viernes, 21 de octubre de 2011

El arte sana.



De acuerdo con el poeta y terapeuta chileno Martín Bakero, el arte tiene una poderosa capacidad sanadora: “El arte no solamente cura, sino que abre nuevas realidades, nuevos caminos y permite que el sujeto saque su exceso en un objeto para que los demás también puedan compartirlo”.

Sintomarte es el nombre que Bakero da a los talleres que imparte regularmente para acompañar a otros a experimentar su técnica de sanación: “Todo puede curar, la amistad, el juego, pero lo que sucede en el arte es que tiene la particularidad de que es un poco el reverso de la adicción, pues permite sacar objetos desde dentro, permite vaciar el exceso que tenemos en nuestro interior, como pueden ser ideas, pensamientos, sentimientos, emociones”.

En este sentido, el arte tiene una función de regulación de nuestra vida interna: “Entonces, la creación artística permite que el sujeto pueda, en vez de apartarse de la realidad, crear un objeto que venga desde adentro y mostrarlo para que el mundo se identifique con él”. Bakero ve la creación artística como el reverso de la adicción, porque en la adicción el objeto se consume y desaparece dentro del sujeto, mientras la creación artística permite al sujeto hacer aparecer un objeto. “Por ello, más que hablar de arte terapia, yo hablo de la terapia como un arte, un arte del sujeto, del ser humano.

“El arte hace que la persona sea activa en relación a su deseo; por eso se llaman pacientes, porque están pasivos, el enfermo pierde un poco su calidad de sujeto. Lo interesante, en la actividad creativa, es que el paciente se hace responsable de su deseo. Por esa razón, señala Bakero, cuando trabaja con alguien habla de un impaciente en vez de paciente, porque son momentos en que el sujeto se vuelve activo en relación a su problema o a sus síntomas.

Para él, el terapeuta es terapoeta, porque está ayudando al paciente a encontrar la propia poesía de su ser”. En el enfermo, piensa que el síntoma refleja una verdad oculta en el paciente. “Entonces lo que hacemos, en lugar de seguir considerado al sujeto como un paciente enfermo que tiene que sacarse de encima sus síntomas, buscamos rescatar la verdad, el mensaje que trae ese síntoma y mostrarlo en un terreno simbólico, en un espacio creativo.

Bakero está convencido de que el arte tiene esa capacidad de sacar los objetos internos o trasformar los síntomas, en lo que lo llamo sintomartes, o poemas viviendo, porque en el fondo, la enfermedad es cuando se apaga la belleza en el ser humano. Entonces. para él la sanación es el trabajo de enfocarnos en cómo poder volver encender la belleza.

“La belleza está tanto en el macro como en el microcosmos, si un país está enfermo, el sujeto está enfermo y ¿porqué nos enfermamos?, porque perdemos la belleza, la fe en sentido amplio, en creer en que el universo está vibrando en un arte general, el universo es un gran artista”.

Sintomarte es el proceso de trasformar la enfermedad en un objeto de creación y hacernos artistas de nuestras propias fallas. En vez de sufrir por lo que no tenemos, pasamos a ser activos y a compartir con los demás lo que nos ha pasado o aun nos pasa.

Tomado de una entrevista hecha a Martín Bakero a propósito de un taller de sintomarte.

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