran en los estudios científicos los argumentos que necesitan para aceptarla. Para otros es demasiado fantástica o requieren más información. El término "masa crítica" viene de la física para expresar la cantidad de masa necesaria para que un fenómeno pueda suceder o no.

La teoría toma su forma tras la observación del mono japonés Macaca fuscata, el que ha sido estudiado por más de 30 años. Hacia el 1952, en la isla de Koshima, los científicos ponían a disposición de los monos batatas tiradas sobre la arena. Los monos probaron el sabor de las batatas crudas, pero encontraron desagradable su sabor por la suciedad de su superficie.


Una hembra de 18 meses de edad llamada Imo, encontró la solución al problema lavando las batatas en un arroyo cercano. Enseñó el truco a su madre, sus parejas también aprendieron esta nueva manera de comerlas y se lo enseñaron a sus madres.

Gradualmente, otros monos fueron asumiendo la práctica ante los ojos de los científicos. Entre 1952 y el 19'58, todos los jóvenes monos aprendieron a lavar las batatas arenosas para hacerlas más agradables. Sólo los adultos que imitaron a sus hijos aprendieron esta mejora social. Los otros, continuaron comiendo las batatas sucias.

Entonces algo asombroso empezó a ocurrir. En el otoño de 1958, un cierto número de monos Koshima estaban lavando batatas (el número exacto no se conoce). Permítasenos suponer que una mañana había 99 monos en la isla Koshima que habían aprendido a lavar sus batatas.

Permítasenos ir más allá y suponer que un poco más tarde, el centésimo mono aprendió a lavar batatas. ¡ENTONCES SUCEDIÓ! Cerca del atardecer, casi todos en la tribu estaban lavando batatas antes de comerlas.
La adición de la energía del centésimo mono de algún modo creó un avance ideológico. Pero noten esto: La cosa más sorprendente observada por los científicos fue que el hábito de lavar las batatas fue más allá y cruzó el mar. ¡Colonias de monos de otras islas y los grupos de monos del continente en Takasakiyama comenzaron a lavar sus batatas! Así, cuando un cierto número crítico alcanza un conocimiento, éste puede ser comunicado de mente a mente.

Si bien el número exacto puede variar, el Fenómeno del Centésimo mono significa que sólo cuando un limitado número de personas conocen una nueva forma de hacer algo, un nuevo conocimiento, éste puede permanecer en sus consciencias. Pero, hay un punto por el cual, si sólo una persona más se sintoniza con este nuevo conocimiento, el campo se potencia hasta que este conocimiento es tomado por casi todos. “



(Lifetide por Lyall Watson, págs. 147/8. Bantam Books 1980) Ana Giroldi

Comparte tu luz con otros...


Hu-Song, filosofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia:

Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró prender una pequeña lámpara, pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada.

Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás encendieran su propia lámpara, y así compartiendo la llama con todos... la caverna se iluminó".

Uno de los discípulos pregunto a Hu-Song:

¿Qué nos enseña, maestro, este relato?

Y Hu-Song contestó:

Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo, y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer. En las matemáticas de la naturaleza lo que se comparte siempre se multiplica.