domingo, 27 de noviembre de 2011

Cuando estés mal, agradécelo.



Este mes aún no termina y todavía puedes agradecer por lo que te ha ocurrido y por lo que no durante este año. Agradecer a la vida significa: cualquier cosa que suceda, la agradeceré y celebraré. Quien es capaz de hacer esto lo hace sin condiciones. Sería un sin sentido decir algo como: "Cuando sea feliz, agradeceré" o "Cuando esté triste, no agradeceré”. 


El agradecimiento es incondicional. Es una actitud, independiente de lo que la vida traiga. Celebrar la vida es gratitud por cualquier cosa que la vida nos dé, cualquier cosa que Dios nos dé. La familia y la sociedad nos hacen creer que esta actitud es débil, derrotista y fácil…creo que es todo lo contrario. luchar es más fácil.


Ante cualquier suceso ¡agradece! Hace poco hice un entrenamiento en terapia breve con el MRI, y una de las cosas más interesantes que aprendí es el giro de 180 grados. Esto es, llegar a la solución motivando al cliente a que haga algo que nunca antes ha probado, y guiarlo a la conclusión que repetir lo que no funciona es lo que le llevó a convertir su situación en un problema. 


Si estás triste, agradece por estar triste. No mucha gente hace esto, sin embargo funciona. Haz la prueba sin esperar grandes cosas y te sorprenderás ¿Estás deprimido? Saca a pasear tu depresión. Disfruta lo que sientes y de pronto sentirás que tu ánimo cambia. Poco a poco la tristeza irá desapareciendo; se crea una distancia. Sin darte cuenta cómo, verás como tu depresión te abandona y estarás agradeciendo y viendo milagros en tu vida. Habrás transformado alquímicamente tu energía.

La alquimia transforma los metales comunes en el oro más puro. La tristeza, la ira, los celos, son como metales bajos que pueden ser transformados en oro porque están constituidos por los mismos elementos. No hay diferencia entre el oro y el plomo, porque tienen los mismos elementos, los mismos electrones. De igual modo, un trozo de carbón y el más preciado de los diamantes son la misma cosa. No hay ninguna diferencia. El carbón comprimido por la tierra durante millones de años se convierte en diamante. Sólo una diferencia de presión, pero ambos son carbón, ambos están constituidos por los mismos elementos. 


Lo más bajo puede ser transformado en lo más alto. A lo bajo no le falta nada. Sólo es necesario hacer una re-distribución. Cuando estés triste, agradece y le estarás dando una nueva composición a la tristeza. Le estarás aportando algo que la transformará. Le estarás aportando gozo. Cuando estoy incómoda pongo música disco de los 80’s o algún mambo o reggaetón. Al principio mi baile es torpe, desganado o hasta violento. Poco a poco, se va haciendo más suave y más suave y más suave; entonces de pronto, me olvido de lo que me tenía mal y empiezo a sentir un verdadero gozo. 


En una época de mi vida, cuando estaba incómoda, pasaba a enojarme y amargarme. No era capaz de pensar en bailar o cantar como lo hago hoy día. En un taller de sonidos que tomé con un terapeuta Junguiano, aprendí a ponerle voz a mis emociones. Ahora, cuando estoy mal (cada vez es menos y por menos tiempo) empiezo a darle un sonido a mi dolor…poco a poco mi tristeza se convierte en canción. 


A veces, en la tarde, cuando el pavimento está muy caliente, cuando todo es fuego y hace mucho calor, se oye en la rama de una mata de mangos, un pajarito que empieza a cantar. Al principio la nota es triste. Está llamando a su amada…a su amor…la tarde es muy calurosa para vivirla solo. Está ansioso de amor. Una nota muy triste, pero bella. Poco a poco, la nota triste se convierte en una nota alegre. La amante empieza a responderle desde otra rama y la tarde calurosa se refresca en el corazón. Ahora la nota es diferente. Cuando la amante responde, todo cambia. 


Como la naturaleza es mi maestra, cuando estoy triste o cansada empiezo a cantar, a orar, a bailar ¡y mi amante siempre responde! El milagro surge y algo bueno me ocurre. Esta es mi llave maestra: lo agradezco todo.

Karina Pereyra.
Tomado de la charla del mes en Thesaurus.

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