jueves, 30 de junio de 2011

El proceso enseñanza-aprendizaje visto bajo el lente de las Constelaciones Familiares.



Los problemas de aprendizaje y de rendimiento escolar tan comunes hoy día, dejan frustrados y cansados tanto a los maestros como a los padres, que frecuentemente no pueden comprender cómo, a pesar de todos sus esfuerzos, no logran ayudar a los chicos a resolver dificultades de rendimiento, atención, motivación o disciplina en las aulas.

Responsabilizarse (y a veces culparse) mutuamente cuando no se alcanzan resultados positivos es una actitud común en ambos grupos. Desde las Constelaciones Familiares creadas por Bert Hellinger, pedagogo y terapeuta, podemos encontrar creativas soluciones para equilibrar sistemas y favorecer que cada persona esté en el lugar que le corresponde, para desde allí realizar con éxito las tareas que le corresponden con toda su fuerza.

La Pedagogía Sistémica es una novedosa corriente educativa desarrollada por Angélica Olvera García, educadora y consteladora familiar, que aporta una forma incluyente de mirar el proceso de Enseñanza-Aprendizaje, aplicando al ámbito educativo los "Órdenes del Amor" descubiertos por Bert Hellinger.

Para Angélica la Pedagogía Sistémica es una manera diferente de mirar al proceso educativo, porque ve en los problemas que expresan los alumnos, una profunda muestra de amor, una lealtad incondicional a sus padres. Ella dice que incluir a las Familias en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje es fundamental.

La Pedagogía Sistémica genera puentes entre la Escuela y la Familia, lo que requiere que los maestros tomen a los padres en su corazón a la vez que contribuyen para establecer unos límites claros, que permitan que el proceso tomar/recibir se realice correctamente .

Para aprender es necesario que nos coloquemos como “pequeños” frente a alguien que tiene algo para darnos, y que en ese sentido es “grande”. Quien no ha podido “tomar” de sus padres, difícilmente podrá tomar de otros, en especial de los maestros. 

Cuando tanto el padre como la madre, el estudiante y el maestro ocupan su lugar con dignidad y agradecimiento, el proceso de enseñanza-aprendizaje fluye provechosamente para todos los que lo comparten.

La mirada sistémica propicia la solución de muchos de los problemas que se presentan en el área educativa, y genera con agilidad el trabajo conjunto y organizado de maestros, padres y estudiantes, sacando a la luz las lealtades invisibles y el amor ciego que el estudiante mostraba en forma de dificultades para el aprendizaje.

La familia es el primer sistema al que pertenecemos desde que se inicia la vida, y la exclusión de ella se percibe como una amenaza de muerte. Si podemos ver en los problemas de los alumnos el amor que los mantiene embrollados en la familia, estaremos dando un paso seguro hacia la facilitación de un proceso en donde los chicos no se sientan “amenazados’.

Más tarde, cada uno de nosotros vamos integrándonos en otros sistemas formados por el colegio, los amigos, los compañeros de la universidad, los colegas de trabajo, las religiones, las culturas y los países, hasta que finalmente podemos tomar nuestro lugar en el sistema del universo. Todos los sistemas son regidos por ciertos órdenes, de forma que al respetar sus límites podemos avanzar y lograr la plenitud de una vida lograda.

Cuando los órdenes son transgredidos, el sistema nos detiene el crecimiento, en cambio, cuando retornamos al orden y lo respetamos, el amor puede fluir...es la vida las que nos gradua de seres humanos y sus lecciones llegan primero a través de nuestros padres, y más tarde por la pareja. Algunos somos estudiantes de escuelas, institutos y universidades, y esas lecciones nos llegan por medio de los maestros.

Ninguno de nosotros tiene el poder que le permita el derecho a cuestionar el método de enseñanza del sistema en el que nace. No podemos negar o rechazar a nuestros padres, sin negarnos o rechazarnos a nosotros mismos. Estamos ligados por profundos lazos de lealtad a nuestra familia, y seguimos las leyes que la dirigen y la unen.

Desde un punto de vista filosófico, todos somos estudiantes de la Vida y nuestros principales maestros son los padres…aprovecho la oportunidad que me brinda el hecho de que hoy celebramos el día del maestro, para expresar mi agradecimiento a mi padre Héctor Pereyra, a mi madre Dolores Rio y a la vex, extender cálidas felicitaciones a los padres de todos mis familiares, maestros, amigos, colegas, clientes, consultantes, estudiantes y a especialmente a los padres de los lectores de este blog que me permite compartir lo aprendido.

Karina Pereyra

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