1
Cada día reserva quince
minutos para ti y revísate, como un capitán a su barco.
2
Hay cuatro emociones
que te visitan a diario: miedo, odio, inferioridad, culpabilidad.
Visualiza cuatro
marcadores… ¡y vigila que sus indicadores no se disparen!
Conseguirás ser el
capitán de tu barco, tener un ánimo estable, ¡suceda lo que suceda!
3
Captura
fotos mentales de cosas buenas y, antes de dormirte, revísalas y atesóralas.
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