domingo, 27 de diciembre de 2015

Alcanza tu sueño.


Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo,
vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada.
No rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir una vida nueva,
dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.
No trates que otros cambien;
sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella.

Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como en algo precioso.

Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.
Que tu alegría sea contagiosa y viva,
para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos,
y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma,
por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas,
serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza.
No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.
El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes.
Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo,
cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño.
Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.
Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos,
quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino
y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.

Así, con otro aspecto, con otras posibilidades,
y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida,
es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado,
sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.
Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros,
y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

“Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños”
“Sé tú mismo el cambio que quieres ver en el mundo.”



viernes, 18 de diciembre de 2015

Rituales que dan paso a la transformación


“El rito es una forma de permitir la mutación,
de integrarla y crear una grieta en el comportamiento repetitivo,
 inoculando otra información en la mente, otro camino posible a recorrer.”
Cristóbal Jodorowsky
Los ritos fueron estudiados por Vab Genep y son aquellos que acompañan a las personas en sus cambios y suelen comprender tres momentos:
1.    Una separación del estado previo
2.    Una marginación, un alejamiento
3.    Una integración al nuevo estado
En la cultura occidental, el bautismo, el matrimonio y los funerales dentro del contexto religioso, cumplen claramente este sentido ritual. En otras sociedades, existen también ritos vinculados a la iniciación sexual o el paso a la categoría de guerreros.
Ritos cíclicos
Al ser anuales, señalan el paso de un período a otro y tiene que ver con la renovación de la naturaleza y las estaciones. Las fiestas relacionadas con equinoccios y solsticios como Pascua y Navidad son buenos ejemplos.
Ritos de inversión
A veces, los ritos cíclicos suponen un evento ritual en el cual se invierten los roles sociales. Por ejemplo: ser reina por un día o los bailes de carnaval que propician el descontrol y la promiscuidad sexual.
Ritos de confirmación
A través de ellos se crean situaciones de alta emotividad que buscan concientizar al individuo respecto de su dependencia del resto de la sociedad. Estos ritos suelen exaltar principios morales correspondientes a nuevos estados y las obligaciones involucradas.
Ritos expiatorios
Se refieren al bienestar físico y moral del individuo, partiendo de que la base de universo es un orden moral en el que la suerte o la desgracia dependen de la conducta moral del hombre. Estos ritos tienen así el objetivo de reparar el mal.
Ritos de propiciación
En caso de alteraciones a la normalidad como guerras, enfermedades u otras desgracias, estos ritos buscan retornar a la integridad moral del hombre de manera tal que los factores externos que afectan negativamente se alejen y todo vuelva a su cauce.

Fuente: http://antropologia.idoneos.com/

sábado, 12 de diciembre de 2015

Virgen de Guadalupe; reina de México y emperatriz de América (12/12)



El lienzo de la Virgen de Guadalupe fue el único objeto que se salvó de las llamas, el humo y la destrucción provocado por una bomba, colocada en un ramo de flores que pusieron a los pies del cuadro. Cuenta la historia que este lienzo fue plasmado por la propia Virgen en 1531 como prueba de su aparición al indio Juan Diego, en el cerro de Tepeyac en la ciudad de México.

En sus casi 500 años, ha tenido 7 casas en los alrededores del cerro de Tepeyac. Cada año, más de 16 millones de fieles visitan el templo donde se encuentra actualmente la imagen, que junto al santo sudario de Turín es reconocida como de origen sagrado por la iglesia católica.

Un interesante documental transmitido por Discovery Channel, el 12 de diciembre (fecha de su conmemoración) de 2009, comparte interesantes informaciones acerca de esta venerada imagen. Algunos hechos curiosos e inexplicables son:




I. La tela: es de fibra de maguey (una variedad de agave común en México) del ayate o poncho de Juan Dieguito. Esta fibra vegetal usada por los indios para cubrirse o cargar cosas es muy resistente, pero se descompone por putrefacción en menos de veinte años.

Misteriosamente, ésta ha resistido más de 470 años en perfecto estado de conservación, sin que le afecte la humedad, el polvo, los nitratos, el humo de las velas, o las inclemencias del ambiente a las que ha sido expuesta la tela.

II. La Imagen: a pesar de la vulnerabilidad a la que ha sido expuesta la tela, su bella policromía se ha mantenido intacta. El premio Nobel en Química, el alemán Kuhn, estudió la pintura y dijo: “Estos colorantes no son ni minerales, ni vegetales, ni animales”.

Los científicos no han podido explicar el origen de los pigmentos que dan color a la imagen, ni la forma en que fue pintada, pues la imagen no tiene pinceladas, sino que los hilos están teñidos. La técnica de pintura empleada es completamente desconocida y no existe otra igual en la historia del arte.

III. Los símbolos: la imagen muestra 8 signos principals:

1.El Ayate: Vestidura de ixtle, fibra extraída del maguey. La estrecha relación entre la Imagen de María que lleva a Cristo en su seno y el ayate o vestidura de Juan Diego es un recordatorio de que Dios nos hace partícipes de su naturaleza divina.

2.La Túnica: Es rosada con extrañas flores sobrepuestas que parece que han brotado en una buena tierra. Destaca una pequeña flor de cuatro pétalos (sobre el vientre de la Virgen) ya que en las culturas indígenas representa la morada de Dios, el centro de la historia, el origen de la vida, la plenitud. En el cuello, sobre la túnica, se distingue una cruz que en las culturas indígenas mesoamericanas tenía la misma significación que la flor de cuatro pétalos: signo de plenitud y de inmortalidad, lo que para los cristianos es signo de redención.

3.El Manto: Representa al cielo con sus estrellas. Es de color azul verdoso, del color del jade y de la turquesa, símbolos de la realeza y de la virginidad y tal parece que envuelve a la tierra, representada por la tunica.

En el lado izquierdo del manto de la Virgen (derecha nuestra ya que la vemos de frente) se encuentran “apretadas” las constelaciones del sur: Cuatro estrellas que forman parte de la constelación de Ofiuco (Ophiucus).

Abajo se observa Libra y a la derecha, la que parece una punta de flecha corresponde al inicio de Escorpión (Scorpius). Intermedias con la porción inferior, se pueden señalar dos de la constelación de Lobo (Lupus) y el extremo de Hidra (Hydra).

Hacia abajo se evidencia la Cruz del Sur (Crux), y a su izquierda aparece el cuadrado ligeramente inclinado de la constelación de Centauro (Centaurus). En la parte inferior, solitaria, resplandece Sirio.

En el lado derecho del manto de la Virgen se muestran las constelaciones del norte: En el hombro, un fragmento de las estrellas de la constelación de Boyero (Bootes), hacia abajo a la izquierda le sigue la constelación de la Osa Mayor (Ursa Maior) en forma de una sartén.

La rodean: a la derecha arriba, la Cabellera de Berenice (Coma Berenices), a la derecha abajo, Lebreles (Canes Venatici), a la izquierda Thuban, que es la estrella más brillante de la constelación de Dragón (Draco).

Por debajo de dos estrellas (que todavía forman parte de la Osa Mayor), se percibe otro par de estrellas de la constelación del Cochero (Auriga) y al oeste, hacia abajo, tres estrellas de Tauro (Taurus).

De esta manera, quedan identificadas en su totalidad y en su sitio, un poco comprimidas, las 46 estrellas más brillantes que rodean el horizonte del Valle de México.

4.Pie sobre la luna: La posición del cuerpo de la Santísima Virgen nos muestra que tiene flexionada su pierna izquierda, representando por un lado su peregrinar, y por otro, la danza en las culturas precolombinas.

5.La luz: María de Guadalupe aparece convertida en sol (de su interior irradian luz y llamas), simbolizando que es la Madre del Niño Sol que la transforma en una antorcha. Ella está llena de la gracia del Espíritu Santo. El resplandor de luz blanca que sale de su cuerpo es mucho más intenso a la altura de su vientre hacia abajo. Su vientre es la fuente de la luz, de la que somos hijos.

6. La gravidez: Se descubre por los extremos del cinto con que está ceñida, que bajan de más arriba de la cintura y permiten ver el abultamiento de su vientre. La Virgen convertida en Sol aparece llevando en su seno al Niño-Sol.

7.El angel: Para la mirada occidental el ángel es un mensajero. Para los indígenas es un hombre con alas preciosas, por tener alas de águila; el color trigueño de su tez como el de la Santísima Virgen lo hace semejante a Ella, así como el color de sus alas, semejante a su vestimenta quiere decir: "Soy su sangre, su color; soy de su linaje, soy su hijo."

Por tener rasgos humanos este "ángel" tiene la posibilidad de hablar; es un mensajero porque tiene grandes ojos y grandes orejas; en su mano derecha lleva el cielo, en la izquierda lleva a la tierra; es un mediador, un intercesor. Es portador de algo divino porque lleva a María Santísima y Ella lleva a Cristo.

8.El rostro: Los rasgos del rostro de la Santísima Virgen no son ni de una española ni de una india, son mestizos: tez trigueña, ojos claros, majestad atractiva, serenidad afectuosa, párpados entre cerrados porque está en oración con la mirada baja, hacia su vientre que es el lugar donde se halla el objeto de su oración: Jesús, que está a punto de nacer.

Sus rasgos delatan la alegría interior, es la Madre de Dios. Con su serenidad bondadosa nos habla de su misión, es colaboradora de Cristo y está viviendo el momento más importante para la salvación del mundo: está a punto de darlo a luz.