Un
hombre se perdió en el desierto. Y más tarde, refiriendo su experiencia a sus
amigos, les contó cómo, absolutamente desesperado, se había puesto de rodillas
y había implorado la ayuda de Dios.
-"¿Y
respondió Dios tu plegaria?", le preguntaron.
-"¡Oh,
no! Antes de que pudiera hacerlo, apareció un explorador y me indicó el camino"
Anthony
de Mello.
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