domingo, 21 de noviembre de 2010

Despidiendo a Don Freddy.

“La mitad de tu Ser consiste en tu madre y la mitad de tu Ser consiste en tu padre. Tú estas aquí por ellos. Todo lo que te está ocurriendo es, en cierto modo, por ellos”
Osho.
 
 

Desde el viernes mi vida ha sido movida sensiblemente en un modo especial. Todo empezó en el momento en que vi por TV una entrevista especial, en la que Don Jaqui Nuñez del Risco, una emblemática figura de la comunicación en mi país, la República Dominicana, nos mostró como el amor y el dolor no necesitan palabras para ser expresados.

Para mi fue terribleblemente conmovedor ver como este hombre no pudo decir nada para despedir a su amigo-hermano Freddy Beras Goico, quien falleció tras convivir valientemente con un cáncer de páncreas por 5 años.

Hace 3 meses mi padre Héctor Pereyra Ariza, quien fue un gran amigo de Freddy, partió también…ahora veo a mi madre Dolores y a sus amigos con una mezcla de ternura y sobrecogimiento. No es sencilla la tarea de despedir a quienes amamos…

No pude evitar la empatía con Yaqui, su dolor fue el mío…el mío era el de él…

Unas horas después, celebré mi taller de constelaciones familiares del mes acompañada por este mover del espíritu que empequeñecía mi ego y engrandecía con humildad mi espíritu. 

Desde que desperté esa mañana, llamó mi atención la cantidad de ruido que había en el ambiente, ya que aunque vivo en una zona urbana, no había notado antes la cantidad de intrusos sonidos que acompañaron la salida del sol de esa mañana.

Una bocina tocada con provocadora insistencia, unos niños que gritaban alborotados en el patio de una escuela cercana, el insidioso taladro en un apartamento vecino que evidenciaba las remodelaciones típicas de esta temporada navideña, la voz amplificada por la tecnología de un vendedor de plátanos barahoneros y yuca agua tibia, entre otros.
 


Reflexionando sobre los acontecimientos de ese singular viernes, me di cuenta que todos los sonidos eran “llamados de la vida”, sin embargo, ese día también me mostró un poderoso “llamado de la muerte”.

Entonces, una nueva comprensión me tomó por asalto: Para vivir a plenitud debemos morir a lo que nos limita. Ese es el movimiento natural que nos modela la creación: La vida y la muerte danzan unidas para generar más vida…  ocurre en cada momento desde el principio y por siempre.

Desde mis recuerdos, hizo una visita a mi consciencia uno de los pensamientos más hermosos que conozco en torno al misterio de la muerte, Oda número 833 del poeta Rumi.
 

 
"Nuestra muerte es nuestra boda con la eternidad
¿Cual es el secreto? ... "Dios es Uno"
La luz del sol se dispersa y divide cuando entra
por las ventanas de la casa
Esta misma multiplicidad existe en el racimo de uvas;
Pero no en el jugo hecho de las uvas.
Porque para aquel que vive bajo la luz de Dios,
La muerte del alma carnal es una bendición.
Sobre El, no digan nada malo ni bueno,
porque El ha ido más allá del bien y del mal.
Fija tus ojos en Dios y no hables
de lo que es invisible,
para que El pueda darte otra mirada en tus ojos.
Es en la visión de los ojos fisicos
que ningún invisible o cosa secreta existe.
Pero cuando el ojo es puesto en torno
a la Luz de Dios
¿Qué cosa podria permanecer encubierta
bajo semejante luz?
A pesar de que todas las luces emanan
de la Luz Divina, no llames a todas estas luces
"La Luz de Dios";
Es la luz Eterna la Luz de Dios,
La luz efimera es un atributo del cuerpo
y de la carne ...
Oh Dios que das la gracia de la visión!
El ave de la visión vuela hacia Ti
con sus alas del deseo".

Una extraña tranquilidad me embarga…he ganado una certeza que sostiene mi ánimo humano: Hoy es un buen día para vivir y también para morir…


Karina Pereyra.

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