jueves, 23 de diciembre de 2010

Agredece a Dios.


Esta es una corta entrevista hecha por Paul Bradshaw a Rick Warren, el autor de "Una Vida con Propósito," y pastor de la iglesia Saddleback Church en California, en momentos que su condición económica es extraordinariamente buena por la venta de sus libros y que su esposa tiene cáncer.

"La gente me pregunta, '¿Cuál es el propósito de la vida?' Y yo les respondo: La vida es la preparación para la eternidad. No fuimos hechos para durar para siempre, y Dios quiere que estemos con el en el cielo. Un día mi corazón se detendrá y ése será el fin de mi cuerpo, pero no el fin de mí.

Puedo vivir de 60 a 100 años sobre la tierra, pero voy a pasar trillones de años en la eternidad. Este es el acto de calentamiento, el ensayo general. Dios quiere que practiquemos en la tierra lo que haremos por siempre en la eternidad.

Fuimos hechos por Dios para Dios, y hasta que usted no se dé cuenta y entienda esto, la vida no tendrá sentido.

La vida es una serie de problemas: O está ahora mismo en uno, o saliendo de uno, o está a punto de meterse en otro. La razón para que esto sea así es que Dios está más interesado en su carácter que en su confort. Dios está más interesado en hacer su vida santa, más que en hacer su vida feliz.

Podemos ser razonablemente felices aquí en la tierra, pero ésa no es la meta de la vida. La meta es crecer en carácter, a la imagen de Cristo.

Este año que pasó fue el año más grandioso de mi vida y a la vez el más duro, con mi esposa Kay teniendo cáncer. Yo pensaba que la vida era montes y valles – atraviesas por un momento oscuro, entonces vas hasta la cima de la montaña ida y vuelta varias veces. Pero ya no creo eso. Más que la vida sea montes y valles, creo que es como un camino de rieles de dos vías y que en todo momento tienes algo bueno y algo malo en tu vida.

No importa cuán buenas sean las cosas en tu vida, siempre hay algo malo que necesita ser arreglado. Y no importa cuán malas sean las cosas en tu vida, siempre hay algo bueno por lo que puedas dar gracias a Dios.

Puedes enfocarte en tus propósitos, o puedes enfocarte en tus problemas. Si te enfocas en tus problemas, vas a ser egocéntrico, o sea 'mi problema, mis asuntos, mi dolor.' Pero una de las formas más fáciles de deshacerte del dolor es quitar tu foco de ti mismo y ponerlo en Dios y en los demás.

Descubrimos rápidamente que a pesar de las oraciones de cientos de miles de personas, Dios no iba a sanar a Kay o hacerlo fácil para ella. Ha sido muy difícil para ella, y aún así Dios ha fortalecido su carácter, le ha dado un ministerio de ayudar otras personas, le ha dado un testimonio, la ha acercado más a El y a la gente.

Debes aprender a lidiar con ambos, lo bueno y lo malo de la vida. De hecho, algunas veces aprender a lidiar con lo bueno es más duro. Por ejemplo, este año que pasó, de repente, cuando el libro llegó a la venta de 15 millones de copias, me hizo muy rico instantáneamente.

También trajo mucha notoriedad con la que nunca antes yo había tenido que lidiar. No creo que Dios te dé dinero o notoriedad para tu propio ego o para que tengas una vida de comodidades.

Así que empecé a preguntarle a Dios qué El quería que yo hiciera con ese dinero, con esa notoriedad y esa influencia. El me dio dos pasajes diferentes que me ayudaron a decidir qué hacer, en 2 Corintios 9 y Salmo 72.

Primero, a pesar de todo el dinero entrando, no cambiamos nuestro estilo de vida ni someramente. No hicimos grandes compras. Segundo, cerca de mitad del año pasado, dejé de recibir salario de la iglesia. Tercero, buscamos fundaciones para dar dinero a una iniciativa que llamamos El Plan de Paz, para plantar iglesias, equipar líderes, asistir al pobre, cuidar del enfermo y educar la próxima generación.

Cuarto, sumé todo lo que la iglesia me había pagado en los 24 años desde que empecé en la iglesia y lo di todo de vuelta. Fue liberador poder servir a Dios de gratis.

Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Voy a vivir para las posesiones? ¿Para la popularidad? ¿Me voy a dejar llevar por las presiones? ¿La culpa? ¿La amargura? ¿El materialismo? ¿O me voy a dejar llevar por los propósitos de Dios para mi vida?

Cuando me levanto en la mañana, me siento al borde de mi cama y digo 'Dios, si no logro absolutamente nada en el día de hoy, sí quiero conocerte más y amarte mejor.' Dios no me puso sobre la tierra sólo para llenar una lista de quehaceres. El está más interesado en lo que soy que en lo que hago. Por eso es que nos llamamos seres humanos, no quehaceres humanos."

En los momentos felices, ALABA A DIOS. En los momentos difíciles, BUSCA A DIOS. En los momentos de quietud, ADORA A DIOS. En los momentos dolorosos, CONFIA EN DIOS. En todo momento, AGRADECE A DIOS.

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