domingo, 22 de diciembre de 2013

La Universidad de la Vida.


 
De manera sorpresiva, la Universidad de la Vida suele dar exámenes, Sin avisar previamente, un día encontramos la prueba frente a nuestras narices.


A veces, es un “biscocho” y otras es un “peñón”, ya que el grado de dificultad es variable a discreción del maestro.

 
De algún modo, parece que el método nos pide que estemos preparados siempre, atentos a las lecciones que trae cada día, escuchando activamente y con humildad a los que ya han tomado la clase, y valorando las experiencias compartidas por los egresados.


¡Ni hablar de chivos, fijarnos de las respuestas de otro, embotellar informaciones o copiar tareas ajenas! El sistema es muy riguroso.

 
Dios, un equitativo director, evalúa a todos individualmente con el mismo amor.


Sin importar que nivel hayas alcanzado, el pensum se culmina el día que paras de cambiar.


KP

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