miércoles, 12 de octubre de 2011

El cambio empieza con el agradecimiento.


Desde hace unos años, cada noche antes de entregarme al sueño hago un repaso del día y agradezco…me dejo envolver de la alegría por estar aún viva y descanso…

Bert Hellinger dice que todas las oraciones son ruegos de niños hacia sus padres. En un inicio, puede ser chocante creer que rezar es una acción infantil. Luego lo comprendí. Esta historia es apropiada para reflexionar sobre esto:

Dos monjes están meditando y uno le dice al otro.

-¿No sé el motivo por el que siempre estás contento? Al cabo del día, los dos realizamos idénticas actividades…

El primero contesta:
-Tú rezas para pedir, en cambio yo lo hago para dar gracias…
Esa es la diferencia entre nosotros.

Estoy convencida que siempre hay motivos suficientes para el agradecimiento, no obstante, agradecer es un arte. La primera vez que escuche sobre “tomar” fue en un trabajo con las constelaciones familiares.


En ese momento fue -y sigue siendo- un alivio saber que no hay nada que hacer porque ya todo está hecho. Que todo lo esencial nos ha sido dado como regalo, y que la dificultad mayor consiste en tener la humildad para recibir y agradecer.

No conozco ningún lugar de la Biblia que relacione el “crear” con el ser humano. Tal parece que sólo se nos permite “transformar”. El regalo más grande es la vida y nos ha sido dada. También la sabiduría nos llega por Gracia, y solo podemos quedarnos con un poco cuando logramos comprender que es para compartirla.

He pasado los últimos doce días en México y ha sido un maravilloso regalo sintonizar con la sabiduría ancestral. Por momentos, me siento como el estudiante que ha llegado al final de un programa para recibir titulación en una “carrera” y todas las materias esenciales para probar su preparación son evaluadas en la tesis.

Kabalah, en hebreo quiere decir “lo que es recibido”, y este viaje me ha ofrecido abundante y generosamente todo lo que ha sido de valor para mí en los últimos 20 años: tarot, alquimia, mitología, chamanismo, sanación energética, Kabalah, magia, rituales sagrados, ceremonias espirituales, psicogenealogía, terapia de contención, trabajo con mandalas, sonidos, plantas sagradas, colores, diosas, masculino/femenino y constelaciones familiares.

Son muchos los motivos que tengo para agradecer incesantemente, en particular agradecer por la Vida. En el cierre del workshop “Amor, Abundancia y Éxito”, Hellinger compartió el modo en que se saludan los zulúes y aunque lo había escuchado antes, tuvo otro significado para mí. Lo comparto con ustedes:

Un amigo encuentra a otro y lo saluda diciéndole:
-Te he visto…¿Aún vives?

A lo que el otro responde:
-Aún estoy presente.

Karina Pereyra.
Coyoacán, México.

No hay comentarios:

Publicar un comentario