jueves, 10 de noviembre de 2011

La activación del 11-11-11; el renacimiento del Ser.


En estos tiempos, es sumamente importante tomar conciencia de la responsabilidad que supone nuestro nivel de preparación espiritual, para el futuro de la Nueva Tierra. El compromiso personal y la constancia en sostenernos firmemente alineados con el propósito las prácticas deben ser las actividades de prioridad en nuestras vidas.

La mayoría somos conscientes de que Vida y Servicio son sinónimos, sin embargo, cuando hablamos de servicio inmediatamente lo relacionamos con alguna forma de “hacer”, y cuando nos hablan de ampliar y mejorar la calidad de nuestro servicio, automáticamente planeamos qué más podemos hacer. La mente tridimensional relaciona inmediatamente el servicio del ser con algún tipo de acción y de movimiento también tridimensional.

La realidad de este momento nos indica que el mayor y mejor servicio que podemos ofrecer es ser lo que auténticamente somos. En vez de “hacer” más y mejor, el llamado es a “ser” más y mejor. Cuando el Servicio se mueve desde el Ser, está centrado, armonizado y sintonizado con la Vida.

El Ser es el camino hacia la verdad, el puente que nos lleva a lo inmutable, el que nos reconoce como Uno con el Padre, por su intermediación sintonizamos con la Presencia, el Amor y la Pureza que desde él se irradian. Así, nos entregamos a las nuevas energías cósmicas y podemos servir como anclajes para que éstas se fortalezcan y se desarrollen en Madre Tierra hasta que puedan expresarse en toda su plenitud.

La Tierra está destinada a manifestar al Espíritu. Ninguna actuación material, por elevada o amorosa que sea, tiene el poder para producir un cambio efectivo en el planeta, si no está conectada con las energías puras del cielo. El planeta necesita alimentarse de energías celestiales y estas necesitan anclajes en la tierra para quedarse hasta que la densidad se sutilice. Cada Ser cumple con su Servicio, sirviendo de puente entre los dos planos: cielo y tierra.



Por esto, es necesario que los seres en servicio asumamos el compromiso de irradiar una energía superior en el plano en el que habitamos, especialmente en nuestros hogares y espacios de trabajo. Esta acción es básicamente interna y no está limitada por condiciones o situaciones de afuera.

En esta cadena cósmica de energía, estamos recibiendo ayuda de los guías y maestros que están sirviendo de puente entre las energías cósmicas y nosotros, y a la vez nosotros somos el puente entre las energías de los planos superiores y el planeta que habitamos. El movimiento del cielo viene desde la 7ma a la 5ta dimensión, y el de la tierra asciende desde la 3era a la 5ta dimensión.

Estamos recibiendo energías de altísima vibración y de mucha pureza, que debemos recibir, contener, anclar y repartir en la Tierra. El portal del 11-11-11 es un profético momento para que los seres que lo consientan sean transformados en antorchas portadoras de luz.

Todas las almas encarnadas en estos tiempos estamos preparadas para realizar este servicio de anclaje e irradiación de las energías sutiles, sin embargo, es necesario asentir para que puedan ser usadas en el plan.

Como las vibraciones tienen un espectro y una jerarquía de pureza vibratoria que no debe ser sobrepasadas, para no quebrantar el orden cósmico y la armonía imperante en el Universo, cada ser sirve en el espectro vibratorio en el que se encuentra con las energías que le son afines.

El mayor servicio en este tiempo es Ser, y ese Ser se expresa, manifiesta o toma forma en lo que hacemos: escribir, curar, crear, amar, etc. El Servicio verdadero nace del Ser. Siendo, estamos haciendo mucho más por la Madre Tierra, y por nosotros mismos, que haciendo montones de cosas, por muy útiles y buenas que puedan parecer.

Todo es energía. Si YO SOY, por ley de atracción atraigo hacia mí energías cósmicas superiores, que a su vez irradiaré, y que no sólo me ayudarán a mí, sino al planeta y su proceso. En el mundo que vivimos, casi todo se basa en lo que pasa afuera, esto incluye principalmente la acción. Olvidando la importancia del Ser, ya sólo se hace. Actuamos y actuamos sin tomar respiro, rumbo ni propósito verdadero.

Todas las cosas pequeñas que hacemos cotidianamente son siempre las ideales para que expresemos nuestro Servicio. El ego busca grandes eventos, pero el Ser comprende que si cada uno de nosotros, hiciera de su entorno la expresión de su Ser interno, el planeta sería totalmente diferente.

El Ser interno realiza Servicios en todos los planos a los que tiene acceso. De este modo, muchas personas están efectuando importantes trabajos en los planos etéricos, mental y astral superior, que se producen durante el sueño o sin que la personalidad los recuerde. Este periodo es particularmente valioso para las personas que se han sentido tristes, impotentes o depresivas cuando pasan lista de sus vidas y creen que no están haciendo nada.


La pregunta útil es: ¿Estoy siendo? El acto de amor consiste en repasar nuestra vida con una mirada sin juicios ni miedos, y reconocer los apegos, las trabas, lo que de alguna forma nos ha detenido, entendiendo que todo lo vivido nos ha permitido llegar al lugar donde estamos.

Nuestro nivel de compromiso es el que determina la participación dentro del Plan para que la luz habite en la Tierra. Este es un tiempo para repasar nuestro compromiso, ver hasta donde llega, qué estamos dispuestos a dar, a ofrecer. A mi me ha servido:

1-Renunciar a los pensamientos, costumbres y relaciones que alimentan aún la antigua energía, y transformarlos en luz por mediación del amor.

2-Practicar el desapego de lo que me limita.

3-Vivir mis relaciones desde el amor

4-Tomar los tesoros de mi árbol genealógico.

5-Honrar mi familia espiritual.

6--Agradecer todo lo aprendido a través del orden, y voltear la hoja para iniciar una nueva historia en el libro de la vida. Comenzar a escribir en la primera pagina con una felpa dorada como símbolo de mi nacimiento en el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario