viernes, 27 de mayo de 2016

Afirmación para la autoestima



Amo mi cuerpo.


Me encanta vivir en mi maravilloso cuerpo. 

Se me ha dado para que lo use toda mi Vida; lo quiero y cuido amorosamente de él. 

Mi cuerpo es algo precioso para mi. 

Amo todas sus partes, por dentro y por fuera, las que veo y las que no veo, todos los órganos, glándulas, músculos y huesos, todas y cada una de sus células. 

Mi cuerpo responde a esta amorosa atención dándome una salud y una vitalidad vibrantes.


Creo paz en mi mente, y mi cuerpo la refleja con una salud perfecta.

Louise Hay

Nadie nos puede dañar...


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"Nadie nos puede dañar. El daño sería una pérdida. A todo progreso se antepone una pérdida. Si me enfoco en la pérdida, me pierdo lo que esta pérdida me trae. Una empresa que no hace pérdidas no se puede desarrollar. Es decir, el éxito cuesta a menudo una pérdida. Lo determinante es cómo reacciono a ello. En cuanto tomo nota de esta pérdida, tengo todo abierto ante mí"

Bert Hellinger

martes, 24 de mayo de 2016

Decálogo de la madre, según la psicogenealogía



“1.-He parido un hijo que no es mío. Lo entrego al mundo.

2.-Este hijo no ha venido a cumplir mi proyecto, ni los proyectos de mi árbol genealógico, sino el suyo propio.

3-No lo bautizo con ningún nombre ya presente en el árbol, ni con nombres que le impriman un destino.

4.-Se lo doy todo, lo crío con afecto, sin dejar de ser yo misma, sin adicción al sacrificio, sino con responsabilidad y desde la libertad.

5.-Le ofrezco herramientas que ayuden a construir el edificio de su propia vida, pero acepto que tome libremente las que el juzgue adecuadas y rechace las inadecuadas para él. Me doy cuenta que la mejor manera de enseñar a un hijo no es con mítines, ni con límites, sino con el ejemplo.

6.-Acepto que deje de llamarme “mamá” cuando él lo decida, para pasar a llamarme por mi propio nombre, porque así rompe lazos de dependencia y la relación entre ambos se equilibra.

7.-Le permito y facilito que tenga un espacio privado e íntimo en la casa que sienta como su propio territorio.

8.- En cuanto a la elección de sus amistades, de su carrera, de sus actividades de ocio, etc., le escucho, le doy mi parecer, pero no selecciono nada por él, ni le prohibo ni lo obligo.

9.- Dejo que mi hijo cometa errores, que se caiga, que no sea perfecto. Comprendo que cada fracaso es un cambio de camino y con ellos se crece cada día; si lo protejo demasiado lo bonsaitizo, nunca será adulto.


10.-Jamás definiré a mi hijo (“es tranquilo”, “eres nervioso”, “es tímido”…), porque entiendo que los niños se forman su autoconcepto a partir de lo que sus padres dicen de él. Le transmito que dentro de él están todas las posibilidades del ser, lo es todo en potencia.”

domingo, 22 de mayo de 2016



"En las enseñanzas del Buda aprendemos que el cuerpo no está separado de la mente. Nuestro cuerpo es nuestra mente y, al mismo tiempo, nuestra mente es nuestro cuerpo".


Thich Nhat Hanh