sábado, 28 de enero de 2012

Quien no ha tomado a su madre no sabe confiar.


Todos los movimientos de fondo hacia el logro en la vida, están relacionados con el movimiento hacia la madre. En el trabajo, en la salud y especialmente en la pareja. En Constelaciones Familiares vemos con frecuencia como la desdicha y el dolor tienen una clara correlación con quienes no han podido tomar a su madre tal cual es.

Quien tiene culpa, criticas, quejas o miedo con la madre no logra abandonarse en el movimiento hacia la vida que nos trae plenitud. Del mismo modo, quien ha logrado estar separado, y al mismo tiempo unido a su madre se siente completo…pleno. Gracias a esa experiencia, surge la alegría de dar, la pasión creativa y el servicio a la vida.

Este movimiento es amplio y toma tiempo, y cuando no se logra se torna exigente, ya que la persona quiere recibir del otro lo que no ha tomado de su propia madre. Se torna controladora, desconfiada, sofocante, celosa, manipuladora, y muchas cosas más con tal de retener aquello que dice amar.

En terapia vemos muchas relaciones toxicas, co-dependientes, adictivas, sin embargo la relación fundamental que debemos sanar es la de la madre. Todas las relaciones toman a esta de modelo. Cuando alguien se aferra a una relación no está viendo al otro, sólo ve en el otro a su madre.

Karina Pereyra.
Consteladora familiar.

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