domingo, 27 de febrero de 2011

El Poder de la Profecía


La ciencia de la física cuántica, desarrollada a principios del siglo xx, aporta principios que hacen que el tiempo, la oración y nuestro futuro estén íntimamente relacionados de modos que sólo estamos empezando a comprender. Entre las fascinantes propiedades de la teoría cuántica está la existencia de muchas posibles consecuencias para un momento dado en el tiempo.

Si evocamos el pasaje bíblico de «en casa de mi Padre hay muchas mansiones», la «casa» de nuestro mundo es la sede de muchas de las posibles consecuencias de las situaciones que creamos en nuestras vidas. Más que crear nuestra realidad, sería más exacto decir que creamos las situaciones a las que atraemos los futuros resultados, ya establecidos, a ocupar su puesto en el presente.

Las elecciones que realizamos como individuos determinan qué mansión, o posibilidad cuántica, experimentamos en nuestras vidas personales. A medida que nuestras elecciones individuales van cayendo en amplias categorías que afirman o niegan la vida en nuestro mundo, las múltiples opciones se fusionan en una sola respuesta colectiva a los retos del momento.


Por ejemplo, si elegimos el perdón, la compasión y la paz, atraeremos futuros que reflejarán esas cualidades. La belleza de la analogía de Hermes Tris¬megisto «como arriba, así abajo», es que nos muestra el significado de cada elección que ha realizado cada hombre y cada mujer, de cualquier procedencia, en cada momento.

En la ausencia de dinero o de privilegios, todas las opciones tienen la misma fuerza y valor. Seguir nuestro curso por las posibilidades de la vida es un proceso de grupo. En el mundo cuántico no hay acciones ocultas, y cuenta cada acción de cada individuo. Nos encontramos en un mundo que creamos juntos.

Ni las profecías antiguas ni las actuales pueden predecir nues¬tro futuro; ¡en cada momento perfeccionamos nuestras elecciones! Aunque nos parezca estar en un camino destinado a un resultado específico, nuestro camino puede cambiar radicalmente para pro¬ducir otro resultado totalmente inesperado. Las predicciones sólo ofrecen posibilidades.

El físico Richard Feyn¬man, considerado por muchas personas como uno de los más grandes innovadores del nuevo pensamiento desde Albert Einstein, hablaba precisamente de este punto clave de la profecía cuando dijo: «No sabemos cómo predecir lo que sucederá en un momento dado. Lo único que se puede predecir es la probabilidad de que sucedan distintos acontecimientos».

Gregg Braden.
Científico.

jueves, 24 de febrero de 2011

Mi cumpleaños

Vivir en asentimiento.


«El asentir es la única respuesta cuerda».


Si te observas ahora, ¿puedes aún decir las dos cosas que todo bebé podría expresar, si pudiera dominar la palabra?: Soy completamente amado. Soy completamente digno de amar. Pocas personas adultas pueden hacerlo, pues al observarse detectan defectos por los que no creen que son merecedores de amor.

En muchos sentidos, eso parece correcto, pues el amor perfecto no pertenece a este mundo. Sin embargo, en un sentido más profundo, lo es: lo que tomamos por defectos son, en realidad, las cicatrices de dolores y heridas acumuladas a lo largo de la vida.


Cuando nos miramos en el espejo creemos estar viéndonos de un modo realista; pero el espejo no revela la verdad que resiste pese a todas las heridas: Fuimos creados para ser completamente amados y completamente dignos de amor, por toda la vida.

Por debajo de todo lo que sentimos y pensamos la inocencia se mantiene intacta. El tiempo no puede mancillar nuestra esencia: somos seres espirituales, y el espíritu asiente a todo y a todos. Si perdemos de vista esta esencia, confundiremos nuestro yo con nuestras experiencias, y no caben dudas de que las experiencias pueden hacer mucho para eliminar el amor.

Por esta vía descubrimos que solo experimentamos una limitada cantidad de amor, y nos sentimos dignos de amor sólo hasta cierto punto. Esto puede cambiar. Aunque nos veamos a nosotros mismos como seres limitados, las enseñanzas espirituales dicen lo contrario. En espíritu, no estamos atados ni al tiempo ni al espacio...las experiencias no pueden tocarnos. En espíritu somos inocentes y siempre lo hemos sido...en espíritu somos amor puro.

Si no nos sentimos completamente amados ni completamente dignos de amor es porque no nos identificamos con nuestra naturaleza espiritual. Nuestro sentido del amor ha perdido lo único de lo que no puede prescindir: su dimensión superior.

El asentir a todo nos permite restaurar esa parte perdida. Entonces, mente, cuerpo y espíritu se unirían, y esta unión expresa «el amor que tenemos para dar». Cuando nos unimos al ser amado manifestamos «el amor que tienes para compartir».



En nuestra naturaleza más profunda, cada persona está destinada a ser el héroe o la heroína de una eterna historia de amor. Cada uno de nosotros debe descubrir por sí mismo que el amor es una fuerza tan real como la gravedad y que ser sostenido por él todos los días, a cada hora, a cada minuto, no es una fantasía: debería ser nuestro estado natural.


Vivir en asentimiento es asentir a la unión del yo y el espíritu. Esto no sólo es posible, sino inevitable.

• El amor puede curar.

• El amor puede renovar.

• El amor puede protegernos.
• El amor puede inspirarnos con su poder.
• El amor puede acercarnos a Dios.
 • Todo lo que el amor se propone hacer resulta posible.


Un sendero espiritual tiene una sola razón de ser: mostrar el camino para que el alma viva en asentimiento. Cuando encontramos nuestro sendero encontramos también nuestra historia de amor.

miércoles, 16 de febrero de 2011

El asentir en las relaciones.


« La felicidad en el amor es a veces una
bendición, pero por lo general es una conquista»
Paulo Coelho

El ego mira el amor como un crimen. Intenta convencernos de que decir si al amor es algo peligroso, que lleva consigo un sacrificio injusto y algunas veces doloroso. Cree que asentir nos convertirá en el chivo expiatorio de otras personas. Para el ego, el amor es debilidad, en cambio, para el Espíritu el amor es fuerza.

Al inicio de nuestras vidas, estábamos perfectamente programados para asentir. De este modo, estábamos conectados con un mundo rico, lleno de hechizo y de milagro. Diciendo si a lo que es, crecimos hasta poder valernos por nosotros mismos.

Al mismo tiempo, nos enseñaron a pensar de forma antinatural y a entrar en contradicción con lo que somos. Pensamos en términos de competencia, lucha, enfermedad, recursos finitos, limitación, maldad, culpa, muerte, escasez y pérdida, y como empezamos a pensar en estas cosas, empezamos a conocerlas.

Nos enseñaron que tal como somos no valemos lo suficiente. El amor es eso con lo que nacimos, el miedo es lo que hemos aprendido. El viaje del héroe es la travesía de asentir el amor en nuestras vidas. El amor es el hecho existencial esencial.

Tener plena conciencia de él, tener la vivencia del amor en nosotros y en los demás, es el sentido y propósito de la vida. Tener otro propósito no tiene sentido, es contrario a nuestra naturaleza, y finalmente nos hace sufrir. Sobrevaloramos lo que percibimos con nuestros sentidos físicos, y subvaloramos lo que, en nuestro corazón, sabemos que es verdad.



Los sentidos físicos no pueden percibir el amor, el amor exige una «visión» diferente de aquella a la que estamos acostumbrados, una forma diferente de conocer, de pensar. El amor es el conocimiento intuitivo de nuestro corazón y solo se alcanza mediante la sensibilidad.

Un antiguo recuerdo de este amor nos persigue continuamente, pidiéndonos por señas que regresemos. Es por eso que el lenguaje del amor son la poesía, la música, las imágenes, la danza y todo lo que despierte y fortalezca esa sensibilidad en nosotros.

El amor no responde a las leyes materiales pues es energía. A pesar de que no tiene que ver con el mundo físico, puede expresarse. La experiencia que de él tenemos es la de la bondad, la entrega, el perdón, la compasión, la paz, el júbilo, la negativa a juzgar, la unión, la valentía, la intimidad y el asentir.

En las CF el trabajo se trata de mirar lo que bloquea la expresión del amor por miedo o dolor. La única manera de que el amor no fluya, es si estamos ciegos. Todo lo que se mira se ama, pues el amor está en todas las cosas. Es indestructible; sólo se lo puede ocultar. El mundo que conocíamos de niños sigue aún en algún rincón de nuestra mente.

Hace algunos años, una amiga mía tenía un interesante negocio llamado “Avalon”. Nunca le he preguntado, solo supuse que se inspiró en la historia que cuenta el fabuloso libro “The Mists of Avalon”, en español “Las nieblas de Avalon”, de Marion Zimmer Bradley. La obra es una alusión mítica a las leyendas del rey Arturo.

Avalon es una isla mágica que permanece oculta tras unas tupidas e impenetrables nieblas. A menos que se desvanezcan, no hay manera de que un barco se abra paso hasta la isla, y sólo se desvanecen cuando uno cree que la isla está allí. De este modo, Avalon simboliza un mundo que está más allá del mundo que percibimos con los sentidos físicos.


Representa el milagro presente detrás de las cosas, el ámbito encantado que es familiar para los niños cuando están sanos. El arquetipo del niño natural es el nivel más profundo de nuestro ser…es lo que realmente somos, y lo que es real no desaparece. Este es el trabajo de las CF: pasar del “amor ciego” al “amor que mira”. La verdad no deja de serlo simplemente porque no estemos mirándola. El amor sólo puede quedar oculto tras las nubes o las nieblas mentales: miedos, juicios, críticas y culpas.

Avalon es el mundo que conocíamos cuando todavía estábamos conectados con la inocencia…con nuestro espíritu. Es el mismo mundo que vemos ahora, pero sostenido por el amor, interpretado con ternura y alimentado con fe y esperanza y asombro. Es fácil de recuperar: las nieblas se desvanecen cuando creemos que detrás de ellas está Avalon. El milagro del amor consiste un cambio de la percepción que nos hace despejar las nieblas que nos impiden retornar a casa.

Hace media docena de años, conocí el asentir a través de las CF, fue entonces que atravesé la frontera de dolor y pasé del sufrimiento inútil, que te deja sin fuerzas para cambiar nada, al sufrimiento con sentido que no se evita, pero te deja sin dolor para que seas capaz de funcionar normalmente.

Entre otras cosas, aprendí a diferenciar la sensibilidad de la sensiblería y conecté con una humildad que me permite ver con muchísima claridad que «No hay nada que hacer porque Dios lo hizo todo por mi», mi único trabajo es decir si y tomarlo.

Entonces supe que yo, por mí misma, no soy nada. Ahora, cuando acompaño en sus procesos a mis clientes veo que mientras esto no pasa, la gente sigue probando todas sus viejos trucos, los que nunca les han resultado, pero que piensan que quizás esta vez si funcionen.

Cuando asentimos damos paso a que ocurra el milagro: la cabeza y el corazón se abren y Dios puede entrar y hacer el trabajo. Por supuesto, son más las personas que sufren de alguna manera, que las que buscan la solución. Lo cierto es que mientras no terminamos de rendirnos, apenas si estamos jugando a vivir, y en cierto nivel sentimos miedo porque sabemos que apenas jugamos.

Asentir significa entregarse a la vida tal cual es, con lo que me gusta y con lo que no, con lo que me parece bueno y con lo que no, y con lo que creo correcto y lo que no. Lo bello de la vida es que el momento de la entrega no es cuando se acaba la vida, más bien es cuando empieza.

Karina Pereyra,
Terapeuta en Constelaciones Familiares.

lunes, 14 de febrero de 2011

¿De qué se trata el amor?


Desde que conocí las Constelaciones Familiares, los 365 días del año son para amar y honrar el amor. Las CF me mostraron un camino terapéutico que al transitarlo me ha fortalecido y empoderado para sostener y disfrutar las relaciones, al tiempo que me voy reconociendo más completa cada vez.

La felicidad en las relaciones no es ni una persona ni una condición ni un estado, sino más bien «la conciencia de la perfecta unicidad». Ver la inocencia y el amor detrás de las máscaras que todos usamos, es ver el rostro de Dios, y si somos capaces de entregar el corazón y amamos, logramos tener una experiencia de Dios.

En todo momento en cada relación enseñamos una de dos cosas: a amar o a temer. Hay una máxima en educación que reza: «Enseñar es demostrar», por tanto, cuando demostramos amor hacia los otros, aprendemos que somos dignos de amor y aprendemos a amar con mayor profundidad.

Las ideas no abandonan su fuente, es por eso que cuando demostramos temor y cerramos el corazón, aprendemos a rechazarnos y a tener miedo de la vida. Siempre aprendemos lo que hemos decidido enseñar.

El amor no conquista todas las cosas, pero sí las pone en su debido lugar, y en CF reconocí que el amor precisa del orden para poder expresarse. El desorden solo genera confusión, dolor y desgracia. De ahí, que en la mayoría de los casos donde encontramos bloqueos, decepciones, tristezas o pérdidas en el amor, también vemos desorden.

Muchas personas hemos padecido un «desorden de autoridad» en el que nos hemos colocado como los autores de Dios. Hemos hecho un Dios a nuestra imagen, con tal de no reconocer que Él es nuestro autor. Buscando poder en el amor nos auto infligimos sufrimiento al rechazar su fuente.

Tomarse el amor en serio significaría una transformación completa del pensamiento que renuncie al viejo sistema de pensamiento basado en el miedo y diga si a la entrega del corazón. Entregarse a Dios significa entregarse a la autoridad del amor. Las relaciones existen para catalizar nuestro encuentro con Él. Cuando nos entregamos al obrar del Espíritu todos los encuentros son sagrados. En una relación crecemos y en una relación morimos.



Es necesario que disminuya el “yo” para que aumente el “nosotros”. Básicamente, lo que ocurre es que nos han enseñado a ser activos, de modo que hemos exaltado desproporcionadamente la naturaleza masculina. Hemos creído que nuestro poder reside en controlar, y que somos poderosos por lo que hemos logrado más que por lo que somos. De manera que, caemos en la trampa de sentirnos impotentes para lograr nada hasta que ya lo hemos logrado. Este comportamiento es irreconciliable con el amor.

Creemos que la entrega es algo que hacemos cuando hemos perdido la guerra. Vemos la entrega de forma pasiva, y pensamos que es una debilidad. Si alguien nos sugiere que no hagamos nada en una situación, que soltemos las cargas y descansemos, nos ponemos realmente histéricos. Pero en un sentido espiritual la pasividad es fortaleza. La entrega es un principio femenino y por tanto es pasiva. No «hace» nada.

El proceso de espiritualización -tanto en los hombres como en las mujeres- es un proceso de feminización, un aquietamiento de la mente que propicia la entrega del corazón. En la filosofía taoísta, el «yin» es el principio femenino, que representa las fuerzas de la tierra, mientras que el «yang» es el principio masculino, que representa el espíritu.

Cuando nos referimos a Dios como «Él», toda la humanidad se convierte en «Ella». No tiene nada que ver con ser hombre o ser mujer. La mente que está separada de Dios no confía en el amor para salir al mundo. Sin amor la mente no puede conectar con la sabiduría.

Entregarse es relajarse y amar. Al consentir que el amor sea nuestra prioridad en una situación, entregamos el poder a Dios. Literalmente, usamos nuestra mente para crear junto con Él. Cuando elegimos el amor, reconocemos su importancia y nos entregamos a su fuerza, invocamos a un poder superior que guiará nuestras vidas.

Cuando nos encontramos con alguien vivimos un momento santo. Tal como consideremos al otro así nos consideraremos a nosotros mismos. Tal como lo tratemos, así nos trataremos a nosotros. Tal como pensemos del otro, así pensaremos de nosotros. En nuestros semejantes o bien nos crucificamos o bien nos salvamos.

Artículo de Karina Pereyra
Publicado en el periódico Listín Diario.

Osho


Amar es el arte de estar con otros. Meditar es el arte de estar contigo mismo. Son las dos caras de la misma moneda. Una persona que no sabe como estar consigo misma no puede relacionarse verdaderamente con otros. Su relación será incómoda, carente de gracia, desagradable, ocasional y accidental.

En un momento dado todo va bien y al momento siguiente todo desaparece. Siempre pasará por altibajos; no ganará profundidad. Será muy ruidosa. Con seguridad te dará en que ocuparte, pero no será melodiosa ni te podrá llevar a las cumbres de la existencia o a las profundidades del ser. Y viceversa: la persona que no es capaz de estar con otros, de relacionarse, le será muy difícil relacionarse consigo misma, porque el arte de relacionarse es el mismo.

El hecho de relacionarte con otros o de relacionarte contigo mismo no es muy diferente; es el mismo arte. Estas artes se tienen que aprender en conjunto, simultáneamente; son inseparables. Procura estar con la gente, no de manera inconsciente sino muy conscientemente. Relaciónate con la gente como si estuvieras cantando una canción, como si estuvieras tocando una flauta; cada persona tiene que ser considerada como un instrumento musical. Respétalos, ámalos y venéralos, porque cada persona es una cara oculta de lo divinoPor tanto, se muy cuidadoso, pon mucha atención.

Recuerda qué estás diciendo; recuerda qué estás haciendo. Precisamente las cosas pequeñas destruyen relaciones y las pequeñas cosas hacen las relaciones muy hermosas. A veces una simple sonrisa te abre el corazón de otro; a veces una mirada equívoca de tus ojos cierra al otro; es un fenómeno muy delicado. Piensa en ello como un arte: tal como el pintor es muy cuidadoso con lo que está haciéndole al lienzo, cada simple pincelada va a crear una enorme diferencia. Un pintor de verdad puede cambiar toda una pintura con una sola pincelada. La vida se tiene que concebir como un arte, con mucha precaución, con mucha deliberación.

Por tanto la relación con los demás tiene que convertirse en un espejo: mira lo que estás haciendo, cómo lo estás haciendo y qué está sucediendo. ¿Qué le está sucediendo al otro? ¿Le estás haciendo su vida más desgraciada? ¿Le estás ocasionando dolor? ¿Le estás creando un infierno? Entonces aléjate. Cambia tus procedimientos. Haz hermosa la vida que te rodea. Permite que cada persona sienta que un encuentro contigo es un regalo, que sólo por estar contigo algo empieza a fluir, a crecer, algunas canciones empiezan a brotar del corazón, algunas flores empiezan a abrirse. Y cuando estés solo entonces siéntate profundamente silencioso, en completo silencio, y obsérvate a ti mismo.

Un pensamiento de Anthony de Mello.


Sólo en la libertad se ama.
Cuando amas la vida, la realidad,
con todas tus fuerzas,
amas mucho más libremente a las personas.

Un homenaje al amor y la amistad.

Karina Pereyra
Espacio de Crecimiento
Te desea un Feliz San Valentín


Queridos todos:

Esta mañana he estado reflexionando sobre tantas personas que han pasado a lo largo de mi vida. Algunas han llegado llenas de paradojas; otras bellas, fuertes, complicadas o extrañas; risueñas, listas para soñar; con el propósito de ayudar, con ganas de servir…unas pocas para morir jóvenes y enseñarme a través de la desolación y el dolor, a crecer a través de la pérdida; muchas para estar conmigo muchos años y apoyarme a crecer mediante la sabiduría que me muestran.

Es así que cada persona que he conocido, en situaciones buenas o terribles, breves o duraderas, y cada relación de la que he formado parte representa una escena importante en el conjunto de mi historia...

Si estás leyendo este mensaje es porque eres una parte valiosa de las personas presentes en mi vida con el importante propósito de guiarme a entrar en contacto con mi alma y sintonizarla con la relación mayor con Dios.

Gracias por formar parte de esta tarea esencial de comprender mi esencia eterna y dirigir mis actos hacia la "unión" auténtica, y recordar que la verdadera religión en este hermoso planeta-casa es el "AMOR"!...♥

Mi sentimiento es inmenso por todos...!!!
Feliz San Valentín,
Karina.

domingo, 13 de febrero de 2011

Una reflexión consteladora 9.

La suerte y el amor en el año del conejo.


El año nuevo chino está vinculado al movimiento de los astros: la luna, el sol las estrellas y Júpiter, correspondiendo a la segunda luna nueva después del 21 de diciembre. Júpiter (Tai Sui) y las estrellas le dan al año su nombre que en el 2011 es el año del Conejo o Liebre.

Las celebraciones tradicionales del año nuevo chino toman en total unos quince días, hasta la luna llena, a fin de que nos de tiempo de comenzar el año con la menor cantidad posible de asuntos no resueltos y de benefiarnos de la ola de renovación del Chi o energía que supone el comienzo de un nuevo ciclo. Un año nuevo es una oportunidad de renacer que inició el día 2 de febrero con la limpieza que prepara la llegada el día 4, culminando el día 17 con el festival de las lámparas.

Muchos de nosotros hemos tenido la sensación de estar a tiempo o a destiempo en una situación. Por supuesto, esto va más allá de ser puntual, tiene que ver más con ciertas coordenadas de tiempo, lugar y gente que a veces están alineadas y otras no. Cuando sincronizamos nuestro tiempo con este tiempo celeste decimos que tuvimos "buena suerte", y en caso contrario le llamamos "mala suerte".

La suerte es un misterio que depende de muchas cosas y es diferente del destino. En china el destino es Ming y la suerte es Yu. El destino es inmutable y se relaciona con nuestra leyenda personal o misión. Nuestro trabajo es descubrirlo y realizarlo con pasión. La suerte puede ayudarnos a consumar con éxito nuestro destino.



La filosofía china distingue tres tipos de suerte: la del hombres, la de la tierra y la del cielo. La del hombre se refiere a nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Hoy día, tenemos plena consciencia del poder del pensamiento, la ley de atracción, la liberación emocional, etc. Sin embargo, esto es solo un segmento de la suerte y corresponde a lo que muchos llaman libre albedrío.

La suerte de la tierra no depende de los pensamientos o de lo que hacemos, pero aún así, tenemos poder para influenciarla. Es el ámbito de los trabajos energéticos como el feng shui, el reiki o las cnstelaciones familiares. La idea es sacar el mejor partido posible al entorno que nos rodea. Incluye nuestra familia, el país en que nacimos, el lugar donde vivimos y nuestro espacio de trabajo.

La suerte del cielo se refiere al momento de tiempo en que hacemos las cosas. Podemos hacer la acción correcta en el lugar correcto, pero si no es el momento, poco o nada obtendremos como reultado. Es el "timing", esa capacidad de hacer las cosas alineadas con el Universo y requiere que estemos muy despiertos.


La Flor del Durazno.



La Liebre es uno de los cuatro signos que forman la Flor del Durazno o melocotón. Esta flor es en China símbolo del amor y el romance, similar a como lo es la rosa en occidente. El Conejo, junto con la Rata, el Caballo y el Gallo, son los únicos cuatro signos que pueden actuar como flor de melocotón, es decir, como promotores del romance. Por lo tanto, el año del Conejo es especialmente significativo para el amor. Los signos privilegiados por la Liebre son sus aliados: el Perro, el Caballo y el Tigre.


Liebre: es flor del melocotón para otros signos, pero no para ella misma. La suerte para el romance es débil este año para la Liebre, asi que no le resultará muy fácil iniciar nuevas relaciones. Ya vendrán tiempos mejores, se debe tener paciencia y no involucrarse con quien no conviene solamente para escapar de la soledad.


Dragón: si están en pareja tienen por delante un año tranquilo y sin conflictos que pueden disfrutar. Para los que están solos, las perspectivas no son muy alentadoras, el Gallo, su flor del melocotón, es el choque del año de modo que hay que tomarlo con calma y esperar tiempos mejores.


Serpiente: No es año para entusiasmarse precisamente y la verdad es que la flor del melocotón tampoco está de su lado. Le resultará bastante difícil generar nuevas relaciones y lograrlas puede requerir una inversión de energía y tiempo considerable. Quienes estén en pareja deben eludir los conflictos y no dejar que las discusiones y desacuerdos lleguen demasiado lejos.


Caballo: Está dentro de los signos favorecidos para el romance este año. Si anda con los sentidos alertas, notará que las oportunidades de romance se multiplican a su alrededor. Quienes ya estén en pareja tienen un buen año por delante para formalizar o bien llevar su relación a un nivel de compromiso mayor.

Cabra: "Venus y la fortuna se complacen en favorecer únicamente al audaz" dijo Ovidio, asi que adelante, pueden ir con coraje pues tienen buenas posibilidades. Quienes estén en pareja, consideren la posibilidad de formalizar y quienes estén ya casados, puede que agranden la familia.


Mono: No está con la mejor de las suertes, pero alguna que otra ocasión puede presentarse para el romance. Quienes estén casados o en pareja pueden esperar un año armónico y de buena comunicación, incluso es buen año para casarse o agrandar la familia.

Gallo: Poca suerte en el amor, ya que su flor del melocotón es débil. Paciencia y comprensión pueden alejarle de rencillas, malentendidos y peleas.


Perro: Traten de conocer gente nueva, aún si no son de su tipo. Con todo, esa persona especial que están esperando se encuentra posiblemente dentro de su grupo de amigos o conocidos. Los Perros ya comprometidos tienen un buen año por delante para casarse.


Cerdo: No tiene flor del melocotón a favor, pero eso no significa que nada pueda lograr en el amor. Eso si, todo dependerá de su propia iniciativa, sino, es bastante probable que siga solo. Los Cerdo casados tienen un año tranquilo y positivo por delante.


Rata: Muy bueno para los solteros, que tienen a su favor la Celestina Roja. Sencillamente tendrán para elegir entre un insospechado abanico de posibilidades y en general no les resultará difícil conocer gente y entablar buenas relaciones con todos.


Buey: Su Flor del Melocotón es débil, asi que no tengan muchas expectativas de romance este año. El amor será un camino arduo y cuesta arriba de modo que harían bien en poner sus energías en otras cosas que pueden ser más productivas por el momento.


Tigre: Interesante, en especial para los solteros. Es bastante probable que el año sea favorable para la búsqueda de alguien significativo. No tendrán que tender sus redes demasiado lejos, lo encuentrarán allí, muy cerca de ustedes. Quienes estén en pareja, sin embargo, cuiden de su hogar: algunos problemas menores pueden presentarse.

sábado, 12 de febrero de 2011

San Valentín.


El Día de San Valentín es una celebración tradicional de países anglosajones que se extendió a otros países a lo largo del siglo XX. Se celebra el 14 de febrero, conociéndose en algunos países como Día de los Enamorados, Día del Cariño y en otros como Día del Amor y la Amistad.

Desde el siglo XIX en Inglaterra comenzó el intercambio de postales producidas masivamente. Hacia el año 1840, Esther A. Howland comenzó a vender en angloamérica las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín, conocidas como «valentines», con símbolos como el corazón o Cupido.

Posteriormente, inició la tradición de regalar rosas y chocolates a aquellas personas a las que se tiene un afecto especial. El color de la rosa indica el mensaje: la roja simboliza el amor, la blanca representa paz y la amarilla y  la azul amistad. En Estados Unidos, la celebración empezó a incorporar un saludo de amor: «Happy Valentine’s».


La primera asociación entre el amor romántico y el Día de San Valentín se encuentra en el Parlement of Foules (1382) del poeta inglés Geoffrey Chaucer (1343-1400):

Porque esto fue el día de san Valentín, cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja.

Chaucer escribió este poema en honor al primer aniversario del compromiso entre el rey Ricardo II de Inglaterra con Ana de Bohemia. Se firmó un tratado acerca de este matrimonio el 2 de mayo de 1381. Se casaron ocho meses después, cuando el rey tenía 13 años y ella 14.

En el calendario litúrgico, el onomástico del 2 de mayo rinde honor a Valentín de Génova, un obispo en esta ciudad que murió alrededor del año 307 y que luego fue beatificado. Algunos supusieron incorrectamente que Chaucer se refería al 14 de febrero como el Día de San Valentín, sin tomar en cuenta que en Inglaterra durante el mes de febrero no hay aves que se apareen. El Parliament of Foules presenta una tradición antigua en un contexto ficticio, pero no existía tal tradición antes de Chaucer.


Las explicaciones de una «ancestral costumbre sentimental» que aparece como un hecho histórico, son especulativas y tienen su origen en los anticuarios del siglo XVII, especialmente en Alban Butler, autor de Butler's Lives of Saints. La idea de que la costumbre de celebrar el Día de San Valentín proviene de la Lupercalia romana ha sido aceptada con algunas críticas por respetables historiadores que han contribuido a que lleguen hasta nuestros días.

El Día de San Valentín es típicamente occidental, remontándose a la Europa germánica incluyendo al actual Reino Unido, desde donde pasó a los Estados Unidos y por la influencia norteamericana, a gran parte del mundo extendiéndose a países como China, Japón y Taiwán.

La tradición del «amigo secreto» consiste en introducir en un recipiente pequeños papeles con los nombres de los participantes. Después, cada uno va extrayendo un papel para dar un regalo a la persona indicada por el papel.

A mediados del siglo XX, el comercio tomó un lugar relevante en esta celebración a fin de incentivar la compra de regalos especialmente diseñados y decorados para la ocasión. En República Dominicana, la isla donde vivo, es costumbre en el día de San Valentín regalar postales, brindar chocolates en el trabajo, escuela o universidad, hacer cenas románticas, vestirse de rojo o rosado, ir al cine, teatro o ver un espectáculo, y hacer actividades como angelitos, intercambios de regalos, serenatas y karaokes.

Para muchos, el movimiento económico es la razón que mueve esta fecha. Yo prefiero verlo como una oportunidad para celebrar la fuerza del amor y las relaciones, y aprovecho la ocasión para halagar a la gente que quiero. Todo mi apartamento está lleno de corazones, flores y velas, y la mesa está hermosamente montada pues dentro de una horas vendrá mi familia a probar unos paltillos que haré con todo mi amor.

Karina.

jueves, 10 de febrero de 2011

El amor romántico.


«Es la plenitud lo que hace que una relación funcione, no los vacíos.»
Bárbara De Angelis.

Una de las grandes equivocaciones que cometemos es pensar que existen diferentes tipos de amor. Este tipo de pensamiento es muy infantil. No hay diferentes clases de amor. El amor que existe entre una madre y su hijo, es igual que el que vemos entre amigos o entre amantes. El amor real está en el corazón de todas las relaciones. El amor humano es un reflejo del amor del Creador, que no cambia con las formas ni con las circunstancias.

En consulta con frecuencia me encuentro personas que me preguntan por qué no pueden encontrar una pareja que se relacione de forma íntima y profunda. Lo interesante es que yo misma me hice esa pregunta muchas veces. Cuando la gente se siente sola, es cómodo pensar que el otro no puede entregarse y en el mejor de los casos, piensan que hicieron una mala elección.

La intimidad en un romance es como un curso de licenciados universitarios para doctorarse en amor, cuando la mayoría de los miembros de las relaciones de pareja apenas estamos saliendo de la escuela primaria. Cuando estamos sin pareja, el ego nos hace creer que si la tuviéramos, toda soledad y sufrimiento desaparecerían. Sin embargo, la realidad muestra que cuando una relación de pareja perdura por un tiempo significativo, termina por sacar a la superficie la mayoría de nuestro dolor existencial. De hecho, eso forma parte de su propósito.


El amor nos pondrá a prueba de múltiples formas. Es frecuente que esos desafíos se olviden mientras no tenemos una relación, pero lo recordamos con mucha claridad cuando la encontramos. Las relaciones no necesariamente nos libran del dolor. Lo único que nos «libra del dolor» es sanar aquello que nos lo causa.

No es la ausencia de otra persona en nuestra vida lo que nos provoca el dolor, sino más bien lo que hacemos con ella cuando está. El amor puro no pide otra cosa que la felicidad para el otro, porque sabe que sólo de esa manera podemos ser felices nosotros mismos. Viendo hacia atrás mis relaciones, me pregunto en diferentes escenas ¿Cuántas veces quise que «él» fuera feliz o que me llamara?

El puro amor hacia otra persona es el restablecimiento de la comunicación del corazón, y eso asusta mucho al ego que se defenderá con todas sus fuerzas. Aunque parezca paradójico, por una parte estamos ansiosos de amor, y por otra haremos todo lo posible para bloquearlo de la forma que sea.

Cuando dos personas se unen en Dios, las murallas que aparentemente las separan desaparecen. De repente el ser amado ya no es un simple mortal, sino algo más…y de veras «es» algo más. Todos somos el perfecto Hijo de Dios, y cuando estamos enamorados (en-amor-a-dos), por un instante percibimos la verdad: No es nuestra imaginación, ese ser es perfecto.

La cosa es que tan pronto como aparece la luz, el ego se empeña enérgicamente en extinguirla, y en un abrir y cerrar de ojos proyectamos en el plano físico la perfección que hemos logrado mirar en el plano espiritual. En vez de comprender que la perfección espiritual no tiene por qué coincidir con la perfección material y física, empezamos a buscar desesperada y dolorosamente que así sea.

Cada pareja que hacemos es perfecta, y aún pensamos que la perfección espiritual de alguien no es suficiente. Entonces, esperamos que sepa vestir perfectamente, que tenga unos modales perfectos, que sus pensamientos y sentimientos sean perfectos para nuestras expectativas, etc. Y le vamos dejando sin espacio para que pueda seguir siendo un ser humano. Nos idealizamos los unos a los otros, y tan pronto uno de los dos no se muestra a la altura del ideal, nos decepcionamos.

Rechazar a otro ser humano por el simple hecho de que es humano se ha convertido en una especie de neurosis colectiva. Queremos mantener una relación con el “alma gemela”, pero trabajar para que aparezca la persona adecuada no sirve de nada si no estamos preparados para recibirla. Nuestros compañeros del alma son seres humanos, como nosotros, que pasan por el proceso normal de crecimiento.

Como personas, nadie está jamás «terminado». Sin importar donde nos encontremos, la cima de una montaña es siempre la base de otra, y aún si encontramos a alguien cuando nos sentimos «en la cumbre», lo natural es que muy pronto pasemos por alguna circunstancia que nos confronte para seguir creciendo. Lo que hace que esto sea inevitable es el compromiso del alma de crecer. Al ego no le gustan las personas a quienes les «pasan cosas». No es atractivo.


Casi todos nosotros tenemos historias de personas maravillosas que abrieron oportunidades de relacionarnos, pero no siempre hemos sabido cómo sacar el mejor partido de las oportunidades que hemos tenido. Yal vez no “coincidimos” en objetivos, no nos dimos cuenta a tiempo de lo maravillosas que eran esas personas, o no era nuestro “momento”. El amor siempre ha estado en todas partes, el amor es lo único que existe, es el ego quien lo bloquea, y su mejor razonamiento para lograrlo es que hay una persona perfecta, sólo que todavía no ha llegado.

Nuestra vulnerabilidad ante el mito de la persona «adecuada» nace de nuestra exaltación del amor romántico. El ego usa este amor que se alimenta de las historias de películas, canciones y novelas para sus fines, y de este modo ponemos en peligro nuestras relaciones al valorar de forma desmesurada su contenido romántico. La desaparición de la fiebre romántica solo anuncia la desnutrición de la relación para el ego.

En un curso de milagros nos dicen que nuestra tarea no es buscar el amor, sino buscar todas las barreras que oponemos a su llegada. Buscamos desesperadamente el amor, pero esa misma desesperación hace que lo destruyamos cuando lo tenemos. Pensar que una persona especial va a salvarnos nos lleva a imponerle una carga que ninguna pareja puede manejar. Todos los reclamos, críticas y quejas hacia la pareja en realidad se dirigen hacia nosotros mismos. Pero quien ha tomado a la vida tal cual se la dieron sus padres está listo para sostener su propia carga sin traspasarla al otro.


Quien confía en la vida, sabe que siempre llegará lo mejor para cada momento de su vida. El ego buscando no fallar sino lucir bien, pierde la oportunidad de seguir adelante con sanidad. No es necesario recordarle a Dios que nos gustaría tener relaciones maravillosas, Él ya lo sabe. Los cabalistas enseñan que todo deseo es una plegaria. Es más inteligente decir: «Señor, Dios nuestro, ayúdame a comprender que soy maravillosa solo por ser tu hija», que decir: «Dios amado, ayúdame a conocer a alguien maravilloso».

Hace un tiempo oraba, decretaba, afirmaba, pedía en mi mapa del tesoro que viniera un hombre fabuloso que me sacara de mi soledad. Luego, me pregunté por qué no trataba de resolver ese problema antes de que él llegara y es lo que he hecho los últimos tres años. Cuando pienso en esa época en que me deprimía por causa del amor, encuentro nuevas fuerzas para acompañar a otros a sobrepasar ese comportamiento. No necesito a alguien para llenar mi vacío, pero si para compartir mi plenitud.

En todo el tiempo que llevo en psicoterapia no he escuchado a ningún hombre que diga:
-¿Sabes? ¡Anoche conocí a una mujer desesperada y sola que es fabulosa!



En una época mi canción icono era “Por ti me casaré”, de Eros Ramazotti. Cuya última estrofa dice:
“…porque nuestro matrimonio es mucho más que un pacto
(por ti me casaré)
y al final seguro que todo será perfecto,
aunque somos diferentes somos casi exactos
y yo prometeré
que te querré
y tú también prometerás
que me querrás
hasta la muerte
todo es cuestión de suerte. Suerte!
por ti me casaré
cuando te encuentre
cuando sepa dónde estás, quién eres tú”.

Buscar a la persona «adecuada» es un pasaje seguro a la frustración, porque no existe. Un corazón sano sabe que no hay persona adecuada porque no hay persona inadecuada. Quienquiera que esté con nosotros, trae las lecciones que necesitamos aprender para seguir adelante.

Si lo que desea tu corazón es una pareja, podría ser que el Espíritu te traiga a alguien que no sea tu pareja definitiva, sino alguien que te muestre el camino para sanar aspectos tuyos que es necesario que cures antes de estar preparado para una relación con una intimidad más profunda. Creer en el amor especial nos lleva a menospreciar todo lo que no vemos como adecuado para la «relación definitiva». De esta forma el ego se asegura de que busquemos pero no encontremos.

El problema de no tomarse la relación en serio si no parece «la persona adecuada», nos hace estropear la situación por falta de práctica. La persona está ahí, pero no estamos listos.


Un curso de milagros está alineado con lo que propone la ley de atracción. Dice: “Nada sucede fuera de nuestra mente”. Lo que quiere significar que la forma en que parece que una persona se nos muestra está estrechamente vinculada con la forma en que nosotros elegimos mostrarnos a ella.

El amor requiere nuestra participación. En una relación sagrada asumimos un papel activo en la creación de un contexto en el que la interacción puede desplegarse de la manera más sana posible. Trabajamos en generar unas condiciones interesantes en nosotros, en vez de enfocar la atención en ver si hay algo a nuestro alrededor que nos pueda interesar.

La madre Teresa pensaba que el ego busca a alguien que le atraiga lo suficiente para abrirse a darle apoyo. Las personas adultas brindan su apoyo a la gente para hacerla atractiva para su vida. Parte del trabajo sobre nosotros mismos que nos prepara para una relación profunda, es aprender cómo apoyar a otra persona para que sea lo mejor que puede ser.
En una pareja, cada uno de los miembros está llamado a desempeñar un papel sacerdotal en la vida del otro, donde se apoyan para facilitar el acceso a las partes más nobles de sí mismos. Lo que el ego no quiere que veamos es que nuestro dolor no proviene del amor que no nos dieron en el pasado, sino del que nosotros mismos no nos damos en el presente.


Las CF afirman que aún si hemos aprendido de nuestros padres los caminos del desamor, perpetuar esas pautas negándonos hoy al amor no es la mejor manera de salir adelante….El único camino hacia la luz consiste en entrar en ella. Un curso de milagros enseña que «En cualquier situación, lo único que puede faltar es lo que tú mismo no has dado».

En el cuento de hadas que el sapo se convierte en príncipe vemos las conexiones psicológicas que existen entre nuestras actitudes hacia la gente y su capacidad de transformación. El beso que logra la transformación expresa el poder mágico del amor, que es capaz de crear un contexto en el que alcanzamos nuestro potencial más elevado. Ni las críticas, ni el juicio, ni el medo, ni otras actitudes con las que se pretenda cambiar a la gente pueden lograr esto.

Lo que no se ama no se entiende. Nos mantenemos aparte de los demás y esperamos que ellos muestren que son dignos de nuestro amor o se lo ganen, pero las personas merecen nuestro amor sólo por el hecho de ser como Dios las creó. Mientras esperemos que sean mejores, nos veremos constantemente decepcionados. Sólo cuando optamos por unirnos a los demás, asintiéndolos y amándolos se produce el milagro para ambas partes.

Una reflexión consteladora 8

viernes, 4 de febrero de 2011

Piedritas en la ventana.


Ayer, mientras tomaba las clases de creole haitiano que inicié junto a un grupo de amigas, una súbita aparición de alegría empezó a tomar todos los espacios de mi ser...al finalizar el encuentro, la radio de copito de nieve (mi vehículo) sonaba uno de mis merengues preferidos mientras iba camino a la librería o buscar un nuevo libro que me recomendaron. Para cerrar la noche, celebré el año nuevo chino con un grupo de amigos en mi restaurante favorito del barrio chino. Al llegar a casa estaba en un dulce éxtasis que me recordó este poema que comparto con ustedes...ayer abrí la ventana y dejé que me inundara la alegría.


De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.

Mario Benedetti

jueves, 3 de febrero de 2011

Año Nuevo Chino 2011; Año de la liebre de metal.


La astrología china tiene más de 5.000 años de antigüedad y su horóscopo se basa en un calendario lunar. En esta parte del mundo, el Año Nuevo es conocido como la Fiesta de la Primavera o Guo Nian, y es la fiesta tradicional más importante del calendario. El año de la Liebre o Conejo de metal empieza el 3 de febrero y terminará el 22 de enero del 2012.

Según los astrólogos chinos este año se va a regir por muchas oportunidades de trabajo, hará que las personas tengan mucho éxito y asciendan a nuevos estatus tanto laborales como sociales. Aseguran que será un año para los emprendedores y la finalización de la crisis.

Chen Tsung-ming, un adivino en el Templo Longshan de Taipei señala que "habrá una mayor tranquilidad, pero no se eliminarán totalmente los conflictos de la humanidad, aunque ayudarán los avances en la tecnología y comunicaciones. Será un año en que se llegará lejos con buenas maneras, sensibilidad, concentración y paciencia".

El Conejo de Metal es perseverante, fuerte tanto física como mentalmente y logra resultados positivos en todo lo que hace. Las responsabilidades que asumen las cumplen a la perfección y no se dan por vencidos ante las contrariedades.

Las celebraciones se extienden durante 15 días iniciando el día 2 y finalizando el 17 de febrero próximos. En este tiempo se reviven tradiciones y leyendas, entre las que encontramos la del monstruo Nian.

Esta antigua leyenda china cuenta que Nian era un enorme monstruo con cuernos que vivía en el fondo del mar durante todo el año, pero subía a la superficie la noche previa al Festival de la Primavera para comerse las cosechas, destruir hogares o alimentarse de los hijos de los campesinos.

Los habitantes de los pueblos se escondían o huían a zonas montañosas junto a sus familias para alejarse del “monstruo de la mala suerte o de la muerte” (Guo Nian). Una noche, el día antes de la llegada del monstruo, los habitantes del pequeño pueblo de Taohua se preparaban para abandonar sus hogares cerrando sus casas, arriando vacas y ovejas hasta un lugar seguro.

En esos momentos llegó al pueblo un mendigo pidiendo asilo pero todos estaban muy ocupados para ayudarle. Todos, salvo una anciana que le ofreció de comer y le sugirió que huyera con el resto de los campesinos hacia las montañas para alejarse de Nian.

“Mujer, si me das un lugar donde dormir en tu casa, mantendré a Nian alejado de ti“, le dijo el mendigo. Viendo las escasas fuerzas del mendigo, la anciana no le creyó y le dejó solo en su casa, huyendo ella hacia las montañas.

A medianoche, con el pueblo abandonado salvo por el mendigo, Nian llegó para asolar pero se detuvo ante la casa de la anciana: una estela de papel rojo estaba pegada en la puerta, las velas iluminaban las ventanas, fuegos artificiales salían del patio posterior y se escuchaba al mendigo reír y cantar.

Nian, desconcertado y con gran sorpresa, dejó el pueblo sin destruir. Aturdido por el estruendo de los fuegos y la música volvió al fondo del mar. Al día siguiente, cuando los campesinos regresaron y vieron el pueblo en perfecto estado agradecieron al mendigo y se sumaron al festejo del Festival de la Primavera y a partir de entonces, para que Nian no vuelva, tienen la costumbre de decorar las puertas de las casas con estelas de papel rojo donde escriben sus deseos para el año que comienza.

Otras de las tradiciones son:

-Limpiar la casa previo al día de Año Nuevo chino, es considerado de muy buena suerte para el hogar.

-Realizar una limpieza de espacio, limpieza ritual o Qi. De este modo limpiamos el área de trabajo o la vida de todas las energías negativas y alentamos a una inmediata transformación de buenas vibraciones que asegurare un año auspicioso.

Según la tradición no debemos realizar ningún tipo de limpieza en el hogar el día de Año Nuevo. Especialmente, barrer el piso se considera una actividad desfavorable porque saca de la casa la buena suerte y la fortuna que ha entrado.

-Pagar todas las deudas (incluyendo las de tarjetas de crédito), limpia el año de deudas. En Asia se cree que de este modo nos libramos de un pasado de problemas. Además, trae la tranquilidad que viene de haber solucionado problemas de crédito y no tener cosas pendientes.

-Organizar una Cena de Año Nuevo es una práctica común en China, similar a nuestras cenas de Navidad. Los chinos consideran muy auspicioso el acto de compartir los alimentos, junto con la risa, la alegría y la camaradería.

-Hacer ruido con los petardos se utiliza para limpiar la energía del año. La segunda mejor opción es quemar incienso para simular el humo creado por los petardos.

-Colocar un enorme tazón de naranjas y ofrecerlas a todos los invitados. Las naranjas se consideran símbolos de prosperidad, longevidad y buena fortuna.

-Entregar a los niños y a los parientes más jóvenes (hasta que se casen), un sobre de color rojo con una pequeña cantidad de dinero como deseo de buena suerte.

-Escribir en coplas los caracteres relacionados con la abundancia, la felicidad, prosperidad, como buenos deseos para la familia en el año que entra.

-Colocar 'guardianes' en las puertas de las casas para defender a los moradores.
-Celebrar al dios de la riqueza, representado con barba y ataviado con una túnica roja y un saco amarillo a la espalda.

-Hacer platos típicos de la época donde no debe faltar el pescado, el arroz y el color rojo de las salsas como símbolos de abundancia.

-Participar en la Danza del Dragón, tradición milenaria inspirada en las artes marciales, que sirve para ahuyentar a los malos espíritus.

-Colocar monedas chinas atadas con hilo rojo cerca de la entrada.

-Vestir de color rojo y poner buena cara. Este color indica Yang brillante y soleado y favorece la buena fortuna. Muchas personas también creen que la apariencia y la actitud que exponemos durante el Año Nuevo chino realmente establecen el “tono” de todo el año porvenir.


Para el feng shui existen cuatro aflicciones principales en este año:

-Estrella 5-amarillo: Dentro de las nueve estrellas es la de peor presagio, por eso se considera especialmente su posición. Durante el 2011 se ubica en el Este. No inicies remodelaciones en el sector este de tu casa, si tienes jardín, no caves en esa dirección.

-Gran Duque: También se ubica en el este, que en este año es una dirección calamitosa. Ya que las mismas precauciones que tomamos para la estrella 5 sirven para el Gran Duque, ¡podemos matar dos pájaros de un tiro!

-Las Tres Muertes: En el año de la Liebre son el Mono, el Gallo y el Perro. Son los signos del oeste, que pasa a ser la dirección San Sha. Los días Mono, Gallo y Perro tampoco son de los más auspiciosos, y hay que evitarlos para actividades importantes.

-Sui Po (choque del año): En el año de la Liebre le toca al Gallo. Como vimos ya está incluido en San Sha, además, los días Gallo son especialmente negativos.


Predicciones Conejo 2011

• Los nacidos bajo el signo de la Rata (1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996, 2008): tendrán un año con grandes perspectivas, actividad y suerte.


• Los nacidos bajo el signo del Buey (1925, 1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997, 2009): deberán armarse de paciencia y serenidad, porque llegarán muchos imprevistos y contradicciones.


• Los nacidos bajo el signo del Tigre (1926, 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998, 2010) enfrentarán contradicciones pero la perseverancia acabará recuperando el terreno perdido.


• Los nacidos bajo el signo del Conejo o Liebre (1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011): verán llegar muchas oportunidades laborales y personales, pero deberán cuidarse de la maledicencia y de los malos entendidos.


• Los nacidos bajo el signo del Dragón (1928, 1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000): tendrán un año de cambios radicales y beneficiosos.


• Los nacidos bajo el signo de la Serpiente (1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001): enfrentarán dificultades de crecimiento en el campo profesional. Mientras en el amor las perspectivas son muy positivas.


• Los nacidos bajo el signo del Caballo (1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002): tienen buenos vientos para los cambios y viajes.


• Los nacidos bajo el signo de la Cabra (1931, 1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003): les esperan cambios positivos, sobre todo en el terreno laboral, con oportunidades que deben ser descubiertas con valentía.


• Los nacidos bajo el signo del Mono (1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004): no comenzarán bien el año pero lo superarán y todo marchará bien.


• Los nacidos bajo el signo del Gallo (1933, 1945, 1957, 1969, 1981, 1993, 2005): recibirán buenas noticias y disfrutarán de mejoras pequeñas, que llevarán a cambios mayores.


• Los nacidos bajo el signo del Perro (1934, 1946, 1958, 1970, 1982, 1994, 2006): podrán decir adiós a la mala suerte y la intranquilidad.


• Los nacidos bajo el signo del Cerdo (1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007): enfrentan un año desigual, con perspectivas interesantes y dificultades, por eso deben ser prudentes y tomar las decisiones con cordura.


Que tus sueños se concreten en 2011, año de la Liebre y que te traigan felicidad y fortuna a tu vida y paz a tu hogar.