viernes, 18 de octubre de 2013

El fin de un noble oficio.


Fabula.


-En un reino lejano, abundaban las serpientes cobras. Los fakires las hipnotizaban y haciéndolas danzar se ganaban la vida. Un niño imprudente se creyó fakir y trató de encantar a los reptiles. Estos lo picaron, quitándole la vida. El rey al enterarse de esto, ordenó: “¡Desde hoy, bajo pena de muerte, se prohíbe hipnotizar a las cobras!” Y es así como los fakires profesionales se murieron de hambre.

Comentario de Alejandro Jodorowsky:


El ser humano tiene niveles diferentes de desarrollo espiritual. Lo que es mortal para unos puede ser vital para otros. La prohibición nunca engendra una solución. Es mejor educar que impedir.

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