domingo, 1 de agosto de 2010

Comparte tu luz con otros...


Hu-Song, filosofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia:

Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró prender una pequeña lámpara, pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada.

Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás encendieran su propia lámpara, y así compartiendo la llama con todos... la caverna se iluminó".

Uno de los discípulos pregunto a Hu-Song:

¿Qué nos enseña, maestro, este relato?

Y Hu-Song contestó:

Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo, y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer. En las matemáticas de la naturaleza lo que se comparte siempre se multiplica.

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